El plazo establecido para el cumplimiento de los objetivos del milenio, que abarca entre otros el propósito de reducir la pobreza extrema, detener la extensión del SIDA, y la garantía de acceso a la educación, en especial la primaria en muchas regiones del mundo a las que aún no llega tan indispensable y básico derecho, se acerca. Es en el 2015. Son grandes los esfuerzos tendientes a lograr que se realice lo prometido.
Es obvio que tantas necesidades en el planeta no se van a satisfacer aun si lo propuesto en estos objetivos para el año próximo se consigue. La tarea tiene que continuar después de 2015 con grandes programas de desarrollo. Los objetivos del milenio serán poderoso estímulo hacia la conquista de un mundo más justo y equitativo, donde el bienestar pueda irrigarse a millones de personas que se debaten en condiciones infrahumanas. Metas muy grandes pueden alcanzarse si hay voluntad de la sociedad civil, los gobiernos y organizaciones diversas que se empeñen en este fin humanitario y social. En este cometido la ONU es clave para avanzar en tan loable designio.
Se recuerda que hace veinte años en la Conferencia de El Cairo hubo coincidencia entre 179 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas y otros que participaron en el sentido de que los seres humanos deben ser el centro de las iniciativas y proyectos que promuevan el desarrollo económico y social. Aunque se ha progresado bastante, en especial en salud, falta mucho por hacer. En el combate a enfermedades como la malaria se salvaron millones de vidas Hay que resaltar no obstante que en no pocos países las desigualdades persisten, incluso más que hace dos décadas.
Esto requiere mayor esfuerzo para cerrar esa brecha entre la opulencia y la pobreza. En Colombia hay que destacar el empeño de los gobiernos en áreas como la educación, el empleo, la vivienda. En especial la presente administración tiene para mostrar en reducción del desempleo, programas bandera como el de las casas sin costo, y muchos otros adelantos en lo social. Sin embargo, es una tarea que debe ser ininterrumpida con la mira puesta en hacer un país cada vez más equitativo y con oportunidades para todos. A escala global, hay grandes avances, pero se requiere mucho más. En eso siguen trabajando multitud de instituciones con la mira en cumplir lo prometido para 2015.