Operación Russo | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo.
Lunes, 5 de Noviembre de 2018
Alejandro Munévar*

Cuando se pierde lo más fácil siempre es buscar culpables, un chivo expiatorio que reciba el agua sucia y de paso le salve el pellejo a unos cuantos que son los verdaderos responsables de la derrota. Como dicen por ahí, es más fácil sacar a uno que a 20.

Es el caso de Millonarios, tras la derrota 1-0 ante el Huila, en donde el conjunto embajador quedó eliminado del rentado nacional, sin chances de aspirar a un cupo en los ocho, los directivos tienen que salir a buscar un culpable para justificar lo que palabras más, palabras menos, fue un fracaso. Es evidente que Millonarios al ser un “grande” tiene que pelear siempre por las copas y los títulos, sin embargo eso no sucederá mientras sus dirigentes sigan pensando en la inmediatez de los resultados en lugar de mantener un proceso que los lleve a la gloria deportiva.

La solución más cercana para justificar lo sucedido es culpar al técnico Miguel Ángel Russo, decir que el argentino no pudo cumplir con los objetivos, que ellos (los directivos) trajeron a los jugadores que él pidió, pero que no se explican qué pasó, finalmente aprovecharán la coyuntura del final de su contrato para que se vaya sin tener que pagar la indemnización. El accionar está escrito, no es la primera ni la última vez que lo harán.

Sin embargo, hay algo que preocupa  a la directiva embajadora y que no le ha permitido realizar su movimiento, la aceptación que tiene Russo en la parcial, los hinchas del equipo se dieron cuenta que de la mano del adiestrador argentino, el club puede volver a su otrora pasado ganador, y no es para menos, Russo es un técnico campeón, a donde va siempre ha salido victorioso, sin mencionar el hecho de que fue él quien llevó al equipo a su más reciente título.

Quizá el gran problema de Russo fue haber sacado a Millonarios campeón tan pronto llegó al equipo, hinchas y directivos se ilusionaron con lo que veían en el campo, un equipo lleno de confianza con alternativas, en los pasillos del estadio decían que “se nota la mano del técnico” y mentira no era. Russo logró que un jugador que se suponía iba a salir del equipo se quedara (Andrés Felipe Cadavid), lo aconsejó, lo pulió y hasta capitán lo volvió, tomó a un grupo golpeado por el fracaso y lo sanó, lo cuidó y le dio confianza, más allá de un trabajo táctico fue un trabajo psicológico, al fin y al cabo cualquier técnico para a un equipo en el campo, pero no todos logran darle vida a un sueño y eso fue lo que hizo Russo, soñó junto a sus jugadores y logró sacarlos campeones, con una nómina sin muchos nombres rimbombantes, con puro amor y confianza convenció a sus “soldados” de que estaban para algo grande.

Mientras tanto Russo enfrentó en silencio durante meses un cáncer, lo hizo de manera estoica, nadie se enteró, se mostró siempre sereno, ecuánime, hasta digno, sin dejar espacio a comentarios o rumores. Tenía como premisa no mostrar su debilidad, nada de regalarle lágrimas a aquellos que harían de su dolor un show, combatía a la muerte de noche, entrenaba de día, siempre altivo, siempre sin dar muestra alguna de cansancio. Si eso no es muestra de lo gran profesional que es, no sé quién pueda serlo.

Pero repito, es más fácil no renovarle al técnico que asumir la responsabilidad del fracaso, no conozco al primer directivo que tenga los pantalones de salir y decir: me equivoqué, debí traer a los jugadores que el técnico pidió. Es más sencillo culpar a uno solo y no a 20 que no pudieron con la responsabilidad de cargar la camiseta azul en el campo de juego.

 

La hinchada

La hinchada ya se hizo escuchar, quieren que el argentino siga, lo han elegido a él como el comandante de su equipo, el hombre capaz de guiarlos a la victoria, los jugadores ven en Russo a un referente, a un tipo que cree en ellos y que los va a proteger de todo y de todos. Las directivas en cambio ven un gasto muy alto que no quieren seguir teniendo y ven la eliminación como la excusa perfecta para no renovar el contrato, al fin y al cabo lo que todo directivo quiere es tener una temporada exitosa al menor costo posible.

Russo hizo lo que pudo, recordemos que las directivas a comienzo de año anunciaron austeridad total, resultado: eliminación.

Si en Millonarios quieren salir campeones lo primero que tienen que hacer mañana mismo es sentarse con el profesor Miguel Ángel, ofrecerle el control total de la dirección deportiva del club, que sea él quien dé el camino y la pauta para las divisiones inferiores, que elija a quien traer al equipo de mayores y quien se debe ir, además de un contrato mínimo a tres años en donde pueda desarrollar su idea de juego, impregnar en el alma del equipo su estilo, eso sí, barato no será, pero seguro que los resultados se van a dar.

De lo contrario lo mejor es que le pasen a Russo la carta en donde le anuncian que no van a renovar el contrato y empiecen a buscar un técnico con el “perfil” para Millonarios, o mejor uno que se acomode a los presupuestos que tienen, que deje que traigan a cualquier jugador y que se lleven lo mejor que tienen, al fin y al cabo la directiva está manejando al equipo como si fuera un conjunto pequeño, de esos que busca vender un jugador al año y ya.

Millonarios merece algo más, y la única forma de conseguirlo es apostarle al proceso que Russo comenzó, pero tienen que darle las herramientas necesarias para que pueda hacer de manera correcta su trabajo, de lo contrario es como si le pidieran operar a un médico sin utensilios o a un panadero que hiciera pan sin harina, lo intentarán pero seguro que no les saldrá bien.