Inflación en agosto sería de 0,24% y la anual seguiría bajando lentamente | El Nuevo Siglo
OTRA VEZ, el precio de los alimentos en agosto no fue un factor que presionara la inflación. /ENS - archivo
Miércoles, 4 de Septiembre de 2024
Redacción Economía

EL COMPORTAMIENTO de la inflación en agosto, va a continuar con su lento descenso, como ya viene sucediendo en junio y julio de este año. Este resultado, que con seguridad se va a revertir en septiembre por el impacto del paro camionero, llegaría a 0,24% durante el mes y la cifra anual se ubicaría en 6,37%.

Así lo prevé el análisis realizado por el equipo de investigaciones económicas del Bancolombia, liderado por Laura Acuña, y conocido por EL NUEVO SIGLO.

Entre los argumentos de este comportamiento, los economistas señalan que “continuaría avanzando el proceso de desinflación luego del favorable resultado de julio, cuando la métrica anual se ubicó en 6,86%. De materializarse la expectativa para agosto, la cifra confirmaría cómo el ritmo de desinflación (de retroceso mensual de la inflación anual) será más lento en adelante, dada la elevada dependencia respecto al comportamiento de la inflación en el rubro de servicios, que es altamente susceptible de la indexación. Entre tanto, a pesar del ritmo de avance de la demanda interna y una tasa de cambio superior a los $4.000 en las semanas más recientes, no se observan presiones alcistas en otros segmentos”.

Respecto al comportamiento de los bienes, los investigadores indican que “luego del retroceso mensual de julio, esperamos un incremento bajo para agosto. Las campañas de promociones que adelantaron los comercios en diferentes segmentos habrían evitado una mayor aceleración de la inflación mensual. No obstante, resaltamos que la devaluación reciente puede revertir parcialmente la dinámica deflacionaria observada en vehículos”.

Regulados

En lo referente al rubro de regulados, “esperamos una inflación mensual baja, de 0,33%, gracias a un buen comportamiento de las tarifas de energía eléctrica. La normalización de la producción de energía de fuentes hídricas en el país sería una de las claves, mientras los ajustes en peajes y de los combustibles son elementos que habrían presionado moderadamente al alza”.

Señala el informe que en el tema de los alimentos, “nuestras estimaciones a partir de la información de alta frecuencia apuntan a una dinámica benévola en el segmento de perecederos. La mayor normalidad de las condiciones climáticas estaría favoreciendo la producción de alimentos, mientras la inflación en el rubro de procesados se ha mantenido estable en un nivel bajo”.

Asimismo, en la cuestión de servicios, los analistas dicen que “continúan las presiones derivadas del efecto indexación, particularmente en el rubro de arriendos. Prevemos una inflación mensual de 0,36%, que implica una indexación de casi un 86% respecto a la inflación de cierre del año pasado. La fuerza del efecto se ha venido atenuando, pero continúa siendo el fundamental más importante del comportamiento de los precios y tarifas en este segmento”.

Los ajustes

Puntualizan que “una inflación de 0,24% en agosto es acorde con nuestro escenario de un registro anual de fin de año de 5,7%. Sin embargo, el reciente ajuste de $1.904 en el precio de venta minorista del diésel generaría una presión al alza, que podría sumar cerca de 0,4% a la inflación de cierre de 2024 frente a nuestra expectativa anterior”.

Indican que “vale la pena mencionar que este efecto dependerá de las dinámicas del impacto de los costos a los bienes finales, por lo que podría verse una dinámica muy paulatina de transmisión a lo largo de los próximos meses. Estaremos incorporando el potencial efecto de los anuncios sobre el precio de venta minorista del ACPM en nuestro nuevo escenario de proyecciones, que publicaremos el próximo 18 de septiembre”.

Por otra parte, un informe de ANIF, indica que “para agosto la inflación de alimentos calculada a partir del Sipsa se ubicaría en 2,01% anual. El aumento puede atribuirse principalmente a la influencia de los fenómenos climáticos (fenómeno de El Niño durante una parte del primer semestre del año y fuertes lluvias en algunas regiones del país en los últimos meses), afectando las cosechas y, por tanto, disminuyendo la oferta de productos agrícolas”.