“Gianni Schicchi”, último capítulo victorioso de Salazar | El Nuevo Siglo
Con esta pieza de Giacomo Puccini, el país se alzó con el galardón a Mejor Nueva Producción Latinoamericana en la ceremonia de la asociación ÓPERA XXI, el cual será entregado el próximo 30 de abril.
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Sábado, 5 de Febrero de 2022
Redacción Cultura

Una victoria para la ópera colombiana llegó con “Gianni Schicchi”, una producción que contó con 15 destacados solistas, liderados por el barítono Valeriano Lanchas y la reconocida mezzosoprano paisa Sofía Salazar. La pieza fue galardonada este jueves durante los premios entregados por Ópera XXI.

La coproducción del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y la Ópera de Colombia, presentada en Bogotá en octubre de 2020, recibió el premio a Mejor Nueva Producción Latinoamericana de la temporada 2020-2021.

La pieza contó con la dirección escénica de Ramiro Gutiérrez Castro, la dirección musical de Alejandro Roca y la participación de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá.

Una de las figuras protagonistas de esta pieza fue Sofía Salazar, quien debutó con la Ópera de Colombia con el papel de “Ulrico” en “Baile de Máscaras” de Giuseppe Verdi. Vivió en España y su talento vocal la trasladó a otros escenarios europeos para recibir positivos comentarios de la crítica especializada. Su carrera ha estado marcada por reconocimientos y grandes ovaciones en el extranjero, que la convirtieron en una voz insignia de la ópera colombiana.

A propósito de este importante reconocimiento para el género lírico nacional, EL NUEVO SIGLO dialogó con la cantante Sofía Salazar, una de las solistas que lideró esta ópera, sobre este premio, su trayectoria en la música y su experiencia con su posible última presentación en escena.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo fue su acercamiento a la ópera?

SOFÍA SALAZAR: Fue desde pequeña, tenía mucho talento para la música y aunque en esa época no tenía un gusto muy definido, fue gracias a mi papá que conocí la música porque a él le gustaba mucho. Con él conocí a María Callas, sabía qué era un Vivaldi o un Bach, entonces ya empezaba a tener cierto gusto por la ópera, por la lírica.

En el colegio ya estudiaba piano, allí descubrieron que tenía una voz muy buena porque a los 15 años ya cantaba ópera sin haber estudiado nada, pero ya impostaba la voz, como si fuera una cantante de ópera. Por eso decidí entrar a estudiar al Instituto de Bellas Artes de Medellín con un profesor alemán y Luis Carlos García, radicado en Bogotá. Ahí empecé a trabajar las óperas y el canto.

ENS: ¿Qué fue lo más difícil de salir del país, a estudiar y probar suerte en escenarios extranjeros?

SS: Como me fui tan niña, tenía 22 años, que para esa época era muy joven, creo que lo más difícil fue el desarraigo de la familia, dejar una mamá, unos hermanos y un papá, salir sola en esa época, fue lo más difícil. Así como también lo fue enfrentarme a la soledad, a ese miedo de abrir nuevos caminos tan joven en esos momentos, pero da la casualidad que todo fue saliendo muy bien. Realmente dentro de todos los caminos que abordé me fue muy bien. Tuve mucha suerte en Milán. Ya después me casé con un tenor español y me radiqué durante 14 años en España.

ENS: Hay mucho talento en Colombia con la ópera, en general, la música, pero así como lo vivió en su carrera, muchos salen del país para forjar sus carreras, ¿Por qué cree que se da este panorama?

SS: Es difícil vivir aquí del canto, y no solo en Colombia, sino también en América Latina, especialmente de la ópera, porque no ha habido una trayectoria como en los países del viejo continente o en Estados Unidos, que es grandísimo el recorrido que lleva la ópera. Pero hay un despertar de la juventud enorme.

Hace unos años, en mi época, cuando salí, era más difícil, porque fui una de las pioneras, parejo a Carmiña Gallo, nuestra insigne soprano, y después estuvo también Marina Tafur. Detrás viene una generación muy buena y que está en estos momentos haciendo carreras muy lindas.

Pero pienso que hay que salir, desafortunadamente, para hacer carrera y seguir adquiriendo conocimientos, lo que también es complicado porque un viaje es costoso y las becas siempre han sido muy difíciles. Aunque algunos cantantes jóvenes, a veces, no todos, han tenido suerte con algunas ayudas, tienen que salir con sus propios recursos a formarse en el exterior, y la mayoría se quedan allá porque comienzan sus carreras. Para formarse aquí en Colombia todavía nos falta mucho.


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ENS: ¿Cuáles fueron sus papeles más significativos?

SS: Recuerdo la primera que fue una ópera de Giuseppe Verdi, “El trovador”, en la cual representaba el rol de “Azucena”. Era muy joven, tenía 23 años, y con esta pieza tuve una ovación de 15 minutos con el público de pie. Ese rol para mí significó mucho en mi carrera. Y está otro rol, por el que soy conocida en Colombia y muchas partes de Europa: el que representé en la ópera “Carmen”. Ese fue mi motor.

Estuve en varias óperas con las que triunfé en Europa, gané concursos e hice una buena carrera, pero “El trovador” y “Carmen” me llevaron muy lejos, a teatros maravillosos y con grandes cantantes. Diría que “Carmen” lo fue todo para Sofía Salazar.

ENS: Durante su carrera ha recibido premios prestigiosos a nivel internacional. Ahora con la ópera "Gianni Schicchi" llega un nuevo galardón, ¿Qué significa alzarse con esta victoria por la Mejor Nueva Producción Latinoamericana?

SS: Es muy importante porque creo que con esta ópera cerré casi la página de mi carrera, aunque si llega algo lo acepto. Cuando me llamaron del Teatro Mayor y el maestro Alejandro Roca, quien dirigió la ópera, yo ya estaba retirada, pero lo acepté. Hoy me siento muy orgullosa por recibir este premio con una producción tan importante a nivel latinoamericano. Para mí es un orgullo, sobre todo porque es una de las últimas obras en las que he participado.

Guardo muchos recuerdos de esta producción, fue una experiencia maravillosa, tanto con el Teatro como con los músicos y compañeros. Una obra muy hermosa que confieso que la estrené porque nunca la había hecho. Me siento feliz que sea parte de todo esto y obtener este galardón.

ENS: Esta pieza fue montada y grabada en medio de un contexto difícil, el de la pandemia, ¿Cómo fue este proceso?

SS: Era muy complicado porque nos dijeron que teníamos que ensayar con tapabocas y careta transparente. Era muy complejo. Pero acepté porque era con el Teatro Mayor y una producción maravillosa.

Las condiciones eran difíciles por los protocolos de bioseguridad, porque había que cambiarse cada cierto tiempo de mascarilla en los ensayos. Pero aun así salió una producción bellísima, fue una grabación hermosa y el Teatro lo supo manejar muy bien.

ENS: Si “Gianni Schicchi” fue el cierre, ¿Qué sigue ahora en la carrera de Sofía Salazar?

SS: Yo estaba retirada hace unos tres años, dije “no más”, pero me llegaban propuestas muy lindas para lo que en este momento de mi edad quiero hacer. En ese momento me llegó la propuesta de “Gianni Schicchi” y la vi, la trabajé, pedí que me dieran unos días para mirarla y la acepté, porque la dirigía Alejandro Roca, que es un plus maravilloso.

Entonces estoy retirada, pero en este momento estoy abierta a alguna propuesta, pero solo si es una ópera muy puntual y exacta para el momento que vivo. En este momento llevó una vida muy tranquila, muy reposada, sin aviones, hoteles, ni ensayos