EN SUS perspectivas para los sistemas bancarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, Moody's Ratings sostiene que los hallazgos dan cuenta de las condiciones actuales y futuras de los sectores bancarios de estos mercados durante los próximos 12 a 18 meses, y se analizan las áreas de estabilidad y crecimiento potencial.
Respecto a Colombia la firma dice que la perspectiva del sistema bancario colombiano se mantiene estable, aunque nuestra proyección de las operaciones bancarias sigue siendo desafiada por un segundo año consecutivo de crecimiento económico por debajo de la tendencia, mientras que la inflación y las tasas de interés tardan más en disminuir en comparación con los pares de la región. Las condiciones operativas seguirán ejerciendo presión sobre la calidad de los activos y la rentabilidad, aunque esperamos que se mantengan estables tras el deterioro de 2023.
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“Las perspectivas de los sistemas bancarios de América Latina son diversas y reflejan las condiciones económicas y operativas únicas de cada país. En términos generales, observamos una tendencia positiva en el crecimiento de los préstamos, la calidad de los activos, el repunte gradual de las inversiones en la región y la confianza de los consumidores que respaldará a las operaciones bancarias en 2024. Sin embargo, algunos países enfrentan desafíos, pese a una dinámica económica mayormente positiva, generados por factores como la inflación y los cambios de políticas. A pesar de estos desafíos, los fundamentos financieros de los bancos en general se mantienen sólidos, respaldados por una fuerte rentabilidad, capitalización adecuada y altas reservas de liquidez”, afirma Ceres Lisboa, associate managing director de Moody's.
Sostiene el informe que la confianza de los consumidores y la capacidad de pago de deudas de los prestatarios se verán favorecidos por la inflación dentro del rango objetivo del banco central, los mercados laborales favorables y la flexibilización de la política monetaria. El entorno operativo de los bancos se mantendrá estable, ya que la mejora de las condiciones macroeconómicas compensará el lento crecimiento económico. Asimismo, la calidad de la cartera seguirá mejorando gradualmente.