“La propiedad privada, la libertad, la religiosidad y el derecho a tener armas”: Trump

En una noche de verano que recordó lo largos mítines durante las primarias Republicanas en 2016, Donald Trump, vestido de su tradicional corbata roja, lanzó desde Orlando, Florida, su campaña para buscar la reelección en noviembre de 2020,  bajo el lema “Mantengamos a Estados Unidos grande”, en referencia al sonoro slogan de su anterior aspiración presidencial.

Rodeado de carteles azules alusivos a este lema de campaña, el Presidente de Estados Unidos dio un discurso de más de una hora, luego de ser introducido por su mujer, Melania Trump, y el vicepresidente, Mike Pence.

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Pence, un hombre de frases cortas, pero tajantes, hizo énfasis en la importancia de apoyar de nuevo la fórmula que él complementa con Trump. “Cuatro años más significa más trabajos”, dijo, enfatizando que se trata de “un Presidente que lucha por ustedes y nunca echa para atrás”.

Sin vacilar en sus acusaciones contra los Demócratas, que subieron el tono cuando Trump subió al escenario, el Vicepresidente acusó a sus opositores de ser lo que “piensan en más impuestos, más regulaciones”.

Pero ese solo fue el comienzo. Apelando al discurso de la Nación de 2019, aquella clásica aparición que hacen los presidentes norteamericanos todos los años, Pence calificó a los Demócratas de “socialistas”. “Es la libertad no el socialismo que ha vuelto nuestra economía la más prospera del mundo” dijo y agregó: “Estados Unidos nunca va a ser un país socialista”.

Florida, estado clave

Orlando fue la casa del lanzamiento de la campaña de Trump, una ciudad ubicada en un estado que se ha vuelto crucial para decidir o desempatar los resultados presidenciales de los últimas elecciones.

Trump, quien tiene una mansión allí, salió a la tribuna sonriente, luego de un corto discurso de Melania Trump. “Nos encanta estar en Orlando”, inició,  y, aclaró, un poco más adelante, que habían casi 120.000 personas que agotaron las boletas para verlo.

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Entrando en escena, el Presidente de Estados Unidos, que busca convertirse en el número 45 de la historia, enfatizó al inicio en la economía, un tema que estuvo presente en casi todo su discurso.

“Tenemos quizá la mejor etapa económica en la historia de nuestro país”,  verbalizó y, luego, con una contundente frase, de esas tan características de él, anunció: “El sueño americano está de vuelta y es mucho más fuerte de lo que fue antes”.

Trump no escatimó esfuerzos en ser lo más descriptivo en nombrar sus logros a nivel económico y comercial. Explicó que en estos dos años y medio ha creado “6 millones de empleos” y “60.000 puesto en la industria manufacturera”, diciendo que esto ha servido a tener “el nivel de desempleo más bajo de la historia”.

En comercio, comparándose con Barack Obama y Joe Biden, su más probable competidor, dijo que, a diferencia de ellos, sí había logrado importantes avances, como “un acuerdo con Corea del Sur, estamos trabajando con México y tenemos unos temas que hablar con China”. “Veremos qué pasa”, cerró.

Es, por eso, que luego introdujo un tema esperado: China. Para hacer énfasis en este, Trump contó que se han perdido casi “500 billones de dólares” por las políticas flexibles de los Demócratas frente a Pekín.

Un estilo

El Trump de esta elección parece que va a ser aún más histriónico y, en estricto sentido, proclive al espectáculo. Cada tanto, después de lanzar unas cuantas frases, se alejaba del micrófono, caminaba el escenario -como si fuera un cantante- respiraba, y volvía cargado para hablar de logros y criticar a sus detractores.

Evidentemente, en este ir y venir, la prensa tuvo un lugar especial. Ubicada al frente de su atril, atacó a los periodistas. “Hay una línea de noticias falsas”, en referencia al grupo de comunicadores presentes. “Nuestro movimiento patriótico ha estado bajo amenaza desde el primer día”, por una alianza entre la “gran prensa” y los Demócrata. “Estamos drenando el pantano”, espetó, generando la aclamación de la multitud, que coreaba y abucheaba al unísono.

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“La única colusión fue cometida por los Demócratas con las noticias falsas (los medios)”, explicó y señaló que la investigación adelantada por Robert Mueller sobre su supuesta colusión con Rusia finalizó “después de dos año, 500 testigos y 50 agentes, los que han concluido no obstrucción, no colusión”.

Después de una pausa, enfatizó en que “nadie ha sido tan duro con Rusia como Donald Trump”. “El FBI le dijo a Obama de posibles interferencias de Rusia y él no dijo nada, porque pensaba que Hillary Clinton iba a ser elegida”, comentó.

Contra los Demócratas

Aparte de calificarlos de socialistas y regulacionistas, la narrativa de la noche también estuvo guiada por sus críticas asiduas contra los Demócratas, a quienes calificó de ser los culpable de no haber podido construir el muro y obstruir, hasta más no pudieron, la elección del juez Kavanaugh.

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 “Construye el muro”, “construye el muro”, cantaron sus seguidores, y Trump, rodeado, se reía. Luego, tras el cese de este grito, dijo: “Lo vamos a construir”. “Cambié el diseño del muro, es más largo y más barato”, explicó, provocando las risas de los asistentes.

Al final, unos 20 minutos antes de acabar su discurso (8:20 hora colombiana), que estuvo acompañado de música de You get always what you want de los Rolling Stones (¿vendrá una demanda?), Trump hizo un barrido de logros. “Hemos hecho mucho con el mayor corte de impuestos de la historia, con la defensa de la segunda enmienda”, dijo.

Asimismo explicó que acabó con el Estado Islámico, promovió el cese del aborto legal en varios estados del país e incluyó, también, que está combatiendo al “socialismo en Latinoamérica”, a “Cuba y Venezuela”, vitoreando a dos senadores por Florida, Marco Rubio y Ritt Scott.

Trump, también, dijo que seguirá protegiendo “la propiedad privada, la libertad, la religiosidad y el derecho a tener armas”, en un especial guiño a la segunda enmienda, texto que permite el porte de armas por parte de civiles.

Ya había pasado más de una hora y el Presidente de Estados Unidos llamó a sus bases, una vez más, para “Mantener a Estados Unidos grande”, un lema de campaña que empezará a sonar todos los días. Trump, oficialmente es candidato.