El Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación para determinar si la policía de Baltimore participa en prácticas sistemáticas de discriminación, luego de la muerte de un joven negro bajo custodia policial.
"Hoy el departamento de Justicia está abriendo una investigación para saber si la policía de Baltimore participó en un tipo de prácticas en violación de la Constitución" y de los derechos civiles, dijo la nueva ministra de Justicia Loretta Lynch a periodistas, señalando que la revisión empezaba "inmediatamente".
La muerte el 19 de abril de Freddy Gray, un joven negro de 25 años, que sucumbió a una seria herida espinal causada mientras era conducido en una camioneta de la policía, provocó disturbios que llevaron a las autoridades de Baltimore a declarar el toque de queda y al envío de la Guardia Nacional a esa ciudad portuaria, cercana a Washington.
Seis policías han sido acusados en relación con el arresto y la muerte de Gray.
Los disturbios dejaron cientos de negocios saqueados, docenas de policías heridos y llevó al arresto de cientos de manifestantes en la ciudad de 620.000 habitantes.
"Hemos visto la trágica pérdida de la vida de un joven, y a un movimiento de protesta pacífica unirse para expresar las preocupaciones de una comunidad", dijo Lynch, quien es afroamericana.
La investigación se centrará en denuncias de uso excesivo de la fuerza, a veces letal, requisas, decomisos, arrestos ilegales y prácticas de discriminación por parte de los uniformados de Baltimore, según la ministra.
Lynch se expresó decidida y con aplomo dada la delicadeza del tema en uno de sus primeras presentaciones ante periodistas, señalando que la muerte de Gray había provocado una "seria erosión de la confianza de la población".
"Nuestra meta es trabajar con la comunidad, los funcionarios públicos y funcionarios de la ley para crear un Baltimore mejor y más fuerte", afirmó.
"Los desafíos que nosotros y Baltimore enfrentamos no surgieron en un día y el cambio no llegará de un día para otro. Tomará tiempo y un esfuerzo sostenido", añadió.
La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, dio la bienvenida a esta investigación.
"Nuestra ciudad hace avances para reparar la fracturada relación entre la policía y la comunidad, pero reformas más atrevidas son necesarias y no huiremos a estos desafíos", dijo Rawlings-Blake.
- "Fractura" y "desconfianza" -
El drama en Baltimore es el más reciente de varios casos de muertes de negros desarmados a manos de la policía, como sucedió en Ferguson (centro) y Nueva York (este), seguidos también de manifestaciones callejeras.
En Ferguson, el oficial blanco involucrado en la muerte de un joven negro no fue imputado, pero un informe del Departamento de Justicia determinó que el departamento policial predominantemente blanco de la ciudad incurría en un extendido patrón de discriminación racial y múltiples violaciones a los derechos constitucionales de los habitantes.
"Hemos tenido un número de situaciones que evidencian la fractura en varias comunidades. En diferentes partes del país, en ciudades de todos los tamaños", dijo la ministra.
Según Lynch, los problemas van "más allá de la interacción entre la policía y la comunidad" y radican en la acumulación de años de "desconfianza", "frustración y rabia".
"Hablamos de generaciones de desconfianza y generaciones de comunidades que se sienten totalmente separadas del gobierno", añadió.
"Eso fue lo que vimos en Baltimore en esa desafortunada noche de violencia", apuntó.