LUEGO DE un “muy bajo crecimiento” y un marcado nivel de desaceleración que contrajeron la actividad económica durante tres meses consecutivos de 2023, la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) reveló que este año se dibuja un panorama complejo en el que resulta indispensable trabajar en una agenda de reactivación que trace la ruta de crecimiento urgente.
“El reto no es menor: es necesario contar con un ambiente favorable a la inversión donde sea posible gestionar los imprevistos y la volatilidad en los mercados, pero donde logremos reducir la incertidumbre jurídica y logremos mensajes claros por parte del gobierno en temas de política pública”, indicó la ANDI en su más reciente informe “Balance 2023 y Perspectiva 2024”.
En torno al difícil escenario económico en Colombia para los próximos 12 meses, la Asociación presentó una serie de elementos indispensables para la reactivación financiera, empezando por las reformas de salud, laboral y pensional.
“En la reforma de salud, consideramos importante no perder lo que se ha logrado durante varios años en materia de administración del riesgo, la posibilidad de elección de los pacientes y efectivamente, la iniciativa se concentre en aspectos que es conveniente mejorar como la cobertura rural, el acceso de oportunidad a las citas y el desarrollo tecnológico”, establece el informe.
En torno a la reforma laboral, es importante que sea un proyecto que genere empleo y reduzca la informalidad.
“Los resultados indican que en el corto plazo (año 2024) la reforma que más afecta al crecimiento económico es la reforma laboral, reduciéndolo en 0,5 puntos porcentuales (pp), al pasar de crecer un 2,7% en un escenario sin reformas a un 2,2% en el escenario con reforma laboral, esto, debido a una mezcla de efectos directos e indirectos”, establece el documento.
Los directos se explicarían por el incremento de los costos salariales y no salariales, los cuales, empresas pequeñas y medianas no pueden sostener, disminuyendo la demanda de empleo, y provocando que la fuerza laboral se desplace hacia el desempleo y la informalidad.
“Los efectos indirectos, consisten en cambios de la composición de la oferta agregada de bienes en la economía, incrementando la participación de la producción informal, con consecuencias negativas para las finanzas públicas, vía menor recaudo de impuestos (renta empresas, IVA e ICA), y menores contribuciones al Sistema de Seguridad Social”, destacó.
Sobre la reforma pensional, la ANDI también destacó una serie de efectos negativos, los cuales se explican “porque las contribuciones de los trabajadores de hasta 3 SMMLV que cotizan a pensión, pasarían al Régimen de Prima Media (RPM), por lo que se reduciría el valor de los Fondos del Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS), perdiendo ahorro de los hogares que contribuían a la inversión agregada. El RPM empezaría a pensionar más personas que el RAIS, llegando un punto en donde el gasto en prestaciones de Servicios de Seguridad Social en Pensión superará a las contribuciones, y, por lo tanto, se aumentarán las necesidades de transferencias del Gobierno nacional al RPM con recursos del PGN, que se traduce en un en menor espacio para inversión y gasto público”.
“Así las cosas, tenemos espacio para solicitar al Congreso que tome decisiones responsables. También, que los escenarios de discusión sean espacio para que se debatan las propuestas de los distintos actores que tienen que ver con el tema. Es decir, en el caso de la laboral, se involucren a empresarios, emprendedores, aplicaciones de la economía colaborativa, trabajadores y academia”, destacó la ANDI.
Geoeconomía e inflación
Según el informe de la ANDI, “los pronósticos de crecimiento mundial de diferentes entidades se han corregido a lo largo del año, pero la cifra de crecimiento ha estado entre 2,8% y 3%. Para 2023, el último World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional plantea un crecimiento a nivel mundial del 3%, sin presentar variaciones respecto al Outlook de julio. Sin embargo, el pronóstico para 2024 se redujo en el último Outlook, al pasar de 3,0% a 2,9%, en comparación a la cifra presentada en julio”.
“El crecimiento regional, tanto para 2023 como para 2024, es bastante heterogéneo. El crecimiento de los países emergentes y en desarrollo en Asia está proyectado en 5,2% para 2023 y en 4,8% para 2024. Estas cifras contrastan drásticamente con el pronóstico de tan solo 0,7% en 2023 y 1,2% en 2024 en la Zona Euro. Por su parte, la región de América Latina y el Caribe tiene un crecimiento proyectado del 2,3% para ambos años”, puntualizó.
“Es necesario que la región cuente con un entorno macroeconómico favorable para atraer mayores flujos de capital hacia todos los sectores, por ejemplo, servicios (servicios financieros; electricidad, gas y agua; información y comunicaciones; y transporte), industria manufacturera y minero-energético. Los principales inversionistas de la región son Estados Unidos (38%) y la Unión Europea (17% excluyendo a Países Bajos y Luxemburgo), Países Bajos y Luxemburgo (12%), América Latina y el Caribe (14%), Canadá (4%), China y Hong Kong (3%) y otros orígenes (11%)”, recomendó.
En cuanto al sector construcción de la vivienda en Colombia, se recomienda enfocar los esfuerzos “en detener la caída en ventas si queremos evitar en los próximos meses una contracción mayor de las iniciaciones y el impacto sobre cerca de 170 líneas productivas asociadas a la construcción”.
De acuerdo a la ANDI, es fundamental concentrar esfuerzos del Estado en la reactivación económica, por medio del estímulo a los subsidios en VIS. Adicionalmente, consideró necesario la aplicación de proyectos de infraestructura, así como la generación de confianza en el sector.
Con relación a la inflación, “se espera una moderación en la tasa de inflación, aunque continuaremos alejados del rango meta del Banco de la República y se espera que esta meta se logre hacia el 2025. De todas maneras, es importante continuar con un estrecho monitoreo de la inflación, teniendo en cuenta que las presiones inflacionarias no se han eliminado: el sector del transporte y los aumentos previstos en los combustibles, continuarán siendo determinantes. Igualmente, está la presión de los precios internacionales, el impacto de un anunciado Fenómeno de ‘El Niño’ donde afecta el precio de los alimentos y las tarifas de la energía eléctrica”.
“Terminamos 2023 en un dígito, pero muy por encima del 4%, rango máximo definido por el Banco Central, que mantuvo una política monetaria con tasas de interés que aumentaron de 3% a principios del 2022 al actual 13%, resultado de la primera baja en 2 años. Tendencia que esperamos continúe en 2024”, destacó.
En torno al Fondo de Estabilización, la ANDI aseguró que “el déficit de 2023 será pagado parcialmente en 2024, según el PGN 2024, se contempla el pago de 15,4 billones de pesos en 2024 y los 2,4 billones faltantes se compensarán parcialmente con el superávit que el FEPC produciría en ese mismo año”.
Decisiones responsables
La ANDI afirmó que la prioridad es implementar una estrategia de crecimiento para “generar más y mejores empleos. Teniendo en cuenta las proyecciones de crecimiento económico presentadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), estas se quedan cortas para cumplir con las necesidades sociales del país”.
También sugirió que la agenda de crecimiento colombiana debe ser ambiciosa y con una visión de largo plazo, tanto de sostenibilidad como de internacionalización.
“El tema de competitividad necesariamente debe formar parte de la agenda del gobierno, de los empresarios, de la academia y de la sociedad en general; nuestros indicadores en los diferentes rankings presentan pocos avances y el dato negativo de productividad multifactorial es un ejemplo claro de los grandes retos que tenemos por delante”, destacó.
Además, con base al escenario actual y la evolución reciente, el pronóstico de crecimiento para el próximo año estará entre 1% y 1,5%.
“Esta no puede ser nuestra meta, la tarea de los empresarios es continuar con sus proyectos de inversión, crear empresa y posicionarse en los mercados nacionales e internacionales. El gobierno debe empezar a ejecutar una estrategia de crecimiento que incluya los proyectos de inversión, la política de reindustrialización y unas iniciativas de política pública que le den confianza a inversionistas nacionales y extranjero”, manifestó.