En realidad no resonaron más de un día, las noticias sobre artefactos explosivos colocadas en las cercanías e instalaciones de la Dian, un acto que no debe pasar desapercibido para las autoridades ni la ciudadanía en general, pues de esto se desprenden muchos interrogantes, que se quieran o no, deben activar las alarmas hacia futuras situaciones similares.
Las informaciones dan cuanta del estallido de una papa panfletaria en día miércoles en el sector del Parque Nacional, cerca de las instalaciones de la Dian y, el jueves, la desactivación de otro artefacto en las oficinas de la calle 75 con carrera 15. En esta oportunidad se trató de un paquete ubicado en el baño de mujeres, lo que demuestra un avance preocupante logrando la penetración a las locaciones de la entidad. La primera pregunta -un tanto inocente- que nos podemos hacer, es si las dos actividades con perfiles terroristas están encadenadas, y la segunda un poco más aterrizada, sería, quién o quienes podrían estar detrás de estos hechos.
La segunda obliga a una investigación seria y sin presiones, pues es muy importante lograr establecer los autores tanto materiales, como intelectuales y develar el motivo e intenciones, no obstante el Movimiento Revolucionario del Pueblo se haya atribuido el ataque. En cuanto a la primera, por lo menos a mí, no me cabe la menor duda de la relación entre los dos actos. Pero en tanto las autoridades adelantan la correspondiente investigación, a la que ya pusieron valor buscando información, invito a unas reflexiones que nos permitan mirar hacia el futuro, buscando seguridad en todos los niveles.
El evento de haber logrado los delincuentes penetrar las instalaciones de la entidad en su sucursal de Chapinero, nos demuestra falencias graves en los protocolos de seguridad, especialmente en aquellos lugares de atención al público o donde las entradas y salidas de personal son numerosas. La policía nacional tiene mucha experiencia en estos aspectos de controles, valdría la pena recurrir a la institución en busca de asesoría sobre esta materia tan delicada y sensible. Entre tanto, la Dian debe proporcionarse sus propias medidas de seguridad, especialmente por estos tiempos, cuando la tecnología se ha puesto al servicio de las autoridades. Personal administrativo capacitado y entrenado neutraliza los antisociales, bástenos un control electrónico de entrada sin entorpecer el normal acceso a la entidad, que se convierte en filtro valedero y disuasivo; las cámaras de vigilancia bien ubicadas y técnicamente manejadas brindaran a mas de control, información del diario acontecer.
Es decir, la tecnología ayuda a prevenir y combatir toda clase de anomalías al interior y exterior de cualquier instalación, por lo tanto no es posible que las entidades oficiales o particulares no vean los gastos en seguridad como una inversión.