Las guerras africanas en el siglo XX | El Nuevo Siglo
EN ÁFRICA han persistido los conflictos armados desde hace décadas, dejando muerte y desolación. Los mismos llevaron a ‘disparar’ el reclutamiento de niños y jóvenes. / Archivo AFP
Sábado, 24 de Febrero de 2024
María Eugenia Correa Olarte

África ha sufrido toda clase de guerras, conflictos armados, luchas tribales y, obviamente, conflictos bélicos. Hoy presento las luchas más relevantes que se dieron durante el siglo XX.

Entre 1954 y 1962 ocurrió la guerra de independencia de Argelia. Este conflicto lo libró el Frente de Liberación Nacional (FLN o Muyahidines) contra Francia –que había sido su colonizador– y la Organización del Ejército Secreto de Argelia (OAS). Tal vez fue uno de los conflictos más sangrientos. Fue denominado “El Alia” y dejo un millón de muertos.

Como en todos los países del llamado continente negro, después de la segunda guerra mundial se comenzaron a gestar toda clase de movimientos anticolonialistas y Argelia no fue la excepción. La guerra se dio de una manera muy peculiar, a través de la lucha de guerrillas que enfrentaron al gran ejército francés, logrando debilitarlo. Los colombianos somos conocedores de este estilo de guerra, ya que la hemos sufrido por más de seis décadas. La paz finalmente se alcanzó con el acuerdo de Evian, el 5 de julio de 1962.

Otro conflicto brutal fue la guerra civil nigeriana, que se libró, durante tres años, desde 1967. Enfrentó al gobierno federal de este país con los separatistas de Biafra, de allí que se conociera como la guerra de Biafra. Se originó por el intento de secesión de las provincias del sudeste nigeriano por el pueblo igbo. En ella primaron los aspectos religiosos, políticos y el petróleo del delta del Níger y cobró la vida a tres millones de personas. Recordemos que, como parte de la solución y ayuda, aparecieron en escena las primeras ONG en el mundo.

La guerra civil en Angola se registró entre 1961 y 1975. Este conflicto se desarrolló entre el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita) contra el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA). Se originó en la independencia de Angola, entre antagonistas y aliados de la libertad. Fueron 14 años de un conflicto que concluyó con la liberación del yugo portugués, el 22 de noviembre del mencionado año. Es importante anotar la participación cubana, en ayuda militar y entrenamiento, que fue decisiva al igual que en muchos países de este continente.

En Mozambique también hubo guerra civil por cinco años, concluyendo en 1992. Se enfrentó el gobierno comunista contra la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo). Esta guerra, como muchas de las africanas, fue orquestada en el exterior y subsidiaria de la guerra fría. Hubo un millón de muertos. Finalmente, llegaron a la paz con la intervención del gobierno italiano.

Entre tanto, en Sudán, la guerra civil se originó por el anhelo independentista del sur del país. Esta región reunió para luchar contra el norte el 70% de cristianos, el 5% de musulmanes y el 20% de animistas. Es uno de los conflictos más complejos del África. Tras 21 años de conflicto, con miles de muertos, cientos de desplazados, hambruna y desolación, el Sur se independizó en el 2021. El 99% de sus habitantes votaron el referéndum independentista. Aún persisten muchos grupos y problemas que analizaremos en los conflictos del África en este siglo XXI.

Otra guerra que parece no tener fin es la de Liberia, que comenzó en 1989 y oficialmente concluyó en 1996, aunque hoy continúan los enfrentamientos. Este conflicto fue liderado en su momento por Charles Taylor, quien organizó a sus rebeldes desde un país cercano, Costa de Marfil. Se hizo nombrar presidente a la fuerza, controlando la venta de diamantes y madera a cambio de armas, especialmente automáticas. En el 2003, el grupo de Tomas Nimely se tomó el sur del país, mientras que Taylor controlaba el norte. Hubo una batalla en Monrovia que costó la vida de millares de liberianos. En ese mismo año, con la intervención de la ONU y la diplomacia internacional, hubo comicios y se eligió a Ellen Johnson-Sirleaf como presidenta de transición. Desgraciadamente el negocio y uso de la droga se apoderó de muchos combatientes. Aún persisten muchos problemas en este país africano, rico en recursos naturales.

La de Sierra Leona acaeció entre 1990 y 1994, dejó 50.000 muertos y dos millones de desplazados. Fue un enfrentamiento entre el gobierno y el Frente Revolucionario Unido (RUF). En 1991 comenzó un intento de derrocamiento del gobierno de Joseph Momoh, ayudados por Charles Taylor desde Liberia. En 1996 hubo un golpe militar y Julius Biolo organizó elecciones, que ganó Ahmad Tejan Kabbah. En 1999 se firmó en Lome un Acuerdo de Paz que le dio al general Foday Sankoh, perteneciente a la etnia hutu, el control de los diamantes de Sierra Leona. La ONU se comprometió a supervisar el desarme. Finalmente, Kabbah dio por terminado el conflicto en 2022.

Ruanda, Burundi y Congo

Otro conflicto imborrable para la humanidad, por su número de víctimas y la forma como se dio, es la guerra civil de Ruanda. Entre 1990 y 1994 combatieron el Frente Patriótico Ruandés (FPR) y las tropas oficiales. Se habla de una guerra étnica (tutsis y hutus). El gobierno tutsi del FRP tomó el control de país, los exiliados hutus se organizaron en campamentos, deseando obtener el poder.

Al ser asesinado el líder hutu Habyarimana, en 1994, cuando un misil impactó el avión en que se desplazaba, se detonó el tristemente ‘famoso’ genocidio del pueblo ruandés que, según cifras oficiales, dejó 800.000 muertos. El conflicto terminó en 1994 cuando se capturó la capital de Ruanda, Kigali, con el correspondiente desmantelamiento de los campos de concentración.

Otra guerra se vivió en Burundi, con una duración de 12 años, una de las más largas de la historia africana. Allí murieron 300.000 personas. Se enfrentaron dos castas: los Banyarwanda de los hutus y la etnia de los tutsis, quienes gobernaban. A raíz de lo que había sucedido en Ruanda, los tutsis comenzaron a controlar todo el poder, logrando derrocar al rey en 1966. Todo esto como consecuencia de la independencia de los belgas. En 1973 los tutsis mataron a más de 210.000 personas y expulsaron a 85.000. A su vez, en 1985, los hutus del norte de Palipehutu masacraron a 5.000 personas y entre el 93 y el 94 las muertes ascendieron a 25.000. Se habla de que entre 1984 y 1989 hubo más de 150.000 muertos. En Burundi, los hutus son el 85% de la población.

En 1993 gana Melchior Ndadaye, de la etnia hutu, perteneciente al Frodebu (Frente para la Democracia de Burundi), en unas elecciones multipartidistas y las primeras después de la independencia de Bélgica. A los tres meses se da un golpe de Estado llevando al poder a Fracoise Ngeze, quien a los pocos días es asesinado y se desata una violencia atroz entre las dos etnias. Este conflicto termina en 2005, con la firma de un tratado de paz. Posteriormente, se realizan elecciones y gana el hutu Pierre Nkurinziza, perteneciente a las Fuerzas para la Defensa de la Democracia.

Hablemos ahora del Congo, en donde hubo dos guerras civiles. La primera tuvo lugar entre 1997 y 1999, cuando se enfrentaron dos candidatos presidenciales: Lissouba y Denis Sassou. Llegó a su fin con la intervención del ejército, dejando en la presidencia a Sassou. Francia jugó un papel muy importante por sus intereses en el petróleo.

La segunda, iniciada en 1988, fue conocida como la guerra del coltán o la primera guerra mundial africana, por los nueve países que intervinieron, además de los combatientes internos. Se dice que el número de muertos fue superior a los de la segunda guerra mundial, más los millares desplazados. Se peleó entre hutus y tutsis por la explotación de recursos naturales como el mencionado mineral, además del influjo externo producto de la guerra fría, entre Estados Unidos y Rusia. Esta última apoyaba a Patrice Lumumba, de izquierda total, pero Mobutu Sese Seko lo derrocó con la ayuda de EE.UU., Bélgica y otros países occidentales enemigos del comunismo. Pero terminó convirtiéndose en dictador. Y posteriormente, a través de un alzamiento militar, Mobutu fue derrocado por Laurent Desiré Kabila y abandonado por los Estados Unidos.

En el 2003 terminó aparentemente este conflicto, que causó más de cuatro millones de muertos. En Pretoria se celebró un acuerdo, con el que se estableció un gobierno de transición. Las consecuencias han sido críticas para este país, dadas la hambruna, desolación, pobreza, falta de agua, medicamentos y demás, lo que lo ha llevado a un desplazamiento masivo con secuelas nefastas.

En esta guerra participaron Uganda, Burundi, Ruanda, Angola, Chad, Namibia, Zimbabue y Libia. Dejó millones de muertos más las violaciones como arma de guerra y actos de genocidio. Es un conflicto difícil de entender, como todos los analizados en este continente, ya que se involucran una multiplicidad de variables, como: depredación de recursos, expolio continuado de los recursos naturales, injusticia social heredada de la colonia, agravio a la población por parte de los extranjeros, instrumentalización de diferencias étnicas, la propiedad de la tierra, dinámicas regionales y geopolíticas, China y Estados Unidos interviniendo por tener mayor influencia en este país en particular y en otros donde se ha se hace evidente la presencia externa de manera descarada y totalmente visible.