EL NUEVO SIGLO: A dos años de haber iniciado este Gobierno, ¿qué conclusiones se pueden sacar sobre lo que han sido nombramientos de embajadas, consulados, y otros cargos diplomáticos?
CARLOS GARCÍA BONILLA: Iniciamos con muchas expectativas porque uno de los temas de la campaña fue darle la prioridad a la carrera diplomática y consular, que, por supuesto, es algo establecido por ley.
Como se sabe, el Decreto Ley 274 establece que los cargos de diplomáticos deben ser cubiertos por profesionales de carrera. Únicamente cuando no existen funcionarios de carrera es cuando se pueden hacer nombramientos provisionales.
Hemos visto que, de todas formas, no se ha llegado realmente a este cubrimiento. Pero hay que reconocer que la actual administración ha hecho algunos avances, pero falta todavía mucho por trabajar.
Cabe destacar que existe un mínimo establecido de 20% en el 274. Además, la Corte Constitucional determinó que debe haber un criterio de equidad en este tipo de nombramientos, lo cual se entiende como un 50%. En la actualidad no hemos llegado a este número de nombramientos. Estamos alrededor con un 28% de embajadores que pertenecen a la carrera diplomática, muchos nombrados discrecionalmente.
ENS: ¿En qué proporción el gobierno Petro se inclina más en nombrar a activistas y personas amigas de la administración más que a personal de carrera diplomática?
CGB: Específicamente, los cargos de embajadores son de libre nombramiento y remoción. Pero se debe establecer una equidad con base en lo estipulado por la Corte Constitucional, lo cual se entiende como un 50% para ejercer el cargo, pero no se ha cubierto.
Esto no solamente ocurre con este Gobierno. Ha sido toda la vida, siempre ha ocurrido con mayor o menor medida, pero fueron promesas de campaña y todavía estamos esperando que se llegue a cumplir que se dé prioridad a la carrera diplomática, lo cual no se ha hecho realmente.
En cuanto a la provisionalidad, por ley debe corresponder la prioridad a la carrera diplomática.
ENS: ¿Quiere decir entonces que se están nombrando cada vez más a dedo a los funcionarios diplomáticos del país?
CGB: Por supuesto, se han hecho nombramientos discrecionales, sin darle la prioridad a la carrera diplomática. Esos nombramientos normalmente se declaran nulos después de un largo proceso judicial.
Aunque la Asociación Diplomática está defendiendo constantemente la carrera diplomática y, por supuesto, denuncia los nombramientos que son irregulares, igual le cuestan un montón de dinero al contribuyente, porque mientras se realiza todo el procedimiento, ya este nombramiento discrecional fue a un nuevo país, se le asignaron viáticos, pasajes y se le paga un sueldo.
Después, más o menos de un año, se cae el nombramiento porque es ilegal, pero ya le costó un montón de dinero al contribuyente.
La idea no es estar haciendo la demanda para demostrar que son irregulares, sino que no se hagan estos nombramientos.
La administración actual de la Cancillería ha tenido mucha apertura para establecer procedimientos para evitar esto, y esperamos que estos surten efecto dentro de poco.
Por otra parte, no se trata solamente del dinero, sino de la forma en que se presta el servicio. Lo que ocurre muchas veces es que los cargos son de naturaleza técnica y recaen en aquellas personas que no están preparadas para ser diplomáticos.
Nosotros pasamos por un riguroso proceso de selección y de formación. Nos dan estudios y duramos años preparándonos para ejercer estos cargos y sabemos llevarlo adelante. Un cónsul tiene que defender a los colombianos fuera de Colombia en todos los aspectos, tanto para proporcionarles su documentación, asistirlos si son detenidos, si son víctimas de trata. Tenemos una preparación muy específica para atender esos casos y cuando ocurre que se ha hecho nombramiento a un político o a un académico, el hecho es que no tiene la formación y la experiencia para esto.
Lo hemos visto en muchas situaciones de cónsules y embajadores nombrados a dedo, que hacen declaraciones sesgadas o toman acciones inadecuadas por su desconocimiento de cómo funciona la diplomacia.
Nuevas embajadas
ENS: ¿Qué se sabe respecto a las nuevas embajadas que el Gobierno dijo que iba a crear? Y, sobre todo, ¿cómo se va a confeccionar su nómina?
CGB: Hay que recordar que hace un par de años se hizo un estudio de carga laborales que arrojó que tenemos un déficit de más de 500 cargos en la Cancillería, que incluye tanto planta interna como planta externa; es decir, embajadas, consulados y la planta del ministerio.
Se están abriendo nuevas embajadas y se aprobó la creación de alrededor de 100 nuevos cargos, pero seguimos en déficit. Estos 100 nuevos cargos están destinados, sobre todo, para cubrir la apertura de estas embajadas y consulados.
El Decreto Ley 274 establece que la prioridad debe ser necesariamente para los funcionarios de carrera diplomática y consular. Esperamos que sea cumplido.
ENS: A hoy, comparado con otros países del mismo rango de Colombia, ¿cómo están los sueldos de los funcionarios diplomáticos?
CGB: Terrible si nos comparamos con servicios exteriores como los de Perú o Uruguay, que son países de la región. Normalmente a sus diplomáticos les cubren para que puedan irse con sus familias o para que puedan ingresar a estudiar en colegios internacionales. A nosotros no.
Comparado con el sueldo de un funcionario de planta interno, el del que va afuera es más alto. Pero si estás en Japón o Nueva York, esos sueldos no cubren. Como funcionarios de carrera, estamos desprotegidos.
ENS: ¿Cuáles son las conclusiones de todos los debates que se han hecho en el Congreso en estos dos años sobre la politización de la nómina diplomática y qué ha pasado con las quejas?
CGB: En estos momentos estamos en medio de un proyecto de reforma de la ley 274 que es la que regula todo el servicio exterior. Muchos de las personas que antes atacaban estos nombramientos discrecionales, parece que se les olvidó.
Para nosotros es muy importante dejar claro que no tenemos ninguna desavenencia con el Gobierno actual. Eso es un asunto que viene desde hace mucho tiempo y queremos que sea regularizado para todos los gobiernos.
Somos funcionarios de Estado y construimos política de Estado. Entonces, en todos los gobiernos se hace la promesa de que se va a dar la carrera diplomática, ya que está establecida en la ley.
Pero en el momento en que se va a ejecutar, no se ve reflejado del todo y sigue ocurriendo esto por el desconocimiento de qué significa la labor diplomático y consular.
Se ha hablado mucho que el Gobierno quiere democratizar la diplomacia y es bienvenido eso. La Asociación Diplomática tiene cuatro años tratando de hacerlo, pero democratizar la diplomacia es que se respete la carrera.