Por Alejandro Munévar
Enviado Especial EL NUEVO SIGLO
PARÍS. Un mal día lo tiene cualquiera, de eso no estamos exentos, pero hay malos días que pesan más que otros y que sobre todo pueden marcar una historia, para bien o para mal. Esperemos que lo sucedido con el ciclismo de pista el día anterior sea un “parteaguas” para bien de la delegación colombiana en lo que resta de los juegos Olímpicos de París 2024.
Las expectativas que había en el ciclismo de pista desde el campamento colombiano en París 2024 eran bastante altas, Martha Bayona sostenía en sus hombros el rótulo de favorita y contendiente a la medalla en la prueba del keirin, sin embargo, los cálculos o la estrategia le fallaron.
Desde que salió en la primera prueba de keirin se vio que Bayona no logró acomodarse, se ubicó de última y por más que intentó buscar algún espacio para terminar de buena manera la que es su prueba favorita, no lo encontró. Eso sí, a pesar de haber perdido en primera ronda quedaba la posibilidad de competir en el repechaje y buscar avanzar, pero allí también las cosas fallaron y lo que era un sueño se convirtió en una pesadilla, pues terminó de última.
Las lágrimas se apoderaron de la santandereana, su entrenador, los delegados y directivos de la federación la esperaban en la zona de atletas para consolarla, pero también para saber, entender que había sucedido, cómo la subcampeona del mundo, una de las mejores exponentes del keirin a nivel mundial no había podido pasar del cuarto lugar y se quedaba por fuera de la contienda.
La respuesta no llegó nunca, Bayona se bajó de la bicicleta impávida, no salían palabras de su boca, seguramente estaba tan sorprendida como todos nosotros, las lágrimas escurrían de sus ojos y no paraban de salir, su entrenador trato de alentarla, pero Martha no reaccionaba, solamente lloraba, físicamente no había problemas, estaba bien según nos cuentan fuentes al interior del equipo, ella solamente lloraba, su compañera Stefany Cuadrado entró a su prueba de repechaje, perdió y salió a consolar a Bayona, no entendían qué pasaba.
Bayona publicó un mensaje en donde ofrecía disculpas por lo sucedido y daba a entender que el viernes intentaría en la prueba de velocidad salir a pedalear y competir.
Lo sucedido con Bayona fue un baldado de agua fría que le cayó a la delegación entera, mucho cuidado no se le puso a la prueba de velocidad de Kevin Quintero, en donde mucho no pudo hacer, ni a Cristian Ortega que alcanzó los dieciseisavos de final.
De momento las cuentas no dan, ya tenemos claro que las 9 medallas a las que aspiraba el Comité no van a llegar, quedan esperanzas, todavía en la pista con Kevin Quintero, en la lucha con Tatiana Rentería, en las pesas con Yeison López y por lo que hemos podido averiguar Yeni Álvarez ha tenido buenos entrenamientos los últimos días que nos llevan a pensar que podría sumar una medalla. Eso sí, hay más dudas que certezas.