Andalucía, ¿aviso de lo que se viene en España? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Lunes, 3 de Diciembre de 2018
Redacción internacional con AFP
El domingo la derecha, después de 40 años, ganó por primera vez en esta región, considerada un bastión de la izquierda

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USADA desde los tiempos de Felipe Gonzáles (1984), la fórmula de que “la derechona” acabaría con el sistema de pensiones, no funcionó esta vez en la comunidad autónoma más poblada de España, Andalucía. Por muchos años, décadas, aquí no ganaba nadie que no fuera del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), hasta el domingo pasado.

La derecha, configurada por tres partidos, uno de centro derecha, Ciudadanos; otro de derecha, Partido Popular (PP); y otro de extrema derecha, Vox, logró la mayoría de escaños en la cámara regional, y posiblemente, sellará una coalición para gobernar esta comunidad por primera vez desde la transición a la democracia española, en 1975.

En principio, parece un hecho aislado, al menos por fuera de España, el posible gobierno derechista en Andalucía. Y no lo es. Sin embargo, sí se entiende que su llegada al poder constituye el declive de un bastión de izquierda y, sobre todo, llena de argumentos a los contradictores del jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, para que cite a elecciones legislativas anticipadas, que ponen en peligro su mandato.

Desencanto

La llegada de la derecha significa una serie de conclusiones, que van desde el desencanto con el PSOE, hasta el auge, como en muchos países de Europa, de la extrema derecha.

La noticia que ha llenado todas las portadas de los diarios españoles es la llegada de Vox, un partido catalogado de extrema derecha, que defiende la unidad de la nación española a toda costa y tiene un discurso antiinmigración muy parecido al de partidos como la Liga, en Italia, y el francés Frente Nacional.

Desde 1975, cuando murió el dictador Francisco Franco, es la primera vez que una colectividad de estas características llega a un parlamento regional. En parte, por la reunión de todas las fuerzas de derecha entorno al PP, cuyo monopolio ha sido rivalizado por Ciudadanos, y, ahora, por Vox.

En Andalucía, el partido de derecha consiguió el 11% de los votos, cifra mucha más alta de lo que le daban los sondeos, aprovechando el descrédito de la líder socialista, Susana Díaz, y la tasa de desempleo de esa región, que oscila en 23%, muy superior a le media nacional (14,5%).

Los socialistas andaluces, que tradicionalmente han sido unos de los representantes más fuertes del partido, también fueron sancionados por el electorado, que a modo de castigo rechazó el caso de corrupción que involucra a 22 ex dirigentes del PSOE, entre ellos los ex presidentes regionales Manuel Chávez y José Antonio Griñan.

Dentro de las filas socialistas se culpa Díaz del mal resultado del partido, que le apuntó, antes de plantear propuestas para la región, a sembrar el miedo frente al avance de Vox, dándole el protagonismo que no necesitaba. “¿A cuánta gente le van a quitar la prestación, a cuántas cuidadoras de las que 8.000 que hay en Andalucía van a sacar del sistema, a cuántas de las asistencia a domicilio?”, preguntó, luego de referirse a la organización extremista.

Panorama

Sumando todas las fuerzas que la configuran, la derecha sumaría los suficientes escaños para llegar a la mayoría absoluta y gobernar, por primera vez, Andalucía. No cabe duda que el PP, el partido más votado, que ha dicho que no tiene problema en pactar con la extrema derecha, pactaría con Vox. La incertidumbre gira en torno a Ciudadanos, la agrupación dirigida por Albert Rivera, quien se ha declarado un defensor de la democracia y las libertades.

Por lo dicho el domingo en la noche, cuando Rivera indicó que “hay diputados que se suman al cambio” y aseguró “vamos a echar al PSOE de la Junta (gobierno de la comunidad”, se entiende que este partido calificado como de centro derecho estaría dispuesto a pactar con los 12 diputados de Vox para lograr la mayoría absoluta.

El PP, por su parte, resulta el mayor de la jornada electoral, teniendo la posibilidad de gobernar por primera vez Andalucía de la mano de Juan Manuel Moreno, siempre y cuando se logre la coalición derechista.

“Se escucha a tanta gente hablar de Vox como un partido peligroso, pero Podemos ha defendido la historia criminal etarra, a la dictadura de Nicolás Maduro, proponía expropiaciones forzosas, decía que había que ir a la caza de los de derechas. ¿Qué va a decir la izquierda de la radicalidad si están con el partido más radical que ha habido en toda la democracia española?”, dijo el presidente del PP, Pablo Casado.

Las elecciones en Andalucía han sido analizadas como la primera muestra de lo que puede pasar en los comicios legislativos, previstos a finales de 2019. Según una encuesta publicada por El País de España, Vox podría ganar un escaño en el parlamento nacional. Esta sería la primera vez que una agrupación de extrema derecha hace parte del Legislativo español desde 1982.

En mayo de 2019 tendrán lugar las elecciones municipales, regionales y europeas en España. Asimismo, la derecha e incluso la extrema izquierda (Podemos), han pedido un adelanto de las legislativas, para medir el nivel de aprobación del gobierno Sánchez.

Con la derrota de su partido en Andalucía, el escenario se vuelve más complejo para Sánchez, quien llegó al poder tras impulsar la dimisión de Mariano Rajoy por los hechos de corrupción en el PP. A su poca gobernabilidad, al tener el gobierno más minoritario a nivel legislativo desde la transición a la democracia, se le suma la pérdida de la comunidad autónoma, en donde la izquierda era más fuerte.

Sánchez arrastra un partido que, como el PP, también tiene una larga historia de corrupción. Ya pagó con Andalucía. Ahora, se pone a prueba su gobierno.