El Ejército libanés lanzó una ofensiva para expulsar al grupo Estado Islámico (EI) de las regiones montañosas del este de Líbano, en una nueva operación contra la organización yihadista, blanco de sendas ofensivas en Siria e Irak.
La guerra que devasta Siria desde 2011 tuvo consecuencias en el vecino Líbano, donde el EI reivindicó numerosos ataques mortíferos, combatió al ejército y al movimiento chiita armado Hezbolá, que respalda militarmente al régimen sirio de Bashar al Asad, y se implantó en zonas del este.
"En nombre de Líbano, en nombre de los soldados libaneses secuestrados, en nombre de los mártires del Ejército, anuncio que la operación 'Alba de Yurud' ha comenzado", dijo el general Joseph Aoun, refiriéndose a dos regiones conocidas como Yurud Ras Baalbeck y Yurud Al Qaa, en la frontera con Siria.
"El ejército afronta a los terroristas de Dáesh [acrónimo del EI en árabe] para expulsarlos y recuperar el territorio", declaró en rueda de prensa el general Ali Qanso, responsable de comunicación del ejército.
"No tememos a Dáesh", añadió, calificando la ofensiva prevista como "una de las batallas más difíciles libradas por el Ejército libanés".
600 yihadistas
Según Qanso, hay cerca de 600 combatientes yihadistas en las regiones de Yurud Ras Baalbeck y Yurud Al Qaa, donde controlan un área de unos 120 km2.
En 2014, miembros del EI y de la organización Al Qaida secuestraron a 30 soldados y policías en el este de Líbano. Los yihadistas ejecutaron entonces a cuatro rehenes y un quinto murió como consecuencia de sus heridas. Otros 16 fueron liberados en 2015 y nueve siguen en manos del EI.
El Hezbolá había lanzado el mes pasado una ofensiva destinada a expulsar a yihadistas anteriormente vinculados a Al Qaida y rebeldes sirios de Yurud Aarsal, otra región del este del país