Bombardeos israelíes a organismo financiero del Hezbolá y escondites de Hamás | El Nuevo Siglo
BOMBARDEO israelí a los suburbios del sur de Beirut, donde estarían las oficinas financieras del Hezbolá./AFP
Domingo, 20 de Octubre de 2024
Agence France Presse

Decenas de posiciones de Hezbolá en Beirut y el sur de Líbano fueron bombardeadas por Israel, al tiempo que prosiguió su ofensiva contra Hamás en Gaza, donde los rescatistas reportaron más de 70 muertos en un ataque el sábado.

Los bombardeos contra la periferia sur de Beirut, bastión del movimiento chiita libanés, se produjeron al día siguiente de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusara al grupo proiraní Hezbolá de tratar de asesinarlo.

Israel anunció el sábado que un dron había sido lanzado desde Líbano hacia la residencia del dirigente, que no se encontraba en el recinto situado en Cesarea, una ciudad del litoral central del país.

Hezbolá no reivindicó el disparo, pero la misión iraní ante Naciones Unidas afirmó que el grupo chiita estaba detrás del ataque.

"Les digo a los iraníes y a sus aliados en el Eje del Mal: cualquiera que perjudique a los ciudadanos del Estado de Israel pagará caro por ello", afirmó Netanyahu en un comunicado.

El ejército israelí afirmó que bombardeó un "centro de mando" de Hezbolá y una planta subterránea de armas en Beirut.

También anunció que mató a tres milicianos del movimiento libanés en otros ataques en el sur del país.

Poco después reportó 70 "proyectiles" disparados desde Líbano en cuestión de minutos, algunos de los cuales fueron interceptados.

Además de la ofensiva que lleva a cabo en Líbano desde mediados de septiembre, el ejército israelí sigue bombardeando Gaza, donde lucha contra el movimiento islamista palestino Hamás, aliado de Hezbolá.

La agencia estatal de noticias libanesa reportó cuatro bombardeos israelíes anoche contra oficinas de una institución financiera relacionada con Hezbolá en el suburbio sur de Beirut, después de que el ejército israelí pidiera evacuar el sector.

Según ANI, cuatro bombardeos en varios sectores de los suburbios del sur de Beirut golpearon "filiales de Al Qard al Hassan", empresa financiera bajo sanciones estadounidenses, acusada por Israel de financiar al movimiento proiraní Hezbolá.

El ejército israelí había anunciado órdenes de evacuación al pedir a los residentes del lugar alejarse "de inmediato" de los lugares cercanos a las sucursales bancarias.

La aviación israelí también atacó "la filial de Al-Qard al-Hassan" en la región de Hermel, en el este de Líbano.

La agencia ANI también había reportado un bombardeo en el este del país.

En la ciudad costera de Saida, en el sur de Beirut, hubo pánico en una escuela transformada en refugio cerca de una sucursal de Al-Qard al-Hassan, según un corresponsal de la AFP.

El organismo financiero, bajo sanciones económicas estadounidenses desde 2007, es acusado de relaciones con el movimiento islamista libanés y es también considerado por Arabia Saudita como entidad terrorista.

"Cerca de 175 objetivos terroristas en la Franja de Gaza y Líbano" fueron bombardeados el sábado, indicó el ejército israelí.

En Líbano, más de 50 localidades del sur del país fueron bombardeadas el domingo, según la agencia de prensa libanesa ANI, que reportó "14 ataques consecutivos" en solo 15 minutos contra el pueblo fronterizo de Khiam.

ANI reportó también que el ejército israelí dinamitó varias casas en tres pueblos fronterizos con Israel.

En Beirut, la capital, uno de los bombardeos alcanzó un edificio residencial cerca de "una mezquita y de un hospital", según la misma fuente.

El ejército libanés anunció la muerte de tres de sus soldados por disparos israelíes contra uno de sus vehículos en el sur.

Hezbolá reivindicó por su parte disparos de cohetes contra la ciudad israelí de Haifa y contra tres bases militares en el norte, así como contra tropas israelíes en el sur de Líbano.

Tras debilitar a Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones en Líbano, intensificando sus bombardeos el 23 de septiembre e iniciando incursiones terrestres una semana después.

El objetivo, según las autoridades israelíes, es permitir el regreso al norte del país de unos 60.000 desplazados desde hace un año por el lanzamiento de cohetes del movimiento islamista.