EL ESCRITOR colombiano Pablo Montoya acaba de lanza su edición conmemorativa de Tríptico de la infamia, un libro que escribió hace diez años, en el que relata las complejas relaciones entre el Viejo y el Nuevo Continente en los primeros años de vida de América, con el convulsionado siglo XVI como telón de fondo.
Con una pluma impecable el Premio Rómulo Gallegos en 2015 narra la vida de tres pintores europeos: Jacques Le Moyne, cartógrafo y pintor de Diepa; François Dubois, pintor de Amiens, y Théodore de Bry, grabador de Lieja, quienes se enfrentan por distintos caminos a la fascinación del mundo recién descubierto.
Desde Bélgica, el autor de “Aurelio y los límites del imperio” habló vía telefónica con el NUEVO SIGLO sobre los detalles de esta edición conmemorativa.
EL NUEVO SIGLO: ¿En esta edición conmemorativa se hicieron algunas adaptaciones o quizás cambios estructurales?
PABLO MONTOYA: La única diferencia que tiene esta nueva edición es que cuenta con una nota mía donde explico un poco cómo fueron mis viajes hacia Europa, cómo me documenté para escribir esta novela y, además, es una nueva edición que cuenta con muchas ilustraciones de dibujos, pinturas, mapas, grabados y elementos que tienen que ver con los pintores protagonistas de la novela.
ENS: Ha pasado ya una década desde que escribió el libro, pero ¿cómo fue esa experiencia en aquél entonces?
PM: Me impresionó mucho la primera vez que empecé a ver obras de estos tres pintores, fue en 1995 cuando yo estudiaba en París mi doctorado en Literatura. Aproveché mi estadía en esa ciudad para recoger información y cuando regresé a Colombia de algún modo seguí leyendo sobre la época, sobre el siglo 16, sobre estos tres pintores, los personajes principales del libro, pero lo que más me motivó a escribir la novela fue una beca que me gané en la Alcaldía de Medellín y en cuatro meses terminé la novela. Después tuve una beca en Alemania, donde estuve unos tres meses en Frankfurt y allí tuve la oportunidad de hacer un recorrido por diferentes museos, bibliotecas de diferentes países, de Bélgica, Alemania y Francia. Digamos que fue un proceso largo de investigación y de lectura. Finalmente pude terminar la novela con Random House y ellos la enviaron al concurso Rómulo Gallegos en el 2015 y ganó el premio.
ENS: ¿Qué quiso transmitir de ese encuentro entre Europa y una América recién “descubierta”, del que tanto se menciona en el libro?
PM: Bueno en realidad la novela es un intento o una especie de ficcionalizar que hubo entre los dos continentes, a partir de la conquista de América, de las guerras por la religión, entonces era contar esos eventos tan interesantes, pero también trágicos y tan difíciles, tan críticos que fueron vividos por tres pintores que padecieron las persecución por sus ideas religiosas y que finalmente tienen un vínculo muy especial con América, entonces es más o menos como contar la historia de esos eventos, pero a través del arte.
ENS: Según su perspectiva, ¿cómo esa mirada del pasado ha influido en el presente de los dos continentes?
PM: Lo que pasa es que el mundo no ha cambiado, el mundo sigue igual, por ejemplo, lo que está pasando en Gaza y en otros países con sus guerras, sus intolerancias, la violencia. En este caso del libro las guerras son por la religión, pero de igual forma es un tema general, mira lo que pasa entre los palestinos y los judíos, ahí está atravesado también por la religión. Entonces los lectores cuando se acercan a “Trípticos de la infamia” de alguna manera siente que lo que se cuenta allí tiene que ver mucho con nuestro presente, porque así son las novelas históricas, que le ayudan al lector a ir al pasado y a establecer un puente con el presente, en este caso hablamos de la intolerancia religiosa, campañas de conquista, donde se asesinan a mucha gente.
ENS: Sin embargo, ¿no es un tema muy lejano a lo que se vive en Colombia?
PM: Ah por supuesto, evidentemente. En “Tríptico de la infamia” se cuentan tres historias, pero la última parte del libro hay un narrador colombiano que vive en el siglo XXI y que está tratando de poner en diálogo, justamente, ese siglo 16 tan extremista y tan renacentista con la Colombia de nuestros días, entonces hay muchos ecos de lo que está pasando o de lo que en ese momento estaba pasando en Colombia con las víctimas de la violencia, entonces me parece que si hay un diálogo muy fuerte y que el lector siente de alguna manera, cuando lee la novela y piensa en la situación de Colombia, creo que el lector inevitablemente se siente identificado con la historia del país. Y como, finalmente, el arte es un testimonio, una especie de ejercicio de memoria frente a esos actos de violencia del pasado, porque los pintores de la novela en realidad, tratan de hacer una obra donde esté representado ese dolor y esa tragedia que viven los personajes perseguidos por sus ideas religiosas.
ENS: Después de escribir “Marco Aurelio y los límites del imperio” dijo que su próximo personaje sería Jerónimo El Bosco, ¿cómo va con esa historia?
PM: Sí, estoy justamente en Bélgica, en Amberes, haciendo un recorrido por estas ciudades flamencas, digamos que tras las huellas de El Bosco y mi próxima novela va a girar en torno a este pintor y cuál ha sido su impacto en la América colonial.
ENS: Eso lo convierte en un minucioso investigador, además de escritor…
PM: Sí, yo estoy viviendo en este momento en Madrid, España, y eso me ha permitido tener un acceso directo a los museos, por ejemplo, El Prado tiene una gran parte de la obra de El Bosco y eso me da la oportunidad de avanzar mucho en la escritura de la novela que también vale la pena destacar que plantea una especie de paralelismo entre El Bosco y un pintor del Nuevo Reino de Granada sí, entonces me falta un poco como hacer mi trabajo de campo en lo que tiene que ver con Colombia.
ENS: ¿Lo que quiere decir que usted siempre busca ‘colombianizar’ sus historias?
PM: En esta nueva novela el personaje es un pintor del Nuevo Reino de Granada en ese entonces, allí hay una relación directa con la historia del país, en este caso con la historia colonial, un poco más indirecta la relación porque el narrador es Latinoamericano. Yo investigo en el pasado y trato de poner a dialogar con los tiempos presentes.
ENS: Usted ha podido observar otras narrativas literarias de otros países, ¿cómo ve la literatura colombiana actualmente?
PM: Hay una diversidad muy grande y eso hace que el panorama sea tan interesante, evidentemente, hablo de esas nuevas voces, indígenas, afro, jóvenes. Hay que esperar qué pasa con ellas, si sus obras van a impactar verdaderamente el panorama de la literatura colombiana.