Una mujer puede perder su vida simplemente por llevar mal puesto el velo que debe cubrirle la cabeza. En el Irán de los ayatolas, la vida de una mujer vale poco. Masha Aminí, una joven de 22 años, que hace unas semanas visitaba la capital de Irán, fue detenida y golpeada por la “policía moral” por tener mal puesto el velo, o hiyab, el cual estaba obligada a usar para cubrir su cabello. Los golpes que recibió fueron tan fuertes que la dejaron en coma y causaron su muerte, tres días después, estando bajo custodia de dicha policía religiosa.
¡Cómo puede ser posible este crimen en pleno siglo XXI!
El mundo no puede continuar callando ante leyes y gobiernos que promueven este tipo de actuaciones. Estos crímenes contra la mujer no pueden continuar siendo ignorados por las cortes internacionales con la excusa de representar leyes religiosas o costumbres arcaicas y criminales contra una persona simplemente por su sexo. Este crimen no puede ser ignorado por nadie; mucho menos, por las comunidades musulmanas globales.
Los iraníes han salido masivamente a las calles de ciudades y pueblos a protestar este miserable crimen. Inclusive, ha habido golpizas contra agentes de la “policía moral” que se ha atrevido a continuar su persecución contra las mujeres. El asesinato de Aminí colmó de repudio a los iraníes contra el régimen clerical chiíta encabezado por el ayatola Ali Jamenei, que controla el país.
El repudio internacional debe ser rotundo. Los grupos feministas, tan activos en otros casos, deberían estar manifestándose en contra al maltrato de las mujeres en los países musulmanes. Mucho les importa a algunas mujeres poder abortar, pero poco les importa la vida y la defensa de la mujer en los países musulmanes. Quizás, las pirómanas que intentaron incendiar la Catedral Primada de Colombia harían mejor manifestándose contra este horrendo crimen de la “policía moral” iraní.
Lo mismo digo de la ONU y las ONG tan activas en otros casos y tan silenciosas en la defensa de los derechos humanos de la mujer en los países musulmanes. Derechos como son el de recibir educación, no ser obligadas a contraer matrimonio en su adolescencia, poder salir de su casa sin tener que ser acompañada por un hombre, además de tener su permiso, a no cubrirse el pelo, la cara y el cuerpo. Derechos tan básicos como montar bicicleta, manejar un automotor o tener un celular para hablar con quien quieran.
No es esta la primera vez, desde que los Ayatolas se tomaron el poder en Irán, hace más de 40 años, que el pueblo iraní se manifiesta en contra del régimen clerical; pero siempre sus manifestaciones han sido violentamente reprimidas por escuadrones radicales que defienden la dictadura de los ayatolas.
El resultado han sido siempre miles de muertos y desaparecidos. Hoy, ya hay más de mil detenidos y cientos de muertos. En otras ocasiones estas cifras se han multiplicado rápidamente, sin que se logre acabar con la dictadura.
¿Cuánto vale la vida de una mujer en Irán? ¿Cuánto en Colombia? En Colombia poco ha actuado la JEP para castigar los crímenes de las Farc y otros grupos criminales contra las mujeres.
Ojalá la muerte de esta joven mujer logre liberar a Irán del régimen de los ayatolas.