EL NUEVO SIGLO: La Procuraduría insiste en que Colpensiones no tiene capacidad para hacerse cargo de afiliados y recursos, ¿usted qué cree?
JAVIER ALMANZA: Si bien es cierto que la entidad ha tratado de agilizar diferentes procedimientos y trámites, es claro por múltiples manifestaciones, incluso de sus propias organizaciones sindicales, que la infraestructura física y de personal que puedan tener para abordar el 80% de las personas afiliadas en el sistema pensional en Colombia va a ser insuficiente.
Esto va a generar un represamiento sin precedentes en la generación de las prestaciones, en este caso, de las pensiones a los afiliados o a las personas que vayan a adquirir los beneficios de una pensión.
ENS: ¿Será que, en el plazo de un año, Colpensiones podría reestructurarse para asumir un reto de esa magnitud?
JA: De pronto un año es un poco prematuro. Más allá de eso, hay que contar con la generación de personal; de igual forma, el tipo de vinculaciones y presupuestos. Adicional, la capacitación que necesita este personal para la concesión de las respectivas pensiones.
No podemos desconocer que hay diferentes situaciones jurídicas para poder conceder o no una pensión.
ENS: Hay quienes dicen que a Colpensiones en un año le pasará lo mismo que sucedió con el Fomag cuando entró en vigencia el nuevo sistema de atención médica de los maestros que fue un caos, ¿qué opina?
JA: La respuesta sería innegablemente. No puede aplicar de la misma forma porque es un sistema diferente, pero sí va a haber un traumatismo en la generación del trámite que tendrá Colpensiones porque va a tener una demanda muy alta de solicitudes y de personal que puede llevar, incluso, a cometer errores de continuidad, de historias laborales y pérdida de cotizaciones.
Entonces, sí puede haber un caos en algún momento en la generación de trámites, actualizaciones y, eventualmente, la generación de las pensiones.
Las demandas
ENS: Ya se anuncian alud de demandas contra la ley de reforma pensional, ¿cuál cree que será la suerte del proyecto en la Corte Constitucional?
JA: El verdadero ejercicio de la reforma pensional es de acuerdo al trámite. Nunca va a haber estudio por parte de la Corte, sino que tendrá que ser por acciones particulares, es decir, de diferentes senadores como se está presentando.
Hay algunas que claramente, a luz de lo que consideramos algunos, son violatorias, inicialmente de la Constitución. Ejemplo de ello es la escogencia del afiliado, que es algo que se elimina con la forma de la cotización.
Habrá algunas que pueden tener viabilidad de prosperidad, como, por ejemplo, la de los vicios de trámite que fue uno de los últimos comentarios antes del receso legislativo que se pudo haber presentado.
ENS: ¿Cree que el Gobierno presentará el 20 de julio para corregir vacíos de la nueva reforma pensional?
JA: La respuesta es sí. Tendrá que presentarlo, ya lo avisó el saliente ministro de Interior. Lo que buscaba era inicialmente, a través de un decreto y otras leyes, corregir los errores que no se pudieron tener en el respectivo proyecto de ley de la reforma pensional.
ENS: ¿Cree que a mediano plazo los fondos de pensiones desaparecerán?
JA: Me atrevería decir que no a mediano, pero sí a corto plazo. De la fuerza laboral colombiana, 80% se va a ir y van a quedar con casi 650.000 afiliados, lo cual, claramente, tendrán que empezar a diversificar su producto para poder hablar de una eventual subsistencia; de lo contrario, están destinados a la extinción.
ENS: ¿Qué lecciones aprendidas les deja el país todo el accidentado proceso de reforma pensional, los vacíos del articulado y el alud de demanda que se viene?
JA: Yo creo que la lección aprendida en este caso es que mucho de lo que tenemos de la reforma pensional deberían darse y heredarse, tanto la pensional como la laboral.
El problema realmente es el tinte o el sesgo político que pueda tener. La intención, tanto del sistema pensional o de la reforma laboral, es que puedan sostenerse en el tiempo. Esta reforma lo que va llevando no es nada diferente a acaparar un número significativo de recursos para distribuirlos a la población.
Pero no le está apuntando solo a la población mayor, sino que no le está apuntando al personal o a las generaciones futuras, razón por la cual las lecciones, en este caso, es que al momento de hacer una reforma debe analizarse a nivel de grupos poblacionales y no tendencias políticas, que están llevando a una polarización mayor en este momento. Los perjudicados van a ser las generaciones futuras porque no van a tener un sistema que pueda sostenerse en el tiempo.