La paz no es ausencia de guerra, es abundancia de amor. Hagamos la paz. Si usted respira tiene que pagar impuestos. Dos cosas inevitables en el mundo: pagar impuestos y morir.
Un chiste hace reír; el humor también, pero haciendo pensar. La gracia abrillanta las ideas, las adhiere a la memoria, las hace amar. El humorista se muestra como filósofo: para él toda grandeza tiene su límite, la felicidad jamás es perfecta y las apariencias no siempre coinciden con la verdad.
No me gustan los políticos que andan arrodillados. La política se hizo para engañar y el hierro para dominar. La política se hace con palabras, palabras, palabras. Lo fácil es prometer, lo difícil cumplir.
De lejos parece bruto, de cerca no cabe ninguna duda.
En su conciencia asustan a las tres de la mañana…no hace falta que madrugue tanto…el que no sabe disimular, no sabe dominar.
El que hoy me aclama, mañana me ahorcará. Como estoy aplastado, los corderos me rugen como leones.
Es mejor el espíritu ejecutivo que el espíritu contemplativo. Prefiero equivocarme por actuar, a acertar por no hacer nada.
Más vale morir de pies, que vivir arrodillado. Las leyes inútiles debilitan las necesarias. Eso es posible pero no demostrado. El político zorro convence sin tener la razón.
Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía. La guerra es el terrorismo del fuerte; el terrorismo es la guerra del marginado. Me reservo el derecho a contradecirme. Usted decía antes lo contrario; es que en el pasado estaba equivocado, hoy no.
Yo antes era mentiroso, ahora soy político, la política se mete con uno. En la política vivimos, nos vemos y somos. La política se hace o se padece. Respetamos los resultados electorales si ganamos. Que se respete mi derecho a no respetar ningún derecho. Para la mayoría es más ventajoso violar la ley que acatarla. Epitafio: “Aquí yace Pedro Sandoval, en el único puesto que no intrigó”.
Trabajamos como dos, pero somos cuatro. Se prohíbe prohibir. Parágrafo, no se puede revocar este artículo.
Si no logra convencerlos, confúndalos. Usted me tiene miedo a mí; sí, pero por no tener ojos en las espaldas. En el estado de derecho encontramos muchas cosas torcidas. El burócrata no se vende, pero se deja sobornar. Se dedicó a la vida fácil, es empleado público.
En Colombia todo es verdad, pero nada es cierto.