EL NUEVO SIGLO: Sobre la propuesta de constituyente del Gobierno, que, por cierto, varios expresidentes han rechazado, ¿qué opina?
JORGE ROBLEDO: Desde que Petro mencionó por primera vez la palabra constituyente, he dicho que eso es un ‘cañazo’ (charlatanería barata) para engañar a los colombianos y, sobre todo, para engañar a su propia gente.
ENS: ¿Existe la posibilidad −como lo han dicho algunos sectores políticos de oposición− de que la constituyente sea para que Petro pueda reelegirse en 2026 y mantenerse en el poder?
JR: Lo que él hace es para tapar el fracaso de su Gobierno. Es la manera de que la gente no hable de desempleo, pobreza, hambre, la corrupción escandalosa de este Gobierno y de la violencia.
Es lo que hace el ‘cañazo’, que es el tipo que, sin juego en la mano, apuesta duro. Entonces, asusta a los otros y se queda con la plata en la mesa. Ese es el truco del cañero y eso es lo que Petro está haciendo.
¿Por qué digo que es un cañazo? 60 días van y no ha presentado un proyecto de ley en el Congreso para tramitar la constituyente. Una constituyente solo se puede hacer si se tramita en el Congreso. No presenta el proyecto porque sabe que allá se le hunde.
ENS: ¿Qué balance hace de las reformas que intentó sacar el Congreso en este periodo legislativo y que apenas ha logrado que avance la pensional?
JR: Ha sido un fracaso rotundo. En salud se intentaron tres proyectos de ley, que fueron un fracaso. Lo del magisterio es una vergüenza. Es que los maestros, las maestras y sus familias se están enfermando y muriendo de males que la medicina sabe curar.
En relación con la reforma pensional, las denuncias que están haciendo, incluso quienes fueron amigos de Petro, es que para sacar adelante ese proyecto tuvieron que sobornar.
Hay pruebas graves de que ahí sí hubo corrupción. Eso lo tendrá que establecer la justicia, pero las pruebas son las pruebas, sin duda, ¡gravísimas! Sería una vergüenza que el Congreso se atreviera a aprobar una reforma pensional que está sub judice en la medida en que los hechos dicen que se está aprobando con sobornos.
ENS: ¿Cuál es el balance que hace de esta legislatura?
JR: Muy malo porque cuál fue la reforma importante que se hizo, cuáles son los cambios importantes en un país que está en la olla. Si Colombia fuera un país desarrollado uno diría “para qué reformas”. Pero es que en este país lo único que necesitas son cambios y eso no está sucediendo, entre otras cosas porque no tiene los votos.
Corrupción
ENS: ¿Qué opina de todo este escándalo respecto a la contratación para La Guajira, sobre todo de que a funcionarios del Gobierno les dieron plata a congresistas para aprobar las reformas?
JR: Creo en el debido proceso. Eso está en proceso, pero ya ahí hay cosas que son pruebas graves. Ya tenemos al director y subdirector de la Ungrd que confesaron sus delitos de corrupción.
La Corte Suprema de Justicia les abrió investigación a los presidentes de la Cámara y Senado, ese es otro indicio de hechos graves. Las confesiones que están haciendo, los detalles…, hay pruebas circunstanciales de cómo Sneyder Pinilla aparece en la casa del presidente de la Cámara en Montería.
Lo que está diciendo, por ejemplo, Olmedo López, que es de confianza de Gustavo Petro. López financió con 300 millones de pesos la campaña presidencial de Petro en 2018.
Él lo que dice es que a él lo reunieron en un cónclave, superiores de él y le dieron la orden de que se robara esa plata y que saliera a sobornar con ella, y está dando nombres propios.
Ahora la justicia definirá cómo le parece que Olmedo López denuncia al presidente de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de haberse vendido, y resulta que esa comisión es el único juez posible en lo penal de Gustavo Petro. Lo que estoy viendo es que podemos estar ante el hecho de corrupción más grave de la historia de este país.
ENS: ¿Cree que el Gobierno perdió el control del territorio en el suroccidente del país a raíz de lo que está sucediendo en Cauca o Valle?
JR: Quisiera pensar que no, porque sería de una gravedad inaudita y a mí la violencia me aterra, porque es de lo peor que le ha pasado a este país por 60 años. Pero los hechos también son muy graves y pareciera que está perdiendo el control.
Cuando uno tiene a un presidente de la República que el día de la posesión fue capaz de exaltar como una genialidad del M-19 haberse robado la espada de Bolívar para levantarse en armas contra el Estado, imagino que la gente mira eso y de pronto no le parece tan grave la lucha armada, el secuestro y la extorsión.
Me pareció saludable que el M-19 hubiera salido de la guerrilla. Ese es un acierto que le reconozco, pero la conducta de Petro, como exaltar la espada de Bolívar, le manda un mensaje muy equivocado al país.
ENS: ¿Hacia dónde cree que van las mesas de negociación del Gobierno con el Eln y disidencias?
JR: Lo que ahí hay no es nada, en el sentido de que le falta mucho. La parte fácil es que se reúnan y conversen, y de pronto firmen un documento, que puede convertirse en algo o puede no convertirse en nada.
O sea que ahí estamos apenas esperando lo que pueda pasar. Ahora, ojalá se desmovilicen las fuerzas que se reclaman como Fuerzas Políticas y están en la lucha armada.
Pero no hay ni la más remota posibilidad, de hecho, nunca la ha habido, de lograr la paz con el narcotráfico. Ese cuento de la paz total de Petro fue una exageración.