A ti es el más reciente libro de la escritora colombiana Laura Restrepo. En el narra la vida de María Paz, una joven latina que, como tantas otras, ha llegado a Estados Unidos persiguiendo la utopía. Pero el sueño americano se convierte en pesadilla cuando es acusada del asesinato de su marido, un policía blanco, y condenada a prisión. Versa sobre los inmigrantes; un homenaje a la mujer; una valiente condena a los espejismos de la prosperidad.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, Restrepo habló en detalles sobre este fascinante thriller, maravillosamente construido y sorprendentemente cómico.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre la migración?

LAURA RESTREPO: Es la historia de tres mujeres latinas: la madre y sus dos hijas indocumentadas en Estados Unidos. Es más bien narrar las aventuras de cómo entrar, de cómo pasar el muro, y cómo se sale una vez que comprueban que el sueño americano es más bien una pesadilla. Para poder construir la historia hice una investigación grande sobre lo que es la vida de los presos latinos y sobre todo de las latinas en las cárceles norteamericanas. Es mostrar esa realidad de la vida de las migrantes, el trabajo ilegal en esas maquilas hirvientes durante el verano, todo eso que deben hacer para poder tener todas las aventuras para obtener la green card. La idea surgió por el tema de las acusaciones de narcotráfico, de criminalidad, que van a parar a Estados Unidos, como es el caso de María. Personas que están presas en los Estados Unidos lejos de sus familias en medio de un idioma que muchas veces no saben hablar, en circunstancias de indefensión muy grandes, con irrespeto por sus derechos humanos, privadas del debido proceso. Creo que es una realidad colombiana muy vigente, muy fuerte y de gente a la que hay que hacerle un homenaje por su capacidad de resistir.

ENS: Pero se dice que también es un homenaje a la mujer y una crítica al capitalismo, al mundo occidental, ¿cómo lo ve usted que estuvo cerca de la realidad?

LR: Sí, la novela trata de eso, el fin del sueño americano o la constatación que hoy en día estamos viviendo con claridad en una sociedad que ya no ofrece parámetros humanos de alegría y dignidad para quienes llegan allá. Al mismo tiempo ellas son muy divertidas, muy recursivas, y de alguna manera muestran esa inteligencia agudísima de sobrevivientes.

ENS: En su caso, utilizó su puño y letra para retratar esta realidad muy vigente en la actualidad….

LR: Sí, yo creo que lo que viven ellas es una aventura muy dura, pero también muy divertida. Creo que la novela es cómica, tiene momentos muy dramáticos, pero que ellas saben sortear con imaginación, con humor, entonces me parecía que es una novela para compartir ese paso por el infierno y cómo lograr salir de él. Digamos, no dejar que la maquinaria las vuelva a pedazos. Es una aventura que me parecía que valía la pena compartir, es de ficción pero está basada en mucha investigación que hice con los presos latinos, tanto hombres como mujeres.

ENS: Usted habla de la ficción en la literatura y vemos que siempre la utiliza, ¿Se identifica con este género?

LR: Hoy en día nadie te obliga ni espera de ti que seas absolutamente fiel a un género o al otro, yo pienso que muchos autores hoy en día utilizan ese recurso, al igual que la investigación, y luego complementan o enriquecen con la ficción para hacerla más poética y más compleja, porque eso te permite armar un universo completo, el universo de los personajes y mostrarlo en su totalidad.

ENS: ¿A lo largo de su trayectoria, usted cómo ha percibido el papel de las mujeres en la literatura?

LR: Afortunadamente ya la literatura escrita por mujeres es lo cotidiano. Son muchísimas mujeres en todos lados, hay magníficas escritoras. Quizás hace unos 30 años se podría hablar del surgimiento de una literatura escrita por mujeres, hoy en día es muy corriente; sin embargo, sigue siendo muy interesante la exploración del mundo femenino, básicamente hecho por mujeres, pero también una exploración que emprenden algunos hombres, ese universo femenino tapado durante siglos, ignorado durante siglos y que se presenta como una especie de planeta sin explorar que la literatura entra a estudiar, no solo social y familiarmente, sino también en sus aspectos psicológicos y físicos. La fisicalidad el cuerpo de la mujer como un lugar tapado escondido de alguna manera. Un personaje del mundo de la cultura que abrió el paso fue Frida Kahlo, quien fue la primera en mostrar su dolor menstrual, sus órganos internos de una manera tan valiente y con un arte tan prodigioso.

ENS: ¿Qué mensaje les daría a las escritoras que están surgiendo actualmente?

LR: Que empiecen a escribir sin dudar, como si nadie las estuviera viendo, porque nadie las está viendo. Que le cuenten al mundo tal como lo ven, que hagan minihistorias de mujeres que tienen que quebrarse con tal de sobrevivir y permitir que sus hijos sobrevivan y poder estudiar, convertirse en personajes de gran fuerza y capacidad de luchar y de resistir... pero que lo hagan con pasión.

ENS: Más allá de la escritora que todos conocen por sus libros, ¿quién es en realidad Laura Restrepo?

LR: Tengo una vida muy tranquila, familiar, muy intensa. Vivo con mi hijo Pedro Saboulard, también escritor, en un lugar rodeado de naturaleza y respeto por los animales; gracias a él en este periodo trato de vivir acorde con lo que se piensa en cuanto al calentamiento global y contradicciones entre la propia vida y lo que se cree que es la defensa del planeta y de la existencia del género humano.

Premio

Con su novela "Delirio" (2004) obtuvo el reconocimiento en todo el ámbito hispanoamericano: un jurado presidido por el nobel José Saramago le otorgó el Premio Alfaguara y dos años después mereció el Premio Grinzane Cavour 2006 a la mejor novela extranjera publicada en Italia. Antes de esta narración había publicado obras como "La isla de la pasión", "Leopardo al sol", "Dulce compañía" (con la que obtuvo en 1997 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), "La novia oscura", "La multitud errante" y "Las vacas comen espaguetis", esta última dedicada al lector infantil.