TODAS LAS empresas que hayan alcanzado ingresos iguales o superiores a 40.000 Salarios Mínimos Legales Vigentes (SMLV), es decir $52.000 millones, al corte del 31 de diciembre del año pasado, o las compañías de los sectores minero-energético, manufactura, construcción, turismo, telecomunicaciones y nuevas tecnologías, que hayan registrado activos mayores o iguales a 30.000 SMLV ($39.000 millones) en la misma fecha, deben dar cumplimiento a la presentación del Reporte de Sostenibilidad ante la Superintendencia de Sociedades.
Si bien, el ente regulador, informó recientemente que este documento no es de implementación obligatoria, por ahora, si lo será a partir de 2025, y por eso invita a todas las organizaciones a dar este paso, e incluir en sus programas de cumplimiento este reporte.
Vale recordar que Colombia como miembro activo de la ONU, tiene que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), compromiso que se debe materializar a través de la ejecución de diferentes iniciativas que permitan transformar y mejorar los recursos del entorno, los cuales generan una afectación directa a la población en materia social, económica, cultural y política.
Este compromiso no es ajeno al sector empresarial, que permanentemente está evaluando y midiendo el impacto de su operación en temas sociales y ambientales.
Precisamente, el resultado de ese “corte de cuentas” es lo que hoy se conoce como el Reporte de Sostenibilidad, a través de cual se debe informar a los grupos de interés, entre ellos colaboradores, clientes o usuarios, inversionistas, medios de comunicación y comunidad en general, las prácticas sostenibles que la empresa está haciendo en cada uno de sus modelos de negocio.
De acuerdo con la SuperSociedades y Tusdatos.co, Santiago Hernández, fundador y CEO de Tusdatos.co, dice que la sostenibilidad no debe verse solo como una obligación legal, sino como una oportunidad estratégica para diferenciarse en el mercado. “Incorporar prácticas sostenibles, no solo cumple con las normativas, sino que también fortalece la reputación, aumenta la eficiencia operativa y genera confianza entre los grupos de interés de las empresas”, señala.