LOS IRANÍES volvieron a tomar ayer las calles de todo el país para protestar por la muerte de manifestantes en la represión, ampliamente documentada, contra las movilizaciones por el caso de la joven Mahsa Amini.
Desde la muerte de esta kurda iraní de 22 años hace seis semanas, la protesta, dirigida sobre todo por las mujeres, no ha perdido fuelle.
Mahsa Amini murió el 16 de septiembre, tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral por la presunta infracción del drástico código de vestimenta impuesto a las mujeres.
Al eslogan inicial de "Mujer, Vida, Libertad" se añadieron -a lo largo de manifestaciones duramente reprimidas- consignas dirigidas contra la República Islámica fundada en 1979.
"2022 es el año de la sangre", "Seyed Alí será derrocado", gritaban el jueves por la noche manifestantes en un barrio del oeste de Teherán contra el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, según un video verificado por la AFP.
Un movimiento de protesta atizado por la indignación que ha provocado la muerte de manifestantes por parte de las fuerzas del orden, que no logran poner fin a las protestas.
Desde mediados de septiembre, se registraron "al menos 250 víctimas mortales", señaló el relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman. Este último denunció el jueves la "brutalidad" del régimen iraní y pidió la creación de un "mecanismo internacional" de investigación.
Las oenegés temen una aceleración de la represión, a medida que se suceden los homenajes a los primeros muertos en el movimiento, al término del tradicional duelo de 40 días.
El miércoles, miles de personas acudieron a Saghez, la ciudad de origen de Mahsa Amini, en la provincia de Kurdistán, para este fin del luto.
También hubo incidentes el jueves cerca de Khoramabad (oeste), donde una multitud se congregó en la tumba de Nika Shahkarami, de 16 años, que falleció 40 días antes, según videos verificados.
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Disparos en Zahedan
Decenas de jóvenes fueron vistos lanzando proyectiles contra las fuerzas de seguridad, equipadas con trajes antidisturbios, cerca del lugar del entierro de Shahkarami.
Otros incidentes ocurrieron el jueves después del funeral de un manifestante de 35 años, Ismail Mauludi, en Mahabad (oeste), donde las fuerzas de seguridad abrieron fuego y mataron a tres personas, según el grupo de derechos humanos Hengaw.
"Muerte al dictador", gritaban los manifestantes, apuntando al ayatolá Alí Jamenei, mientras las oficinas del gobernador de Mahabad ardían, según las imágenes de un video verificado, compartido en las redes sociales.
Otros dos manifestantes murieron en Baneh, también en el oeste, cerca de la frontera con Irak, según Hengaw.
En total, ocho manifestantes en cuatro provincias (Kurdistán, Azerbaiyán Occidental, Kermanshah y Lorestán) fueron abatidos entre la noche del miércoles y el jueves, afirmó el jueves Amnistía Internacional.
La ciudad de Zahedan (sudeste), en una de las regiones más pobres de Irán, fue escenario de disturbios durante varios días desde el 30 de septiembre, cuando hubo manifestaciones contra la violación de una muchacha imputada a un policía. Unos disturbios que dejaron, al menos, 93 muertos, según la oenegé IHR.
Ayer las fuerzas de seguridad dispararon contra manifestantes en Zahedan, afirmaron HRANA e IHR, publicando videos que muestran a manifestantes huyendo tras los disparos.
¿Más represión?
Los analistas señalan que las autoridades iraníes intentan sofocar la protesta a través de medios diferentes a la represión violenta, sin duda para evitar la ira popular.
"Por el momento, parecen probar otras técnicas -como los arrestos e intimidaciones, cortes calibrados de internet o incluso abatiendo a algunos manifestantes", precisó a la AFP Henry Rome, especialista de Irán en el Washington Institute.
"Pero dudo que las fuerzas de seguridad hayan descartado la posibilidad de una represión mucho más violenta", estimó.
De su lado, los dirigentes iraníes siguen acusando a los "enemigos" de Irán.
Ayer miles de personas se manifestaron en varias ciudades del país, entre ellas Teherán, para condenar un atentado "terrorista" reivindicado por el grupo Estado Islámico contra un santuario musulmán chiita en Shiraz, que causó al menos 15 muertos./AFP