No ha sido positivo el arranque de este año en materia de seguridad vial. Si bien es cierto que las cifras de accidentalidad en el puente festivo del pasado 6 de enero disminuyeron frente a la misma fecha del año anterior, se han producido una serie de siniestros graves en varias regiones del país y con un alto saldo mortal.
El último de estos incidentes se produjo la noche del jueves pasado, cuando una camioneta de servicio público cayó a un abismo en el kilómetro 112 de la vía Pasto-Mocoa, dejando seis personas muertas y cinco más heridas. Por el mismo estilo se han presentado varios siniestros, el más grave de ellos el ocurrido el pasado 3 de enero, cuando un bus intermunicipal también se accidentó en la vía Pasto-Rumichaca, causándole la muerte a trece pasajeros en tanto que casi una treintena resultaron con lesiones de distinta gravedad. Un día después en la vía Medellín-Bogotá, otro bus interdepartamental perdió el control y terminó en una quebrada, perdiendo la vida tres de sus ocupantes… A lo anterior, habría que sumar otros incidentes en donde pasajeros de automotores, motociclistas, ciclistas y peatones perdieron la vida en lo que va corrido de enero.
Aunque hay que esperar las estadísticas oficiales, lo cierto es que en los primeros diez días del año ya pasan de noventa las muertes en las vías, un salto muy alto, por más que el número de fallecimientos sea inferior a igual lapso de 2024.
No se puede negar que las autoridades de Policía y tránsito han desplegado operativos de alto calado en todo el país para garantizar un tráfico seguro de pasajeros, sobre todo en estas fechas en que terminaron las festividades de cambio de año, pero todavía es temporada vacacional. Sin embargo, pese a todo ese operativo y las campañas sobre seguridad vial, los siniestros se continúan sucediendo, en no pocas ocasiones por excesos de velocidad, impericia de los conductores, sobrecupos, fallas en los vehículos, carreteras en mal estado, lluvias y hasta embriaguez…
Es imperativo revisar qué es lo que está fallando. Por ejemplo, alerta tanto accidentes en que están involucrados vehículos de servicio público, que se supone es uno de los flancos en que más control tienen las autoridades. Hay que establecer las causas de dichos siniestros y sobre esa base señalar los correctivos a aplicar. No puede el país arriesgarse a que vuelvan a subir los índices de mortalidad y heridos en las carreteras. Algo no está funcionando en la estrategia, eso es claro.