Desde que nos golpeó la pandemia hemos sido testigos de hechos históricos. Uno tras otro. Casi que se han vuelto paisaje. Parece mentira, pero aprendimos a convivir con una guerra fratricida entre dos potencias o con la irrupción de una tecnología como la Inteligencia Artificial que cada día se vuelve más inhumana y efectiva.
Pasan tantas cosas y tan relevantes que al final no hay radar que logre captar tantos hechos y no hay siquiera noción para que los califique como históricos. El caso es que en los primeros días de febrero pasó algo que quizá no haya tenido mayor relevancia en las redes sociales (ya vamos a explica por qué). Pero que, en unos años, al menos será una referencia de los tiempos que nos tocó vivir.
El preámbulo necesario para contarles que el todopoderoso, director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, le ofreció disculpas a las familias que estaban a su lado en una audiencia del Senado de los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque son familiares de niños y jóvenes que han sufrido y hasta se han suicidado por cuenta del bullying que vivieron mediante redes sociales como Facebook e Instagram, propiedad de Meta.
El Senado de los Estados Unidos citó para los primeros días de febrero de 2024 (la fecha es importante porque será recordada) para que se sometieran a largos interrogatorios y cuestionamientos sobre lo que pasa, y lo que han dejado que pase, en sus plataformas. Lo que pasó en ese recinto puede ser el primer paso de algo que puede marcar una era.
Con un tono de voz suave y acaso condescendiente, Zuckerberg respondió a todos los cuestionamientos con el discurso robótico que tenía preparado. Cuando llegó el momento de ver a la cara de familiares y amigos de niños y jóvenes que han perdido a sus seres queridos por lo que pasa en los ductos cibernéticos, el tono de voz cambió y la mirada también se contrajo.
De forma lacónica, lo único que pudo decir Zuckerberg fue, “lo siento profundamente. "nadie debería pasar por lo que ellos pasaron”. Se dio vuelta para intentar mirar a los ojos a las personas que estaban en las gradas del Senado. Luego siguió con sus respuestas robóticas y preparadas. Pero sí se vio un pequeño atisbo de humanidad. Quizá la de un padre que sabe el poder de sus herramientas.
En la histórica sesión también participó el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew. Su participación fue completamente silbada por los espectadores ocasionales. Se dignó a decir, "Como padre de tres niños pequeños, sé que los temas que estamos discutiendo hoy son horribles y la pesadilla de todo padre". Lo paradójico del asunto es que, sus propios hijos no usan TikTok debido a las reglas de donde vive en Singapur.
Y se preguntarán con razón ¿por qué no ha visto mucho o sabía que se está llevando a cabo una investigación contra las redes sociales en el Senado de Estados Unidos? Y claro, la respuesta es el algoritmo. La fórmula que tienen estas redes todopoderosas para censurar estos temas es que omiten o borran todo contenido que mencione estos juicios y sus repercusiones.
Por ejemplo, cuando este periódico comparta esta columna en Instagram o Facebook seguramente tendrá un alcance muy pequeño. Mínimo si se quiere. Y es que así funciona ahora la censura y el silencio. A punta de algoritmo. Pero al menos hubo una disculpa histórica.