Gobierno se mueve lentamente para solucionar crisis lechera: Lafaurie | El Nuevo Siglo
JOSÉ FÉLIX Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán. /Cuenta X @jflafaurie
Jueves, 3 de Octubre de 2024
Redacción Política

PARA ENFRENTAR y superar la crisis lechera que tiene en difícil situación a 350.000 familias ganaderas colombianas, los productores pecuarios de todo el país han aportado $14.600 millones a través del Fondo para el Fomento de las Exportaciones de Carne, Leche y sus Derivados (FEP) durante este año, que son recursos de la parafiscalidad ganadera.

Así lo reveló José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), quien recordó que recientemente la Comisión V de la Cámara se ocupó hace algunos días de la difícil situación de los productores de leche. Sin embargo, consideró paradójico que se le otorgara a la ministra de Agricultura, Martha Viviana Carvajalino Villegas, escasos 15 minutos, con apagada de micrófono y generosa adición de cuatro más, para mostrar afanosamente a los legisladores la dura realidad de miles de ganaderos, en su mayoría campesinos que hacen parte de la pobreza rural.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la realidad de la crisis lechera hoy en el país? 

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE: La realidad es muy sencilla, Colombia produce mucha leche y la capacidad de procesamiento en la industria es muy baja, la mitad de lo que se produce y cuando hay una sobre oferta, y sobre todo cuando importan leche, que es lo que ha venido sucediendo desde el año 2023, el stock de la industria crece.

Esto pasa porque la leche en polvo no solamente termina siendo reconvertida en leche líquida y en otra serie de productos cuando es leche en polvo entera, como en yogur, queso, entre otros, sino que no compran un continente muy importante de leche fresca a los ganaderos, muy especialmente en las zonas de trópico alto que es donde está la lechería especializada.

ENS: ¿Qué situaciones o aspectos externos provocaron esta crisis?

JFL: La crisis de la leche se agravó por una condición climática coyuntural, pero los demás problemas de la cadena son estructurales, de vieja data y de todos los eslabones, aunque el hilo se rompa por lo más delgado, pues en las grandes cuencas lecheras de trópico alto -Nariño, altiplano cundiboyacense y Antioquia-, la mayoría de la leche proviene de pequeños ganaderos minifundistas.

ENS: ¿Qué acciones se han desprendido desde Fedegan para afrontar esta coyuntura y proteger tanto al productor como al consumidor?

JFL: Hemos hecho muchas cosas, enviamos una carta muy bien documentada a la ministra, haciendo una serie de propuestas sobre cómo conjurar la leche, pero al mismo tiempo los ganaderos nos hemos desprendido de más de 14.000 millones de pesos para comprar leche a los ganaderos y sacarlas del mercado.

ENS: ¿Cómo ha visto las acciones del Gobierno para hacer frente a esta crisis?

JFL: El Gobierno se ha venido moviendo lento por el tamaño de la crisis, pero ahí va, esperemos que las cosas puedan mejorar en el curso de estos meses en donde tendrán que tomar muchas más medidas, por ejemplo, en compras públicas con Bienestar Familiar.

Nosotros hemos venido planteando de tiempo atrás un fondo tripartito para poder promover y al mismo tiempo subvencionar la leche a los sectores populares, que son los que menos consumen.

ENS: ¿Sirve la propuesta de liberar la parafiscalidad para modernizar la tecnología ganadera?

JFL: Sin parafiscalidad no hubiera vacunación contra la fiebre aftosa. Prácticamente somos los ganaderos, con la plata de los ganaderos y de la parafiscalidad, los que hemos logrado tener el estatus de un país libre con vacunación.

Luego se perdió cuando el Gobierno manejó la parafiscalidad. En el 2019 nos la devolvieron, recuperamos la parafiscalidad y automáticamente recuperamos el estatus sanitario.

ENS: ¿Cómo está hoy el comercio de la carne y demás derivados en medio de una economía que no despega?

JFL: El tema de la carne está muy duro y se ha venido cayendo el precio, se ha caído más de un 18% el precio del ganadero y, sin embargo, no ha bajado el precio de la carne al consumidor final.

Esto implica que aquí hay unos intermediarios ociosos que especulan con el precio de la carne, muchos de ellos informales, sin que las autoridades cumplan las normas en materia de transformación y distribución de carne en el país.