Eduardo Guerrero: prodigio de la danza flamenca en el Mayor | El Nuevo Siglo
Nacido en Cádiz, en 1983, el artista empezó a bailar desde sus seis años. Hoy se posiciona como uno de los bailarines más importantes del género español, de lo contemporáneo y lo clásico.
Foto Ana Palma
Domingo, 27 de Marzo de 2022
Redacción Cultura

Su técnica portentosa y zapateado poderoso, sus giros perfectos y, sobre todo, su indiscutible elegancia, marcan el estilo que define la actuación en el escenario de Eduardo Guerrero, un prodigio de la danza flamenca que se presentará en un emblemático teatro bogotano.

La danza de Guerrero, quien se presentará el 2 de abril a las 8:00 p.m., en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, es definida por la crítica como brutal y radical; un artista que baila con rabia y las “vísceras”.

“Sombra efímera II”

El bailaor español, junto a la guitarra de Javier Ibáñez y las voces de Samara Montañés y Manuel Soto, llega a las tablas con la obra “Sombra efímera II”, la cual nace de una propuesta de arte plástico con el deseo de expandirlo a otros lenguajes de las artes escénicas.

Esta obra forma parte de un proyecto vivo en constante construcción que surge de la investigación desde diferentes lugares. Asimismo, es fruto de diversas miradas. Fue presentada por primera vez bajo el título de “Sombra efímera I” en la Bienal de Sevilla 2018 y en esa ocasión fue el artista plástico Marco Canevacci quien construyó el espacio que la acogía, una pieza de arquitectura efímera, una burbuja gigante y transparente. De este encuentro surgió el deseo de avanzar en otras lecturas, relacionándose con el espacio escénico convencional.

Se inicia así una nueva etapa en el proceso, donde el diálogo con el espacio escénico ofrece otras posibilidades, otras miradas, otra profundidad de campo; una plasticidad diferente en relación con la caja negra que obliga a crear un discurso integrador de las diferentes disciplinas artísticas.

Surgen coreografías que profundizan y generan una inmersión entre la tradición del flamenco, las artes contemporáneas del movimiento y las artes plásticas y visuales; se integran en un paisaje simbólico que se nutre del potencial onírico para representar los cuerpos, los sonidos, las formas y sus posibles proyecciones en el espacio.

Así mismo, están presentes la obstinación del cuerpo por habitar el espacio, la determinación de cambiar el punto de vista, el foco, y de entender perspectivas espaciales, formas y recorridos como líneas de fuga. Se aborda también una nueva selección de letras, que se adentran en el pensamiento y la poesía sufí, y estas letras les permiten trabajar desde la intimidad, la vulnerabilidad del ser humano, la fragilidad del cuerpo, la inmanencia de los objetos.

Partiendo del pensamiento de que todo es inmanente en sí mismo, se genera la posibilidad de que las cosas tengan una trascendencia mayor y puedan llegar de una forma diferente al espectador, de modo que permitan articular otras conexiones y diálogos posibles.

“Sombra efímera” se convierte así en una suerte de exploración, en toda una realidad poética con la que Eduardo Guerrero y sus colaboradores atraviesan el espacio para formar parte del pensamiento y la investigación que comparten en el proceso de este proyecto, que sigue en curso.



Los pasos del bailaor

Eduardo Guerrero González, nacido en 1983, en Cádiz, empezó a bailar cuando tan solo tenía seis años, en la escuela de Carmen Guerrero. Allí construyó los cimientos de su danza para pasar después a su desarrollo en profundidad junto a maestros de la talla de Mario Maya, Antonio Canales, Manolo Marín, Chiqui de Jerez, entre otros. Estudió danza española en el Conservatorio de Danza de Cádiz y posteriormente amplió sus conocimientos de danza contemporánea con David Greenall y de clásica con Montserrat Marín.

A partir del año 2002 empezó a trabajar con grandes artistas del panorama nacional que valoran su indudable calidad, su capacidad física y su técnica depurada, desarrollando papeles principales en las compañías de Aída Gómez, Eva Yerbabuena, Rocío Molina, el Ballet Nacional de España, Javier Latorre, Rafael Aguilar, Amador Rojas, Antonio Canales, David Palomar e innumerables colaboraciones en espectáculos, galas y festivales de prestigio.

Fue en 2011 cuando con su propia coreografía, “Mayo”, obtuvo el primer premio del Concurso Coreográfico de Conservatorios Profesionales y es a partir de entonces cuando Eduardo Guerrero comenzó su carrera en solitario, creando los espectáculos “De dolores”, estrenado el 23 de febrero de 2012 en el Festival de Jerez; “Las minas”, en 2013, en el Festival de Cante de Las Minas, en La Unión; “Re-torno”, del 2014, en el Teatro de la Abadía de Madrid; “El callejón de los pecados”, estrenado el 12 de septiembre de 2014 en la Bienal de Sevilla; “Desplante”, presentados por primera vez el 13 y el 14 de abril de 2015 en el Teatro de la Ciudad de Monterrey, México; “Qualitätskontrolle”, en Ámsterdam Der Kappel en noviembre de 2016; “Guerrero”, los días 10 y el 11 de febrero de 2017 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá.

Asimismo, “Faro”, estrenado en la gira que realizó en agosto de 2017 por 15 faros de España; “Sombra efímera”, el 16 de septiembre de 2018 en el rectorado de la Universidad de Sevilla con motivo de la XX Bienal de Flamenco de Sevilla; “Gaditania”, presentada en la gira por Estados Unidos de septiembre a noviembre de 2018; “Onírico”, espectáculo para el Corral de la Morería y presentado durante 2019; “Sombra efímera II”, estrenada en Teatro de la Maestranza de Sevilla el 1 diciembre de 2019, y “Debajo de los pies DDLP”, estrenada en 2021.

Actualmente, Eduardo compagina sus giras con la creación de nuevos trabajos junto al director artístico Mateo Feijóo. Se trata de un largo proceso de investigación que comenzó con la creación de “A Solo Piece for a Flamenco Dancer” en 2016 y que ha producido las obras “Sombra efímera” y “QualittatsKontrolle”, un trabajo donde se relaciona la danza con las artes plásticas y el audiovisual. La última obra producto de este proceso es “Debajo de los pies DDLP”, presentada en mayo de 2021 y en la que sigue trabajando.

Es el momento de este gran bailaor que, con una estética actual, una técnica depurada, un profundo conocimiento de la esencia del flamenco, su talento, su físico portentoso y su gran carisma, conmueve y emociona, triunfando allá donde baila.