La democracia, tan luchada y defendida por millones de colombianos, sufre brutales, amañados y azarosos ataques por quienes se amparan en ella para engrosar sus bolsas y gozar de privilegios. 

Así las cosas, se ha vuelto costumbre usurpar las votaciones que, antes respaldaran con pulcritud y honestidad la voluntad popular, sin que se osara de manera alguna violarla y mancillarla. 

De unos años para acá casi podría decirse que, desde cuando los partidos políticos perdieron el respeto, influencia y mandato de sus seguidores, empezaron a aparecer disidencias, sectas, casta y camarillas que, con prácticas malignas, entorpecen el correcto espíritu del sufragio. 

Dineros indignos, calientes, mórbidos y perniciosos invadieron al país con grupos politiqueros que malogran las actuaciones de quienes quieren rectitud y justicia. 

Impusieron así las compras de votos, la violación de los topes de las campañas y tantas prácticas que hoy son moneda corriente. Propagaron la corrupción y malversación de presupuestos, leoninos contratos, canjes de opinión por cargos futuros y multiplicidad de vicios que manejan las cosas en esta nación. 

Como ejemplo vemos desde hace poco el asalto a los fondos públicos para alcanzar la aprobación de supuestas reformas que conducen a beneficiar a quienes manejan el Estado. 

Hay compras a precios muy superiores a los del mercado, en licitaciones incontroladas de obras y suministros que debe adquirir el gobierno para sus necesidades. ¿Compra de carrotanques? 

Se permite la depreciación, quiebra y ruina de las empresas, organismos y bienes que generaban importantes ingresos públicos, sin que nada ocurra. Aquellos a quienes se las han encomendado les perdonan los desastrosos manejos y despilfarros para beneficio propio y de aquellos a quienes les sacan mieles o tajadas.  

Muchos se preguntan hoy ¿qué pasó con la elección del magistrado que tanto necesitaban el presidente y su gobierno para tener una Corte Constitucional de bolsillo y manejar cualquier reforma constitucional o reelección? 

¿Se trató de ganar con un fraude en la primera votación del Senado? Se comenta que hubo manejo de fondos presupuestales para alcanzar los votos necesarios, para elegir al candidato al que Petro dio triunfal bienvenida. Así se han manejado las reformas que el gobierno ha llevado al congreso y que dejaron en la ruina a la Unidad de Gestión del Riesgo, cuyos 70 mil millones de pesos serán pagados por los depredadores con míseras penas de 3 a 7 años de cárcel.  

Son pues muchas las danzas de billetes y prebendas que afloran a la luz pública, pero que pasan como un rayo de luz a través del cristal. 

Incalculables cosas suceden, sin que aparezca algo, o alguien en el panorama que pueda sacarnos de esta feria de votos y votantes. Lo que se requiere, Colombia no lo avizora, no lo encuentra, no parece existir. Lo que investigan y denuncian los medios es refutado a través de X por el mismo gobierno y sus beneficiarios. 

BLANCO: Se abrió el Concurso para el Premio Nacional de Periodismo CPB, que entregará los galardones a los mejores exponentes del gremio el 6 de febrero de 2025. Ese día también se celebran los 80 años de la creación del más importante gremio de Colombia. 

NEGRO: La economía sigue mal. Nada crece, excepto las exportaciones de café. La regla fiscal ordena reducir el crédito en 50 billones de pesos.