El gigante chino de telecomunicaciones Huawei anunció un beneficio neto en alza aunque un descenso en su actividad, en un contexto de intensa campaña de Estados Unidos y otros países contra la firma por supuesto espionaje.
El grupo, con sede en Shenzhen (sur de China) y sospechoso de espiar para el gobierno de Pekín, aumentó su beneficio neto en 25% en 2018, a 59.300 millones de yuanes (Eur 7.900 millones, US$9.500 millones).
Las ventas de Huawei, en efecto, mejoraron en un 19,5% respecto al período precedente, en gran parte impulsadas por los smartphones y las tablets, que representan más del 45% de su volumen de negocios.
Negocios
En cambio, el grupo chino ha reducido su volumen de negocios en su rama de infraestructuras en 1,3% en 2018, contra un alza de 2,5% el año anterior.
Este mal indicador parcial es la primera señal tangible del impacto de la presión estadounidense sobre Huawei, considerada la empresa líder a nivel global en la tecnología de telecomunicaciones 5G, la futura generación de conexión ultra rápida para dispositivos móviles.
Pero Washington insiste en que Pekín utiliza su influencia sobre la empresa para espiar las comunicaciones de los países que usarían la tecnología de Huawei.
Por ello, desde el año pasado Estados Unidos ha aumentado la presión sobre sus aliados para que eviten acudir a los servicios del grupo chino.
Sin embargo, la Casa Blanca no ha aportado las pruebas -al menos públicamente- para sustentar las acusaciones contra Huawei.
Impacto
“Las preocupaciones en materia de seguridad tienen un impacto sobre Huawei, ya que cada vez más países imponen restricciones al material relativo a la red de la empresa”, analiza Brock Silvers, director general del gabinete Kaiyuan Capital.
El último episodio provino de parte de Londres, que aludió el jueves a los “nuevos riesgos” que generaría Huawei para la seguridad de las redes de telecomunicaciones del Reino Unido.
“Esta campaña lanzada por Estados Unidos apenas ha comenzado, y es poco probable que se difumine rápidamente”, según Brock Silvers, que alude además al contexto de conflicto comercial y diplomático entre China y Estados Unidos.
La detención en diciembre de la directora financiera de Huawei en Vancouver (Canadá), a solicitud de la justicia estadounidense, supuso un golpe para la empresa china.
Se sospecha que Meng Wanzhou mintió a varios bancos para que Huawei accediera al mercado iraní entre 2009 y 2014, violando así las sanciones de Washington. Corre el riesgo de ser extraditada a Estados Unidos.
Dificultades
En la publicación este viernes de sus resultados anuales, el gigante chino de telecomunicaciones reconoció implícitamente la existencia de dificultades, y prometió hacer todo para superarlas, en un comunicado titulado “En la adversidad, un crecimiento en alza”.
“Hacia el futuro haremos todo lo que esté a nuestro alcance para sacudirnos las distracciones externas, mejorar la administración y hacer progresos hacia nuestros objetivos estratégicos”, señaló en la nota el líder de la firma, Guo Ping.