Este año el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo) tiene el reto de continuar destacando el contraste entre los ideales y las realidades del arte moderno latinoamericano.

Sin duda, sus exposiciones y la programación educativa están pensadas y diseñadas con el objetivo de promover el debate, despertar interés, desarrollar la imaginación y estimular progresos y cambios en el contexto sociocultural colombiano.

EL NUEVO SIGLO habló con su director, Martha Ortiz, para hablar del nuevo contexto curatorial y artístico, de cómo acercar a los jóvenes al arte y de las apuestas que este año se verán reflejadas en las muestras al público.

También habló de los artistas nacionales e internacionales que este año engalanarán la Gala Mambo, evento que se realizará en el mes de septiembre.

“El Museo de Arte Moderno de Bogotá permite admirar y conectar con la identidad de Colombia. Las voces y perspectivas diversas de los invitados reflejan las realidades y conversaciones más recientes que nos son propias”, le dijo a este medio en la pasada Gala Mambo.

El museo tiene una programación expositiva que resalta los pilares de la institución, refleja el pasado y se proyecta al futuro, y trae propuestas artísticas con un gran contenido histórico y social. A través de las distintas exposiciones se reafirma el compromiso con el arte y la cultura del país.

Sin duda, la colección del museo es una de las más ricas en su género en el país. Incluye obras desde finales del siglo XIX hasta piezas contemporáneas, las cuales proceden no solo de artistas de Colombia, sino también de artistas de toda América Latina, Europa y Estados Unidos.

Ahora, Ortiz y su equipo de trabajo se alistan para la agenda 2025 en una de las principales instituciones culturales y artísticas de Colombia.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son las apuestas del museo para este año?

MARTHA ORTIZ: Considero que el Mambo es una institución que construye sociedad, a través de la inspiración, de una conversación creativa entre personas, arte e ideas, comprometidas con el entorno. Ese propósito noble hace que las apuestas, resultado de las necesidades y la ilusión, inviten a la creatividad, a proponer desde temas concretos, como es solucionar los retos físicos y técnicos de la conservación de las más de cinco mil obras que hacen parte de la colección de arte moderno y contemporáneo colombiano más importante que tiene el país. Además, fomenta estrategias para soñar que Colombia se convierta en un país sensible al poder transformador del arte y que por tanto entiende y abraza su desarrollo para el crecimiento colectivo.

ENS: ¿Cuál es la cuota de participación de artistas colombianos en la programación del 2025?

MO: El museo suele preparar con dos años de anticipación sus exposiciones. Cada año incluye tres ciclos expositivos donde se busca invitar un artista colombiano, uno latinoamericano y uno internacional, los cuales están unidos por un hilo conductor donde entre los tres ofrecen un diálogo con sentido para nuestros visitantes. En el 2025 tenemos a Julieth Morales, Óscar Muñoz, María Isabel Rueda y Sair García.

ENS: A casi un año desde que asumió el cargo como directora de uno de los museos más importantes de Colombia, ¿cuáles han sido sus expectativas?

MO: Primero, continuar con el proceso de mi antecesora, de poner el museo en orden. Luego, modernizarlo a estándares internacionales y dedicarnos a proyectar con innovación un Mambo que ofrece valor, porque se convierte en un espacio relevante y diferente. Para nosotros son una prioridad la estabilización financiera, la conservación pertinente de la colección y la creación de un fondo para permitir que se cumplan los sueños de muchos artistas, que es justamente lo que esta institución representa.

ENS: ¿Realizará durante su gestión algún cambio para mejorar la operatividad del museo?

MO: Para mí, el cambio es una constante de la vida y de las empresas. No hay nada más peligroso en términos estratégicos que sentirse cómodo; además, no hay nada más fascinante que los retos con alma y propósito. Las artes, desde las puras hasta las aplicadas, y los museos, están inmersos en los cambios sociales actuales del individuo y se enfrenta a los mismos retos y oportunidades que la tecnología y la IA proponen. Con frecuencia se olvida que no decidir es decidir… quedarse, ser obsoleto, desaparecer. El Mambo, los artistas, las obras, el ecosistema, los amigos del museo se merecen el futuro. Así que con el equipo trabajaremos con fuerza por imaginar y ejecutar cada día el mejor museo posible para Bogotá y el país.

ENS: ¿En el proceso curatorial de las muestras cuál es el enfoque?

MO: Con Eugenio Viola, quien es el director artístico del museo, hacemos el proceso y eso depende esencialmente de los temas que se van a trabajar durante el año, porque como todo el mundo sabe, trabajamos con obras siglos expositivos y entonces una vez que nos enfocamos sobre un siglo expositivo específico el proceso curatorial de la muestra surge en una conversación entre el curador, el artista y los espacios arquitectónicos del museo.

ENS: ¿Este año quiénes serán los homenajeados por su labor filantrópica en la Gala Mambo? ¿Podría adelantarnos algo?

MO: Nuestra Gala ya tiene fecha. El sábado 20 de septiembre celebraremos el VIII Premio Mambo a la Filantropía, donde honraremos a un artista destacado por su contribución al arte y la cultura. Ya tenemos los finalistas, pero no se los puedo compartir aún. No podemos estropear la primera emoción del galardonado cuando recibe en persona nuestra decisión. Una cosa sí puedo decir: va a ser impresionante.

ENS: Desde su perspectiva, ¿cómo acercar a los jóvenes a los museos?

MO: Los jóvenes son esenciales para el Mambo. Son fascinantes. Este año 2025 tenemos varias actividades específicamente diseñadas para ellos, especialmente para quienes sean parte de la red de Amigos Mambo. De hecho, el evento más ambicioso que hemos proyectado será para los jóvenes, lo llamamos Mambo Fest y lo tenemos proyectado para el mes de junio. Y también tenemos tres proyectos para los niños: Mambo Niños, Casita de Artistas Davivienda y Mambo Viajero. Nuestro reto no está en las ideas, estará en la financiación y ejecución, pero yo no acepté este cargo por fácil; lo asumí por la belleza de su propósito y porque el Mambo es el museo de todos.

DESTACADO: “Continúo con el proceso de mi antecesora, de poner el museo en orden”

Trayectoria

Martha Ortiz Gómez es diseñadora industrial de la Universidad Javeriana, tiene un MBA con énfasis en negocios internacionales (Lynn University, EE.UU.) y cuenta con dos posgrados en medios de comunicación (Medill School of Journalism, Northwestern University, EE. UU., y en la Universidad de Navarra, España).

Durante 12 años trabajó con el Grupo El Colombiano, en el cual se desempeñó como directora del Laboratorio de Innovación, directora editorial y finalmente cómo VP Editorial Ejecutivo.