Las protestas campesinas y de transportadores han generado mucha expectativa y temores ante el rumbo que pueda tomar el crecimiento de la economía.
Sin embargo, el Producto Interno Bruto, PIB, cuyo dato debe ser conocido el próximo 16 de septiembre, no va a percibir esta situación pero sí serán inducidos otros elementos de coyuntura que principalmente están llegando del exterior.
Tanto la crisis financiera de Europa, así como la lenta recuperación de la economía de Estados Unidos, son factores que están incidiendo para que el rumbo de la economía nacional no sea consistente.
Para los mercados, las protestas, sumadas a los paros laborales de trabajadores de la industria extractiva, especialmente del carbón, generan nuevos riesgos que reducen la estimación de crecimiento para el año total a 3,8 por ciento, contra el 4 por ciento que proyecta el Gobierno.
Sin duda la economía colombiana viene registrando choques significativos de oferta que pueden limitar el mejor desempeño económico proyectado para el segundo semestre de 2013. Por ejemplo, la Drummond, que es la empresa que extrae cerca del 30% de la producción anual de carbón en Colombia, completa 37 días de suspensión de sus actividades y se prevé que este hecho se mantendrá hasta octubre.
La menor actividad en la Drummond ha generado que se disminuya, en promedio, 85 mil toneladas de producción de carbón por día, lo que equivale a una reducción de 3,14 millones en lo corrido del paro.
Adicionalmente, otro centro de producción de carbón como es la mina La Francia tiene suspendida su actividad por disputas corporativas y laborales. Esto implicó que se perdiera una producción cercana de 1,8 millones de toneladas de carbón.
Esto permite prever que la meta de producción de carbón en Colombia para 2013 pasaría de 94 millones de toneladas a 89,05 millones, lo que a su vez implicaría una reducción en 0,16% frente a la producción registrada en 2012.
Asimismo, se ha observado una disminución del precio internacional del carbón, el cual pasó de un promedio de US$58 por tonelada en 2012 a US$55 por tonelada en 2013.
Estos choques son contrarrestados parcialmente por la depreciación reciente del tipo de cambio, en donde el peso se ha depreciado, en promedio, cerca de 2,73% en lo corrido del año.
Con lo anterior, se considera que el sector de explotación de minas y canteras ya no crecería 8,4%, como se habrá presentado con un escenario de cumplimiento de la meta de producción de carbón, sino que mostraría un crecimiento de 2,6%.
Así mismo, por efecto directo de un menor crecimiento del sector de minería, la contribución al crecimiento del PIB disminuiría en 8 puntos básicos. Adicionalmente, por la relación del sector de la minería con otros sectores productivos, se generaría un efecto indirecto negativo adicional de 2,8 puntos.
Por la reducción en la producción de carbón, más la menor dinámica del sector agrícola y de transporte, se estima un impacto negativo sobre el crecimiento de 2013, de al menos 0,11 puntos porcentuales.
Implicaciones
Con una recuperación menor que la inicialmente estimada, se proyecta que el Banco de la República mantendría su tasa de intervención estable hasta el primer trimestre de 2014. Lo anterior, también estaría en línea con la menor dinámica que ha presentado la actividad industrial.
En este sentido, la tasa de intervención actual de 3,25% es altamente expansiva (0,80% en términos reales) constituyéndose en un soporte para el crecimiento del consumo, de la actividad del crédito y de la inversión de las empresas.
Pero también se mantienen las perspectivas de un mejor comportamiento en el segundo semestre frente al inicio del año. Esto sustentado en una positiva dinámica del sector de la construcción de edificaciones, un nivel de tasa de cambio más depreciado frente al observado en 2012 y una perspectiva de mayor ejecución del presupuesto nacional y de las entidades territoriales.
Las tasas de interés
En su última reunión, el Banco de la Repúblicamantuvo la tasa de interés de referencia inalterada en 3.25%, en línea con la previsión de la mayoría del mercado. Sin embargo, en esta ocasión la decisión fue adoptada por mayoría, por lo que la Junta Directiva (JDBR) sorpresivamente discutió la posibilidad de un nuevo recorte de tasas, generando una mayor incertidumbre en cuanto a la trayectoria futura de la política monetaria.
Resulta probable que la discusión de un nuevo recorte de la tasa haya estado en buena parte explicada por la delicada situación acontecida por cuenta del paro agrario, el paro de la minera Drummond (segunda productora de carbón del país) que suma 40 días y la debilidad que mantienen varios sectores de la industria. Así, no cabe duda de que la decisión de la Junta en su reunión de este mes será completamente data-dependent, con lo que la publicación del dato del PIB del segundo trimestre (19 de septiembre) y producción de la industria en julio será relevante. Así mismo, un deterioro de la confianza por cuenta de la situación reciente a nivel local y la eventual continuidad de paros, impondrían mayores presiones para un nuevo recorte de la tasa de referencia.
Consumo y demanda
La nueva información de comercio exterior y de demanda interna sugiere un crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2013 mayor que en el primero. El consumo de los hogares y la inversión en obras civiles y edificaciones probablemente crecieron a una tasa algo mayor. Por el lado de la oferta, la aceleración se daría en la minería, la agricultura y el comercio, mientras que la industria se contraería nuevamente aunque de forma menos acentuada. Con lo anterior, el equipo técnico mantuvo su pronóstico en el segundo trimestre en un rango de 2.5% a 4.0%, con 3.4% como cifra más probable. Para todo 2013 el intervalo se mantiene entre 3.0% y 4.5%, con 4.0% como dato más factible. Es de esperar que la economía aumente a lo largo del año en la medida en que el gasto agregado reaccione a las medidas previas de política monetaria y a los programas que viene ejecutando el gobierno nacional. No obstante, los riesgos a la baja de estas proyecciones se han incrementado recientemente.
La inflación
Los mayores impactos sobre la dinámica de producción y transporte de alimentos de las protestas campesinas y de transportadores se observaron en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Caquetá, Casanare, Cauca, Huila y Putumayo. Por tanto, el incremento de los precios por los paros tiene un efecto directo sobre el grupo de los alimentos perecederos, los cuales registran una ponderación aproximada del 3,88% dentro del IPC total.
El incremento observado de los precios de los alimentos perecederos, ponderados por la participación de cada uno de ellos dentro del IPC nos permite estimar que el impacto del paro sobre los precios tendría un impacto sobre la inflación mensual de agosto, entre 4 puntos básicos y 7 puntos básicos. El escenario central era de una inflación mensual de 0,10% en agosto. Sin embargo, con el choque estimado de los paros, esta podría ubicarse entre 0,14% y 0,17%. El choque no es mayor, en la medida que los llanos son el principal centro de abastecimiento de alimentos de Bogotá. En esta zona no se han registrado anomalías en la producción agrícola. El comportamiento histórico de los precios de los alimentos permite evidenciar que durante el mes de paros se registra un incremento de la inflación.
Comercio exterior
Con el crecimiento de 5,6% de las exportaciones totales en el mes de junio, Colombia vuelve a retomar el rumbo del crecimiento exportador, lo que hace prever que este indicador tendrá un mejor comportamiento en el segundo semestre de 2013. Si bien el resultado de las ventas externas, obedeció al aumento de 11,5% en las ventas de combustibles y productos de las industrias extractivas, también el incremento de 2,8% de las manufacturas incidió en la cifra final. Las ventas externas totales vuelven a crecer después de 7 meses de tasas negativas. Por otra parte, y debido a la disminución de 1% en las importaciones, en el primer semestre de este año, Colombia registró un superávit en su balanza comercial de US$1.759 millones. Este resultado ratifica el mejor comportamiento de las exportaciones respecto a las compras externas. Fue así como la balanza comercial total con países con acuerdo fue superavitaria en US$846,3 millones en el período enero-junio de 2013, explicó el funcionario. Entre enero y junio, el 95,3% de los bienes importados se dirigió a la industria, mientras que el 0,3% tuvo como destino el sector minero y el 4,4% el agropecuario. En junio las importaciones colombianas disminuyeron 15,5%, con relación a igual mes de 2012, al pasar de US$5.100 millones CIF a US$4.311 millones CIF.
La tasa de cambio
De acuerdo con la última encuesta de opinión financiera, EOF, de Fedesarrollo, alrededor de 65 por ciento de los administradores encuestados espera una depreciación del peso en el próximo semestre. Durante la recolección de los datos de la EOF de agosto, la Tasa Representativa del Mercado, TRM, publicada por el Banco de la República se ubicó en una sola ocasión por encima de 1.900 pesos. En cambio, en los últimos días se ha ubicado sistemáticamente por encima de ese nivel. Relacionado con esto, los resultados más recientes de la consulta revelan que la porción de administradores que estima una depreciación del peso colombiano en los próximos seis meses pasó de 50 por ciento a 65 por ciento, mientras que 17,5 por ciento de los consultados espera una apreciación y el mismo porcentaje considera que se mantendrá igual. Así, el balance sobre expectativas de depreciación se ubicó en niveles altamente favorables para los productores de bienes transables y en la medición de agosto se ubicó en 47,5 por ciento, el segundo registro más alto a lo largo de la historia de la EOF. De otra parte, al comparar las respuestas de agosto de 2013 con las del mismo mes de 2012, se identifica una disminución significativa de la relevancia de la política monetaria interna.
Crecimiento
Al paso que va el país, la economía está más cerca de crecer 3.5% que del 3.8% hasta ahora esperado para el 2013, como lo asegura ANIF. El cúmulo de noticias desalentadoras ahora incluye persistentes paros y bloqueos a la actividad económica local, además del contagio internacional, antes comentado. Frente al inveterado “optimismo” gremial, el DANE reportó que la producción industrial se contrajo a ritmos del -3.4% durante el primer semestre del 2013 (vs. +1.3% en 2012). El comercio minorista, aunque ha mostrado alguna recuperación en meses recientes, tan sólo creció 2.9% durante el primer semestre de este año (vs. +3.8% un año atrás).
Es clara la tendencia de desaceleración de la economía colombiana frente al crecimiento del primer semestre del 2012 (5% anual), la cual seguramente se agravará por cuenta de los persistentes paros-huelgas y los negativos “efectos riqueza” provenientes del contagio internacional.
En síntesis, los principales índices líderes nos muestran una tendencia de desaceleración de la economía colombiana, incluso antes de tener en cuenta los lastres de los paros-huelgas y los destrozos en los mercados emergentes.