El Gobierno de Venezuela ha emitido este martes una inédita aclaración para señalar que unas palabras del fiscal general, Tarek William Saab, en las que acusaba al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de trabajar en beneficio de la CIA no representan "en ningún momento" las tesis del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
Saab acusó el domingo tanto a Lula como al presidente de Chile, Gabriel Boric, de ser "agentes de la CIA" y, en el caso del mandatario brasileño, le afeó que había cambiado tras su paso por la cárcel. Ambos presidentes han cuestionado el reciente proceso electoral de Venezuela, lo que implica no reconocer por ahora la supuesta victoria de Maduro.
El Ministerio de Exteriores venezolano ha salido al paso de lo que ha descrito como "opiniones de carácter personalísimo" por parte del fiscal. En este sentido, ha recordado que el Gobierno es el "responsable de la política exterior", si bien históricamente todos los órganos dominados por el chavismo mantienen posiciones afines en cuestiones clave, también en el ámbito internacional.
El departamento que dirige Yván Gil ha enfatizado en su nota los "vínculos de hermandad y solidaridad entre Brasil y Venezuela" y ha recalcado "el respeto absoluto a la trayectoria histórica del presidente Lula da Silva", sin aclarar exactamente cuáles de las declaraciones de Saab estaría matizando ni aludir en ningún momento a Boric.