Las relaciones con China | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Mayo de 2015

*El intercambio cultural y económico

*Tres décadas y media de integración

La  reciente visita a Colombia del primer ministro de China, Li Keqiang, en ocasión de los 35 años de relaciones bilaterales, se vino tejiendo de manera cuidadosa entre las cancillerías de ambos países, ya que el gobierno Santos le ha dado prioridad a fortalecer la Alianza del Pacífico, no solamente para aumentar la integración con la primera potencia asiática, sino con las demás naciones de la región.

La de días pasados fue la cumbre más importante que ha realizado nuestro país con un Primer Ministro de China. En este caso, Li Keqiang  vino acompañado no sólo de altos funcionarios en los más diversos ámbitos políticos, económicos, sociales e institucionales, sino también de una delegación cultural de alto nivel, encabezada por el Premio Nobel de Literatura, Mo Yan, un aspecto de la gira que merece especial atención.

La famosa pluma, en un conversatorio con escritores y poetas colombianos que se efectuó en el Palacio de San Carlos, coordinado por el Ministerio de Cultura, se refirió a su honda admiración por Gabriel García Márquez, con el que pensaba reunirse en alguna oportunidad para manifestarle su afecto, sin poder hacerlo por el fallecimiento del Nobel colombiano.

Sorprendieron las palabras de Mo Yan sobre lo que debe ser la producción literaria. “Cuando cambia la realidad también cambia nuestra fantasía, por eso los escritores debemos ir  con los tiempos si queremos avanzar”. Por lo mismo -agregó- “tenía pensado decirle a Gabo: señor, en mi sueño tomaba café colombiano con usted y ese café colombiano tiene el mismo sabor del té verde de China”. Sostuvo que soñaba con visitar la tierra de Gabo, ese mundo mágico del que surgió Macondo y que consiguió universalizar a través de Cien años de soledad. Mo, con la aprobación tácita del Primer Ministro y con la idea de fomentar el conocimiento entre las dos culturas, solicitó que se traduzcan las mejores obras chinas y de autores colombianos de las últimas décadas, con el fin de profundizar la integración cultural.

Los escritores colombianos, a su vez, hicieron eruditas referencias a sus lecturas de poemas chinos y el influjo de esa literatura en plumas locales como las de Guillermo Valencia y otro puñado de autores. Es de destacar que se pasó por alto a Nicolás Tanco Armero, uno de los pocos colombianos que a mediados del siglo XIX visitó China y el único que dejó valiosos testimonios de sus experiencia en un libro sobre ese viaje y otro donde relata su periplo por Japón. El encuentro se enriqueció con la manifestación del Primer Ministro chino, cuando afirmó que es fundamental “respetar la diversidad de las civilizaciones”.

Ya en otros campos de la visita, y como suele estilar la diplomacia china, los temas más profundos y complejos sobre otras reuniones que sostuvieron con autoridades colombianas no se hicieron públicos, salvo generalidades. Por ejemplo, trascendió que entre los asuntos macro que interesan a China figura de manera prioritaria financiar una línea férrea que comunique el Pacífico y el Atlántico, que tendría 250 kilómetros, así como ampliar el ferrocarril del Carare, ambos proyectos multimillonarios y prioritarios para avanzar en el comercio con Asia. Igual se avanzó en acuerdos sectoriales para aumentar el acceso a los mercados comunes, sobre todo de productos tropicales como el café y el aceite de palma al Asia. Lo mismo se espera  concretar en materia de hidrocarburos y minería más y mayores inversiones de ese país en Colombia. Incluso, China estaría interesada en participar en proyectos macro que reclamaría la periferia colombiana en tiempos de paz.

El músculo financiero chino es uno de los más poderosos del mundo y su diplomacia facilita multimillonarios proyectos. Corresponde ahora a ambos países trabajar para que lo acordado sea una realidad en el corto, mediano y largo plazos. Incluso el presidente Juan Manuel Santos se refirió al poderío asiático, dijo que “China ha sido siempre una nación inmensa para los colombianos” que evoca leyendas de “poderosas dinastías”. Sin duda el motor de la integración aquí debe ser la Alianza del Pacífico y es clave que haciendo uso de la más alta política y dinamismo gubernativo la profundización de las relaciones colombo-chinas entrará en una etapa más proactiva y beneficiosa.