Plan A o Plan B | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Marzo de 2021

Gracias a la educación que borró del mapa al humanismo, la libertad sin verdad es la ley que maneja a la voluntad humana, y en consecuencia las ideas de las mayorías occidentales son opiniones y estas son la “verdad” del momento. Por esto hoy, “amar” es lo que satisfaga los instintos, los placeres físicos, hormonales. La Cristofobia está de moda, las virtudes son para los “nerd”, la autoridad transparente es cosa del pasado; el saber de los mayores y de los antiguos es obsoleto: hay que desconocerlo: es pérdida de tiempo

Por otro lado, en muchos de los hogares solo hay caras tristes, cuerpos cansados y los esfuerzos sobrehumanos de las mamás y de los papás, si los hay, trabajando por unos salarios irrisorios para sobrevivir. Mientras tanto, la niñez y la juventud crece al gusto de los vecinos, de compañeros escolares, por lo general los más vivos y poco recomendables. En otros hogares, a cada niño o joven le dan lo que quieran, haciendo de tripas corazón, pudiendo o no; la televisión es de un nivel cultural que clama al cielo; el consumismo es la forma de solucionar las frustraciones familiares y el mal ejemplo, además el abandono paternal es lo común.  

En fin, la “libertad” es amañar la irresponsabilidad al gusto del consumidor. Esta “libertad” es la fuerza de los instintos que esclaviza a las personas ignorantes; el apetito sexual o los deseos hormonales son lo que llaman “amor”, son la consecuencia de las ideologías consumistas esclavizantes que manejan al mundo occidental. De esta manera la opinión del momento generalizada, sin soporte alguno, resuelve cual es la “verdad” del amor. Por esto “amar” sin verdad es lo que satisface los instintos y placeres más primitivos: hormonales, sucios. Asi, los abortos son la “sabiduría”, supuestamente, por el bien de la madre, por esto los abortos son la “sabiduría” de las madres egoístas.; la viveza en los negocios es lo inteligente: el egoísmo maneja las ideas. El racionalismo está de moda y la autoridad transparente es cosa del pasado. Por algo se dice: dime con quien andas y te diré quién eres. Lo anterior es el Plan B.

El Plan A es más fácil de manejar por ser lo natural -la antropología- lo que nos enseñaron los mayores, los abuelos y abuelas: la verdad es que “quien no conoce la historia no sabe para que vive”. La verdad es que no hay argumento válido que sirva frente a los hechos, conocidos o desconocidos, que la opinión sobra. Cómo negar que Sócrates, Aristóteles y Platón existieron cerca de tres siglos antes de Cristo, o que Colón descubrió a América, o que Carlo Magno es el padre de la civilización occidental. Cómo negar que Jesús, el Cristo, murió y a los tres días de muerto resucitó para que los humanos pudiéramos vivir, eternamente, en un paraíso de Amor. En fin, si nos conocemos a nosotros mismos, como humanos, buscando la Verdad, la Libertad y la Caridad personal, la humanidad llegará a su destino eterno.