Francia está ardiendo en sus calles, miles de ciudadanos protestan por el proyecto de Emmanuel Macron de subir la edad de pensión de 62 a 64 años. El joven presidente, que atraviesa el primer año de su último mandato, se atrevió a hacer lo que pocos políticos: sacrificar su imagen por el bien de la nación.
Francia necesita subir la edad de jubilación, pues gasta el 14 % de su producto interno bruto en pagar pensiones, cifra que dobla el promedio de aquellos países que pertenecen a la OCDE (ese famoso club del que Colombia también hace parte). Para Macron es un asunto de subsistencia presupuestal porque, simplemente, si no pasa la reforma no habrá plata en el futuro que pueda sostener el sistema pensional. Sin duda, ese hombre que pocos creyeron llegaría al poder hacer seis años, de lograr su cometido pasará a la historia como uno de los grandes reformistas del planeta.
Entre tanto, en Colombia el presidente Gustavo Petro adelanta una reforma pensional que impone el sistema de pilares de Francia como ejemplo. Una reforma que desde muchos sectores ha sido elogiada. Sin embargo ¿Por qué no se atreve Petro a incluirle el aumento de la edad de jubilación? Es perfectamente claro que ese sistema que estamos emulando de los franceses, alemanes y españoles tiene un límite presupuestal, y todas esas naciones que queremos imitar en su sistema pensional hoy se preguntan ¿Qué hacer para poderlo sostener?
La respuesta más rápida y evidente es subir la edad de los ciudadanos para jubilarse. En el mundo entero, y Colombia no es la excepción, ha aumentado la expectativa de vida de sus ciudadanos. Por ello, no debería ser posible que las personas se sigan pensionando en una edad en la que siguen siendo plenamente activos. El propio gabinete del presidente Petro es un ejemplo de ello. José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, tiene 70 años y es uno de los faros de esa administración. Cecilia López, ministra de Agricultura, tiene 79 y es tan activa que según ha dicho sube todos los días a su oficina por las escaleras del ministerio. Álvaro Leyva el canciller, tiene 80 y sigue viajando por el mundo adelantando su agenda de protagonista de la paz. ¿Por qué retirarlos antes de tiempo?
Un gobierno progresista y reformista de verdad incluiría ese punto en el proyecto. Si nos vamos a dar el lapo de pasar a un sistema de pilares hagámoslo bien de una vez. De esa forma, podrían quitarle el argumento a los fondos de pensiones privados que tienen como principal caballo de batalla que el sistema será insostenible y habrá que subir la edad de jubilación. Hagámoslo de una vez y aprovechemos el impulso de un país que aceptó entrar a reformar pilares básicos de la sociedad.
Es cierto que en política no es suficiente tener la razón, y eso le está pasando al mandatario francés en la batalla por pasar su reforma. Sería bueno que el presidente Petro, que hace gala de imitar las socialdemocracias europeas, intente subirse al bus de reformar el sistema de manera sostenible. De entrada, tiene una ventaja: las calles le pertenecen, según dicho, así que a diferencia de Francia, la protesta estaría controlada. Además, en Colombia tendría el “establecimiento” a su favor, por lo menos el técnico, que sabe que la edad para jubilarse hay que subirla ¡No debería Petro dejar pasar esta oportunidad!