Urge encadenar al monstruo | El Nuevo Siglo
Sábado, 10 de Diciembre de 2016

La última campaña presidencial de los Estados Unidos ha sido acusada reiteradamente de envenenar con falsas noticias y de "hackear" el Internet y todas sus redes sociales, en detrimento de sus adversarios políticos. La situación ha sido tan grave que el presidente electo Donald Trump se ha visto obligado a despedir de su equipo de transición al hijo de su asesor de seguridad nacional, el general retirado Michael Flyne, por difundir informaciones falsas que, incluso, llegaron a producir un tiroteo en una famosa pizzería de Washington, el pasado fin de semana. El propio general ha sido acusado de esta práctica. 

Ambos habrían utilizado las redes sociales durante la pasada campaña para manipular información falsa en portales de extrema derecha sobre presuntos delitos cometidos por Hillary Clinton y sus relaciones con una red de prostitución infantil. Esto hizo que un desquiciado abriera fuego contra la pizzería el pasado fin de semana, afortunadamente sin víctimas que lamentar. La misma Hillary también fue acusada de difundir falsedades sobre su oponente Sanders en las últimas primarias demócratas. Esto produjo en su momento el retiro de su directora de campaña.

Por todo ello y por diferentes causas que se vienen produciendo a lo largo de todo el planeta,  la Internet está bajo fuego graneado y severo escrutinio de los medios y de los especialistas que claman por una urgente regulación en el uso y abuso de los contenidos. Una práctica que ha venido creciendo exponencialmente desde que la red de redes fue creada allá por la década del noventa, en el siglo pasado. Pero la cosa no será nada fácil. Se trata de encandelar un monstruo de mil cabezas.

La causa de esta imposibilidad reside en que los bits  -unidades de medida de la información- son libres y su circulación no puede ser fácilmente restringida. La misma China, que tiene censurada a la Internet y en muchas fases la mantiene apagada, ha tenido grandes dificultades para poder hacerlo. De todas maneras los expertos llaman la atención sobre el enorme peligro que para la sociedad y la democracia encierra esta escalada de noticias falsas en la red de redes. También coinciden en que la mayor responsabilidad de esta infección viral ha corrido por cuenta de Facebook, que no ha puesto ni límites ni condiciones a millones de usuarios proclives a estas malas prácticas.

Es evidente que para poder "limpiar" las redes y así poder proteger la integridad de las mismas hay que hacer primero una gigantesca clasificación de contenidos y luego detectar y verificar las violaciones. Sin embargo, la velocidad y el ancho cada vez mayor de banda de esas redes, hace prácticamente imposible cualquier racionalización de esas redes. Como si todo esto no fuera suficiente, la piratería o "hackeo" de las mismas, agravan superlativamente estas situaciones.

Algo se ha comenzado hacer en la dirección correcta. La Comunidad Europea ha hecho avances significativos, al calificar este "hate speech" -incitación al odio- como grave atentado a los derechos humanos. En todo caso será necesaria una gran dosis de tolerancia y un creciente pluralismo cultural y político para ponerle coto a esta tendencia mundial de desinformación. 

Adenda

El Papa Francisco también ha condenado a los medios de comunicación por la difusión irresponsable de noticias  falsas. Enfatizó el peligro diciendo: "Los medios deben ser claros y transparentes y no deben caer en la coprofilia (comer excrementos)".