Hablar de Bogotá es hacer referencia a la historia del país, pues por ser la capital se convirtió en punta de lanza del desarrollo y ejemplo para la mayoría de ciudades colombianas. Las diferentes épocas y variadas administraciones le fueron fijando su perfil y sectores a expandir, convirtiéndola en la ciudad más habitada del país. Pero el paso de los años trajo una gran cantidad de problemas sociales, que fueron deteriorando varios sectores y desdibujando a la soñada ciudad.
Si evocamos un poco recordemos el chapinero de antaño, con una carrera trece muy visitada, un comercio florido, muchos lugares pintorescos y su emblemática iglesia acompañada del parque y los negocios de diferente índole que lo enmarcaban; una avenida de Chile recorrida por pintorescos personajes bogotanos, muestra del futuro desarrollo norteño de la ciudad, y qué decir del centro con esa carrera séptima surtida de comercio, llamativas vitrinas y muchos transeúntes que disfrutaban del famoso septimazo bogotano. Luego desapareció el parque Gaitán tan divertido y parroquial, para dar paso a la carrera quince, abriendo espacio al nuevo comercio. Épocas de buenas costumbres y orden ciudadano, con respeto por la ley y los derechos; el transporte público eficiente aunque escaso, querido y utilizado conforme a los ordenamientos de la época, suplía las necesidades ciudadanas, fueron tiempos de tanto empuje y cultura que llego nuestra Bogotá a ser referente literario y social de Sur América.
Pero los tiempos cambiaron, las administraciones variaron, el desarrollo de la ciudad perdió su ritmo, el crecimiento sorprendió la urbe, se presentaron situaciones de alteración del orden público a nivel nacional que trajeron el desplazamiento de familias enteras del campo a la ciudad, la malla vía se fue deteriorando ocasionando graves daños en la movilidad, las calles se desfiguraron y con ellas muchos barrios otrora proyectados y promisorios, cayeron en desgracia por la presencia de la delincuencia y el comercio de estupefacientes. Tratando de hacer la ciudad amena al transporte en bicicletas, se crearon las ciclovías dando paso al abuso de los usuarios que no respetan normas cometiendo toda clase de atropellos, y no hablemos de las motos y sus diferentes usos que contribuyen al caos. También el espacio público fue violentado e invadido a tal punto que su recuperación es una amenaza social.
La ciudad se ha desarrollado con algo de planeación, pero el galimatías no permite ver los planes y programas, por lo tanto, las expectativas son desconsoladoras. Una reingeniería con socialización de programas, concientización del ciudadano, con una policía respaldada y planes sociales de reubicación para recuperar el espacio público, puede ser una alternativa a corto plazo.
Coda. Nuestra selección tiene excelentes jugadores, pero no tiene equipo que juegue para él o los hombres gol; todos quieren figurar, ser goleadores y estrellas.