No hay duda: la inteligencia artificial (IA) ya está cambiando enormemente nuestras vidas, facilitando procesos y tareas. Se utiliza en muchos ámbitos sin que nos demos cuenta: Los asistentes de voz hacen búsquedas en Internet o reproducen nuestras canciones favoritas, las casas inteligentes se controlan solas, los coches aparcan automáticamente y los robots se encargan de parte de la limpieza del hogar.
La AI también interviene constantemente en nuestros clics en Internet. Por ejemplo, la inteligencia artificial se encarga de que los mensajes de spam sean interceptados con fiabilidad y de que Google complete nuestra búsqueda en cuanto empezamos a teclear. También es responsable de que recibamos ofertas muy personalizadas y adaptadas a nuestros intereses en el casino online, en las redes sociales o en las plataformas de compra.
Pero todo esto parece ser sólo el principio, ya que la potente tecnología de la inteligencia artificial tiene mucho más potencial. Aquí te explicamos qué cambios conlleva su uso y hasta qué punto son positivos o negativos.
¿Cómo funciona realmente la inteligencia artificial?
A diferencia de los sistemas informáticos ordinarios, la inteligencia artificial tiene la capacidad única de aprender y sacar conclusiones cada vez más específicas de los datos que recoge. Por así decirlo, se programa a sí misma hasta cierto punto, porque cada respuesta que genera añade constantemente nuevos conocimientos que mejoran continuamente la precisión.
Esta capacidad de tomar decisiones autónomas es esencial. Permite trazar un mapa cada vez más realista del comportamiento humano. Esto puede verse perfectamente en el uso de los chatbots, que se están haciendo cargo de la comunicación en línea con los clientes en muchos lugares y funcionan sorprendentemente bien.
Son capaces de entender preguntas y problemas y responder adecuadamente. Esta experiencia independiente en la resolución de problemas es exactamente lo que caracteriza a las máquinas basadas en IA y les permite realizar tareas complejas por nosotros o apoyarnos en nuestros procesos de pensamiento y toma de decisiones.
La imitación del intelecto humano también es evidente en la estructura de la tecnología. Replica las conexiones neuronales de nuestro cerebro a través de numerosas redes neuronales artificiales. Las entradas se procesan en estas redes mediante algoritmos de última generación y las salidas se ajustan según las circunstancias.
Todo esto sucede a una velocidad increíble, pero por desgracia no sin errores, ya que en cualquier momento pueden producirse interpretaciones erróneas. También en este aspecto los paralelismos con el pensamiento humano son evidentes.
¿Qué mejoras son ya visibles gracias a la tecnología?
La IA ya está ayudando a procesar más rápidamente las tareas rutinarias y a apoyar a las fuerzas humanas de diversas maneras. Como resultado, ahorra una enorme cantidad de tiempo y a veces es más precisa y fiable que el cerebro humano. Buena prueba de ello es su uso en los controles de pasaportes en los aeropuertos.
Cuando se realiza mediante escáner facial asistido por IA, el porcentaje de aciertos es mucho mayor porque la tecnología puede coincidir con más patrones y analizar los datos con más precisión que el ojo humano. Cuanto más específica sea la IA entrenada para una tarea determinada y más específica sea la información que reciba para su posterior aprendizaje, mejor podrá hacer su trabajo.
Otro ejemplo es el uso de herramientas de creación de textos basadas en la inteligencia artificial. Los resultados son de una calidad asombrosa y nos quitan una enorme cantidad de trabajo cuando se trata de contenidos. En general, la IA está haciendo mucho por aumentar la productividad y la eficiencia en muchos ámbitos de la vida, fomentando así el crecimiento económico. Puede hacer predicciones, aumentando nuestra seguridad.
Al mismo tiempo, se puede ahorrar energía habilitando sistemas de IA, lo que es bueno para el medio ambiente. Tampoco cabe duda de que el uso de la inteligencia artificial afecta a nuestra comunicación y relaciones interpersonales.
En marketing y atención al cliente, la tecnología se está utilizando para adaptar perfectamente las experiencias de compra a cada consumidor individual, aumentando la fidelidad y la retención de marca. Al mismo tiempo, las necesidades de los clientes también se satisfacen de forma más específica, lo que da lugar a una situación en la que todos ganan.
¿Qué otras posibilidades ofrece la IA?
Por supuesto, el número de áreas de aplicación concebibles es amplio, tanto en la vida privada cotidiana como en el entorno empresarial. Muchas industrias ya están utilizando diligentemente la IA para aprovechar sus ventajas. Pensemos en la industria manufacturera y la logística. También se pueden acortar los canales de venta y aprovechar las ventajas de obtener información más fácilmente.
Pero la IA puede hacer mucho más y deberíamos tener una idea más clara de ello en un futuro próximo. Por ejemplo, puede utilizarse para mejorar la fluidez del tráfico en nuestras carreteras y ayudar a reducir los atascos gracias a sus capacidades predictivas. La ciberdelincuencia también puede contenerse gracias a una mayor vigilancia mediante inteligencia artificial.
La tecnología también garantiza la verificación de nuestros pagos en línea, evitando el fraude con tarjetas de crédito y haciendo que los bancos y las entidades de crédito no quieran prescindir de ella. Nuestra seguridad también se ve reforzada por sistemas de vigilancia inteligentes que pueden predecir mejor los incendios forestales y otros desastres naturales. Mientras tanto, en el casino en línea, el software Mindway AI garantiza que los usuarios estén protegidos de los peligros de la adicción al juego.
Nuestro sistema de seguridad interna también se apoya en la inteligencia artificial de muchas maneras. Ayuda a conseguir resultados más rápidos en los procesos penales porque puede analizar de forma inteligente los conjuntos de datos existentes. En el sector médico, la IA ayuda a los médicos a realizar diagnósticos más precisos para optimizar la asistencia sanitaria a largo plazo. El sector educativo y las industrias de la energía y la gestión de residuos también son clientes agradecidos de los sistemas basados en IA.
Se espera que el potencial de la inteligencia artificial provoque cambios positivos, especialmente en relación con el cambio climático. Esto se debe a que permitirá pasar a procesos que ahorren recursos y sean más sostenibles. Esto puede mejorar la calidad de vida de todos a largo plazo.
Los riesgos de la inteligencia artificial
Como vemos, los beneficios de la tecnología son evidentes y nos ayudarán a realizar importantes avances económicos y sociales a escala internacional. Sin embargo, tampoco están exentas de riesgos, que por supuesto hay que sopesar cuidadosamente. Los principales problemas son la falta de claridad de los fundamentos éticos y la dificultad de la protección de datos.
Además, el uso de la IA a menudo opera en una zona jurídica gris, dejando sin respuesta cuestiones de responsabilidad. Quienes se oponen a esta tecnología temen que la IA llegue a ser tan poderosa que tome el control por sí misma y se convierta en una amenaza existencial para la humanidad.
Sin duda, se trata de un escenario extremadamente negativo, pero apunta a peligros reales a los que ya estamos expuestos hoy en día. Por ejemplo, el uso creciente de la IA llevará a racionalizar a los humanos en algunas áreas, lo que costará muchos puestos de trabajo.