El sector fintech en Colombia está experimentando un crecimiento acelerado, transformando la manera en que los colombianos acceden a los servicios financieros. Según el último informe de Finnovista Fintech Radar, el número de fintechs en el país ha pasado de 200 en 2020 a 394 en 2024, lo que representa un aumento del 97% en solo cuatro años. Este auge no solo se refleja en la cantidad de startups, sino también en su impacto económico, generando más de 9,300 empleos y alcanzando al 76% de la población digital activa.
Las fintech están impulsando el crecimiento económico de Colombia al aumentar los ingresos del sector y dinamizar el comercio electrónico, convirtiéndose en un factor clave en la evolución de los servicios financieros. En 2023, el 47,2% de estas empresas reportaron ingresos entre US$1 y US$500, y un 28,7% entre US$500 mil y US$5 millones, lo que subraya su relevancia económica. Entre 2017 y 2021, los ingresos del ecosistema Fintech crecieron un 27% anual, alcanzando los $3,7 billones en 2021, lo que representó el 0,31% del PIB.
“El crecimiento de las fintech en Colombia ha sido impulsado por una combinación de factores: la creciente demanda de crédito entre consumidores y PyMEs, el acceso a Internet y dispositivos móviles, y la necesidad de soluciones financieras más accesibles y sostenibles. Las fintech han revolucionado la experiencia del usuario, eliminando la necesidad de traslados físicos y papeleo, y ofreciendo soluciones innovadoras que responden a las necesidades de una población sub-bancarizada”, señala Lorenzo Villegas-Carrasquilla, Socio de CMS Rodríguez-Azuero.
De cara a los próximos cinco años, el panorama para las fintechs es prometedor. Con una demanda creciente de servicios financieros más ágiles y accesibles, se espera que estas empresas sigan liderando la transformación del sector financiero en Colombia y más allá. Fintechs como Daviplata, Nequi y RappiPay están a la vanguardia, ofreciendo soluciones innovadoras que optimizan la experiencia financiera de los usuarios.
“Las fintechs ofrecen ventajas significativas frente a los bancos tradicionales, como soluciones innovadoras (por ejemplo, factoring y confirming), una mayor inclusión financiera y una experiencia de usuario más ágil y sencilla. Además, fomentan la competencia y mejoran los servicios financieros”, añade Lorenzo Villegas-Carrasquilla.