Democracia colombiana: defectuosa y en retroceso | El Nuevo Siglo
Foto: AFP.
Jueves, 15 de Febrero de 2024
Redacción internacional

UN RETROCESO en cuatro de los cinco indicadores que se evalúan para determinar la calidad de la democracia registró Colombia en el último año, por lo que no sólo continúa clasificada como una democracia defectuosa, sino que retrocedió dos lugares en la medición global.

 

Así lo revela el Índice de Democracia 2023 de la unidad de análisis del grupo británico The Economist (EIU), que destaca que los estándares de este sistema de gobierno, en el mundo, cayeron a un mínimo histórico en casi dos décadas por cuatro razones básicas: las medidas autoritarias, las guerras, la pérdida de confianza ciudadana en los principales partidos políticos y un panorama político cada vez más polarizado en América y Europa.

Con base en el informe de este grupo de análisis se evidencia que Colombia pasó de registrar una calificación de 6.72 (sobre 10) en el 2022 a 6.55 el año pasado, retrocediendo dos lugares en el ranquin global, ubicándose ahora en el puesto No.55, mientras que en el latinoamericano se encasilla décima. 

The Economist mide 60 indicadores que determinan el puntaje de cada país en cinco categorías y de allí su clasificación como democracia plena, democracia defectuosa, régimen híbrido y régimen autoritario.

El año pasado, Colombia tuvo las notas más bajas (respecto a los índices anteriores) en funcionamiento del gobierno (6.07) y cultura política (3.75), mientras que mantuvo alta la de proceso electoral y pluralismo (9.17). En cuanto a libertades civiles y participación política, las otras dos categorías que se puntean, fueron 7.65 y 6.11, respectivamente.

Vale recordar que, en el gobierno de Iván Duque, el país tuvo la más alta calificación desde que The Economist realiza esta evaluación (2006): 6.96 en el 2019.

En el ranquin regional, que lidera Uruguay con una calificación de 8.66, Colombia es superada por Costa Rica, Chile, Trinidad y Tobago, Jamaica, Panamá, Surinam, Brasil y Argentina, siendo las dos primeras, así como la otrora conocida como Guyana Holandesa, democracias plenas (Ver cuadro).

Esta evaluación anual de EIU establece que una democracia plena es aquella donde el funcionamiento del gobierno es satisfactorio, se respetan las libertades políticas básicas. así como las civiles y hay una cultura política conducente al florecimiento de la democracia, mientras que en las defectuosas, si bien hay elecciones libres y justas, hay debilidades en gobernanza, participación y cultura política.

Los regímenes híbridos son donde irregularidades como presión del gobierno sobre partidos y candidatos de oposición a menudo impiden comicios libres y a las falencias anteriormente descritas se evidencian altos índices de corrupción que debilitan el Estado de Derecho.

Finalmente, los autoritarios son estados donde se limita o no hay pluralismo político ni libertades. En su mayoría son dictaduras absolutas y las instituciones formales están cooptadas por las mismas.

El estudio indica que si bien "fue el octavo año consecutivo de retroceso democrático para América Latina y el Caribe", la región "sigue siendo la tercera más democrática del mundo, por detrás de Norteamérica y Europa Occidental" y destaca el posicionamiento de Uruguay como una democracia consolidada.

Enfatiza, de igual forma, que el mayor retroceso se produjo en la subregión de Centroamérica, lastrado por los descensos en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, este último el latinoamericano peor posición, superado únicamente por Venezuela y Cuba, todos ellos regímenes autoritarios.

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Reseña que alrededor de la mitad de naciones de esta subregión son consideradas regímenes híbridos y que los altos niveles de delincuencia (en gran parte relacionados con el narcotráfico) y el uso de la represión estatal como respuesta (...) han llevado a un declive constante de la calidad de la democracia, poniendo de ejemplo la política de mano fuerte del reelecto recientemente en El Salvador, Nayib Bukele.

Retroceso global

La media global de la calidad de la democracia en el mundo cayó a un mínimo histórico en los últimos 17 años y será puesta a prueba este 2024, un año cargado de citas electorales que permitirán analizar el nivel de derechos y libertades del que gozan más de 70 países y territorios convocados a las urnas.

El informe señala que aunque dos países -Paraguay y Papúa Nueva Guinea- se sumaron a la categoría de democracias, la media global de este índice tuvo un inédito bajonazo: 5,23 (el año inmediatamente anterior fue de 5.29). 

Entre 2022 y 2023, la puntuación media de los regímenes autoritarios cayó 0,12 puntos y la de los híbridos" 0,07 puntos. En comparación, el descenso interanual de la puntuación media de las democracias plenas y las defectuosas" fue más leve: 0,01 y 0,03 puntos, respectivamente. Esto sugiere que los regímenes no democráticos se están afianzando, mientras que los "regímenes híbridos" parecen luchar por democratizarse.

Según el citado semanario, casi la mitad de la población mundial vive ya en una democracia de algún tipo, en torno al 45 por ciento, si bien un 7,8 por ciento lo hace en una "democracia plena" (era 8,9% en 2015). Mientras, un 39,4% de la población vive bajo régimen autoritario.

Los países escandinavos vuelven a encumbrar la lista de mayores democracias del mundo, capitaneados por Noruega (calificación 9,91), que ha ocupado este puesto durante catorce años -los cinco países nórdicos se encuentran entre los diez primeros-. Por contra, Afganistán se sitúa el último por tercer año consecutivo.

El top 15 lo conforman: Noruega, Nueva Zelanda, Islandia, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Suiza, Países Bajos, Taiwán, Luxemburgo, Alemania, Canadá, Australia, Uruguay y Japón).

Los datos muestran que ningún país ha mejorado más de medio punto, aunque 'The Economist' ha nombrado Grecia como el mejor país de 2023 al trasladarlo a la categoría de "democracia plena" tras la celebración de elecciones primarias, parlamentarias y regionales durante el último año. Entre los que han salido peor parados se encuentran Níger y Gabón, tras sufrir sendos golpes de Estado durante el mismo periodo de tiempo.

Este Índice revela que el 71% de los países de Europa occidental incluidos en la lista son democracias plenas, lo que convierte esta región en la más democrática del mundo. Únicamente Turquía sigue siendo un "régimen híbrido", indica el documento, que estudió la situación en 165 países.

Finalmente reseña The Economist que las guerras y conflictos han socavado el nivel democrático. Por ejemplo, en Ucrania, debilitó las instituciones democráticas (aunque sigue estando por encima de Rusia), mientras que la toma de Nagorno Karabaj por parte de Azerbaiyán modificó la puntuación obtenida tanto por Bakú como por Armenia.

A esto se suman otros conflictos armados como el de Sudán, Siria o la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, que "amenaza la seguridad y la democracia en la región", según indica.

En los países más democráticos los electores podrán elegir a sus próximos gobiernos. En Rusia, no obstante, todo apunta a que los comicios, previstos para marzo, se realicen en un contexto de fraude y represión.

En países clasificados como "democracias defectuosas", como Estados Unidos o India, se prevén dificultades a la hora de sacar adelante procesos electorales transparentes dado que dichos estados cuentan con "debilidades" a nivel político y democrático.

Este año cargado de citas electorales es una oportunidad de oro para ver si los indicadores de la democracia mejoran o siguen su imparable retroceso.