Biodiversidad en Colombia: una riqueza estratégica en peligro | El Nuevo Siglo
El río Orinoco contiene un caudal promedio de 33.000 m³/s y es el tercero más caudaloso del mundo. / Foto Stig Nygaard, MinAmbiente
Sábado, 28 de Septiembre de 2024
Valentina Delgadillo Abello

Colombia es uno de los países más biodiversos del planeta Tierra, debido a la gran variedad de especies que lo habitan en toda su extensión, tanto en la parte acuática, como en el área terrestre. 

Del 21 de octubre al 1° de noviembre de este año, en Cali, Valle del Cauca, el país será el epicentro de la COP16, es decir, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad. Por ello, este medio consultó a diferentes expertos en esta materia, sobre las amenazas y los avances que existen en Colombia en materia de biodiversidad.

Amenazas y riesgos

El biólogo Rodrigo Mutis Rangel, miembro de la Veeduría por la Protección de la Reserva Forestal Thomas van der Hammen y de Sembradores Van der Hammen, manifestó a EL NUEVO SIGLO que “la mayor amenaza a la biodiversidad colombiana radica en la falta de comprensión, a nivel de sociedad, de la complejidad de los socio-ecosistemas que configuran el país”. 

Pero, ¿qué significa esto? La biodiversidad “no puede ser entendida únicamente desde un enfoque biológico o de conservación aislada, sino como un entramado de relaciones entre los ecosistemas y las sociedades humanas que los habitan. Un ejemplo de esta interdependencia se refleja en la deforestación de la Amazonía. Decir que la deforestación destruye los bosques no basta; es crucial entender que estas actividades no ocurren en el vacío, sino que son impulsadas por dinámicas socioeconómicas profundas”, añadió el biólogo.

Carlos Mauricio Herrera, director de conservación y gobernanza de WWF Colombia (Fondo Mundial para la Naturaleza), afirmó a EL NUEVO SIGLO que la principal amenaza para la biodiversidad en Colombia “es la destrucción y transformación de ecosistemas naturales por acciones como la deforestación, la minería ilegal y la expansión de actividades agroindustriales sin adecuada planificación, así como los cultivos de uso ilícito”. 

Herrera señaló que también está la “introducción de especies exóticas invasoras, que ocupan rápidamente los nichos de especies nativas, disminuyendo sus tamaños poblacionales".

El cambio climático es otra causa muy importante, dijo, “generando modificación de condiciones naturales a las cuales no se pueden adaptar algunas especies rápidamente, causando su desaparición, con algunos grupos con muy altos niveles de vulnerabilidad, como anfibios y reptiles”.

Esto, sumado a la contaminación en aire, agua y suelo por agentes como plásticos, sustancias no biodegradables, productos químicos y emisión de material particulado, entre otros.

La bióloga Brigitte Baptiste, actual rectora de la Universidad EAN, afirmó a EL NUEVO SIGLO que entre las amenazas destaca “la pérdida de hábitat para la proliferación o la persistencia de poblaciones de todas las especies, fundamentalmente la deforestación y la destrucción de hábitats acuáticos. Así como la contaminación, especialmente de hábitats acuáticos, por la ausencia de plantas de tratamiento de aguas negras”. 

Además, explicó que hay invasiones biológicas (véanse hipopótamos, pero hay más de 110 especies que en este momento compiten de manera muy negativa con las especies locales) y lo peor es que las políticas de control de estas no están funcionando, porque hay casos como el del pez basa, que quiere introducir el Ministerio de Agricultura, que claramente va en contravía de todos los compromisos internacionales colombianos”.

Germán Andrade, exdirector de la Fundación Natura, exsubdirector y actual asesor de la dirección del Instituto Humboldt y miembro del Ipbes (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de las Naciones Unidas), le refirió a EL NUEVO SIGLO que, “al igual que en el mundo entero –porque eso es un patrón bastante general, con diferencias–, la biodiversidad, o sea la variedad de la vida, que constituye la población y la diversidad genética y la relación con los seres humanos, enfrenta en Colombia diversos riesgos”.

Los cambios en la tierra por la alteración de los hábitats –en Colombia este proceso es muy contundente, muy grave–, la deforestación, la destrucción de la selva tropical, que es el principal factor pero no el único; también hay transformación en los sistemas de páramos en la Cordillera Oriental y en este momento también se están disparando las inundaciones en la Sabana”, agregó.

El exministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Juan Mayr Maldonado dijo que una de las principales amenazas de la biodiversidad es la guerra que existe por los recursos naturales no renovables como el oro; “las explotaciones ilegales y la minería ilegal están afectando tremendamente no solamente los ecosistemas terrestres, sino también todos los ecosistemas acuáticos y, evidentemente, esto tiene que ver con una guerra por el control territorial y la ausencia de Estado en esos territorios que, entre otras, son los que mejor estado de salud tienen en cuanto a biodiversidad y ecosistema”.

La otra arista, sostuvo Mayr, tiene que ver mucho “con toda la deforestación para ganar energía, especialmente en la cuenca de nuestra Amazonía. Y finalmente, otro gran fenómeno es la afectación de ecosistemas estratégicos como los páramos [...] hay otro factor que es sobre la Orinoquía, los monocultivos que están afectando los ecosistemas de nuestra Orinoquía, y obviamente el tema de cultivos ilícitos no lo podemos dejar de lado”.

A su turno, el exministro de esa misma cartera Manuel Rodríguez indicó que la mayor causa “es la deforestación, que es justamente el ecosistema más rico de diversidad biológica en Colombia. También la destrucción y degradación de los humedales en el continente. En los mares, básicamente la sobrepesca, las malas prácticas pesqueras y la contaminación de huestes terrestres en el mar".

La legislación 

La representante a la Cámara Julia Miranda, quien fue directora de Parques Nacionales Naturales por más de 15 años, dijo a EL NUEVO SIGLO que “la falta de control territorial, la falta de seguridad, los problemas de orden público, el control que tienen los grupos armados ilegales, permiten que se desarrolle una fuerte actividad de deforestación, minería ilegal, ocupación de tierras en áreas protegidas, parques nacionales y reservas forestales, por parte de personas que llegan a transformar esos ecosistemas para desarrollar actividades absolutamente degradantes”.

Además, denunció como un “gravísimo caso de falta de control, territorial y de gobernabilidad del territorio colombiano el hecho de que el Parque Nacional Natural Chiribiquete –que fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad– hoy está gravemente amenazado por invasores que han entrado a deforestar, a construir viviendas, llevar ganado, a construir carreteras y el Estado no ha sido capaz de frenar esta situación”.

Escarape
Escarape./ MinAmbiente - Juan Betancourt

Avances en esta materia

El biólogo Mutis manifestó que Colombia ha tenido avances significativos en los últimos años en términos de protección ambiental, y la ratificación del Acuerdo de Escazú es, sin duda, un logro importante. “Este acuerdo refuerza los derechos de acceso a la información, participación pública y justicia en asuntos ambientales, siendo una herramienta clave para mejorar la gobernanza ambiental del país”, sostuvo.

El director de conservación y gobernanza de WWF destacó el hecho de contar con un Sistema Nacional de Áreas Protegidas que hoy dispone de cerca de 50 millones de hectáreas y “brinda los lineamientos de manejo para buena parte de los ecosistemas, especies y formas de biodiversidad que existen en el país. Así mismo, el país ha avanzado en temas de legislación ambiental, buscando cada vez más proteger, restaurar y usar sosteniblemente la biodiversidad del país”.

Así mismo, fue enfático en que el reconocimiento, formalización y gestión de territorios colectivos de comunidades étnicas y de reservas campesinas también es un gran paso, pues en estos lugares se encuentra una gran biodiversidad, muchas veces ligada a prácticas ancestrales, tradicionales y/o locales de manejo que han llevado a su conservación. 

La representante Miranda expresó que para la conservación de la biodiversidad hay en Colombia estrategias muy importantes, que han sido reconocidas por expertos nacionales e internacionales, como es el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Parques Nacionales, las áreas protegidas del orden regional y las reservas de la sociedad civil, que son la iniciativa privada de conservación en el país; a pesar de todas las dificultades y las amenazas, el sistema es robusto e importante, la institucionalidad hace grandes esfuerzos y la sociedad civil también hace grandes esfuerzos”.

También resaltó la “gran participación del sector privado con sus programas empresariales, aquellos que tienen obligaciones de compensación ambiental y los programas voluntarios. Ahí hay un aporte importante del sector privado empresarial para la conservación de la biodiversidad, para la restauración de los ecosistemas y la compra de predios en los sitios de ecosistemas estratégicos”.

Miranda enfatizó que en el Congreso también hay muy interesantes iniciativas para la conservación de la biodiversidad: “La aprobación en el Congreso del Convenio de Diversidad Biológica y las normas que han surgido a partir de ese convenio, que se han adelantado por parte de varios congresistas, y acciones de control político para vigilar el cumplimiento de las normas ambientales por parte de las autoridades, del Ministerio de Ambiente y de las demás autoridades competentes”.

Por su parte, Baptiste, la rectora de la U. EAN, se refirió a los avances: “Sobre todo a nivel regional tienen algún nivel de reconocimiento las corporaciones autónomas, en general tienen planes regionales de biodiversidad y aunque los implementan muy parcialmente o muy de acuerdo con la disponibilidad presupuestal y técnica, algo se hace; por ejemplo, el sistema de áreas protegidas regionales, que en este momento son mucho más eficientes que las áreas protegidas nacionales”.

Para Andrade, asesor del Instituto Humboldt, Colombia “entra a esta crisis, llamada triple crisis, con una dotación del territorio favorable, pero desbalanceado. Favorable porque todavía hay un 50 % de nuestro territorio natural, es decir, allí donde hay naturaleza y es territorio silvestre, como las grandes selvas, los grandes complejos lineales”. 

Así, agregó, hay países que tienen mucho menos y “en ese sentido, un gran logro es la consolidación o el avance de la conservación, pero desbalanceado en el sentido en que, si uno mira el mapa del territorio de Colombia y el de la huella humana en el territorio de esta naturaleza, la conservación de las áreas naturales protegidas por distintas formas no es suficiente”.

A su turno, el exministro Juan Mayr dijo: "Creo que son dos temas fundamentales, como lo es un mejor conocimiento científico de nuestros ecosistemas y nuestras especies, incluso la detección cada vez más asertiva en cuanto a la amenaza de especies que podrían llevarlas a la extinción, por todos los factores que ya hemos hablado, pero obviamente la investigación es un componente fundamental para entender esa problemática".

En cuanto a los avances, el exministro Rodríguez indicó que el gran logro en Colombia para la protección de la biodiversidad, “que es un logro extraordinario, son los Parques Nacionales Naturales, más los resguardos indígenas, más las propiedades colectivas de las comunidades negras; entre esas tres figuras está el 42 % del territorio nacional que, de acuerdo con la Constitución, son imprescindibles, inalienables e inenajenables”.

“Intervención Gobierno y sociedad”

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, habló con EL NUEVO SIGLO respecto al tema y señaló como amenazas “los cambios de uso de la tierra y el mar, la contaminación, la introducción de especies exóticas invasoras, la apertura de vías ilegales y el tráfico ilegal de especies, según el Instituto Humboldt. Detrás de estas causas directas existen problemáticas como el acaparamiento de tierras, las actividades ilícitas (por ejemplo, la minería ilegal y los cultivos ilícitos), los modelos extractivistas como la explotación de recursos pesqueros y la ganadería extensiva, el bajo control de la ilegalidad en los territorios y los incentivos que promueven actividades como la deforestación”. 

Por ello, la jefa de esta cartera indicó que es necesario “ir más allá de la acción del sector ambiental e involucrar la intervención estratégica de todos los sectores del Gobierno y la sociedad”. 

susana muhamad ministra de ambiente
Susana Muhamad, ministra de Ambiente./ MinAmbiente

Ante la posibilidad de que Colombia llegase a perder su lugar como potencia mundial de biodiversidad debido al alto grado de depredación en este campo, la ministra Muhamad sostuvo que esta es una “responsabilidad de todo el Gobierno y la sociedad, hacernos cargo de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, ya que todos dependemos de los servicios ecosistémicos que la naturaleza nos proporciona”.

El oxígeno, el agua [...] plantas medicinales, productos farmacéuticos, son algunos de los beneficios más importantes que obtenemos de la biodiversidad. La relación con estos servicios ecosistémicos representa una corresponsabilidad en la gestión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos y, en esa medida, asumir un  compromiso de cambio en el modelo de producción y cambio en los patrones de consumo, de comportamiento, tomar conciencia y responsabilidad a nivel de todo el Gobierno, de toda la sociedad y, especialmente, transformación de los sectores productivos que son intensivos en el uso de agua, de suelo y de biodiversidad, como los sectores agropecuario, minero-energético, infraestructura, vivienda e industrial”, agregó. 

En razón de las causas directas de pérdida de la biodiversidad, la ministra indicó que desde el Gobierno se trabaja en la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (Pngibse), el Acuerdo de Paz y el Plan Nacional de Desarrollo. Y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible adelanta la actualización del Plan de Acción de Biodiversidad al 2030, que se presentará en la COP16.

El Plan de Acción de Biodiversidad tiene “un enfoque de todo el Gobierno y toda la sociedad en el que se han vinculado más de 16 mil personas de todos los sectores y comunidades”, aseguró Muhamad.

Adicionalmente, se “implementan políticas vigentes destacadas dentro de los instrumentos del sector ambiental, como las políticas para la gestión integral de los recursos hídricos (suelo, océano, espacio costero, bosques, restauración ecológica, entre otros)”.