Colombia condenó ataque a Embajada de EE.UU. en Irak | El Nuevo Siglo
Foto AFP
Jueves, 2 de Enero de 2020
Redacción Nacional

Fue rechazado “enfáticamente” por Colombia el ataque contra las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos en Bagdad, Irak.

A través de un comunicado divulgado ayer, “el Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, rechaza enfáticamente los hechos sucedidos en Bagdad el pasado 31 de diciembre de 2019, cuando el grupo Kita’ib Hizbollah atacó las instalaciones de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, en una afrenta flagrante a la inviolabilidad de locales diplomáticos contemplada en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1963 (Artículo 22)”.

“Colombia hace un llamado a la observancia de la Convención de Viena sobre de Relaciones Diplomáticas, en particular en lo concerniente a la protección de las instalaciones diplomáticas extranjeras y reafirma su rechazo a este y cualquier hecho violento en contra del personal y los locales diplomáticos”, manifestó la Cancillería, agregando que “Colombia expresa a su vez su solidaridad con el pueblo y el Gobierno de los Estados Unidos y espera que la justicia sancione a los responsables de estos hechos”.

Desmanes

El martes y el miércoles, manifestantes iraquíes, tanto civiles como miembros de milicias proiraníes, asaltaron la Embajada, protestando por los ataques desde Washington contra batallones armados que pertenecen a las fuerzas de Kita’ib Hezbollah respaldadas por Irán, en Bagdad.

Miles de manifestantes rodearon la Embajada en el centro de Bagdad, forzando a las fuerzas de seguridad a emplear gases lacrimógenos para dispersarles, mientras la multitud coreaba “Muerte a América”.

Algunas zonas de las instalaciones fueron incendiadas y algunos manifestantes intentaron escalar el muro del recinto. Según Washington, todo el personal de la Embajada está a salvo.

Al menos 25 personas murieron en los ataques aéreos perpetrados el fin de semana por Estados Unidos a posiciones del grupo de milicias respaldado por Irán, en Irak y Siria.

El pasado martes, el primer ministro iraquí Abdul-Mahdi condenó los ataques aéreos en su país, pero también advirtió a los participantes de las marchas que se mantuvieran alejados de edificios y recintos extranjeros.

“Las fuerzas de seguridad iraquíes responderán a cualquier acto de agresión o acoso contra embajadas extranjeras en Irak, y los responsables se enfrentarán a todo el peso de la ley”, trinó Abdul-Mahdi.

Ayer mismo el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, le comunicó a Mahdi la “obligación” del gobierno de Irak de prevenir “ataques futuros” a la Embajada.

“El secretario Pompeo ha señalado las medidas que el Gobierno de Irak ha tomado para mejorar la situación de seguridad y ha destacado la obligación del Gobierno de evitar nuevos ataques contra nuestra misión diplomática”, informó en un comunicado la vocera del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.

Asimismo, Pompeo le aseguró Mahdi que Estados Unidos quiere que Irak sea “libre, independiente y soberano” y ha subrayado que el país, bajo el mando del presidente estadounidense Donald Trump “continuará trabajando para lograr ese fin”.

Pompeo aplazó el miércoles su visita a Ucrania y otros cuatro países para seguir de cerca la situación en Irak.

Pulso Irán-Irak

Según fuentes policiales, Saadun Al Luhaibi, figura de la inédita revuelta lanzada el 1 de octubre, “fue abatido por balas en la cabeza por la noche en un barrio del suroeste de Bagdad”.

Esta revuelta popular, que ya ha dejado unos 460 muertos y 25.000 heridos, fue eclipsada el martes por un ataque llevado adelante por miles de combatientes y partidarios proiraníes en Irak contra la Embajada estadounidense en la muy custodiada Zona Verde de Bagdad.

Las protestas contra el gobierno, que desde hace meses tienen lugar en Bagdad y otras ciudades para exigir el fin de la influencia de Teherán en Irak, continuarán a pesar de los asesinatos, secuestros y el ataque del martes, según sus partidarios.

Para Ahmed Mohamed Ali, que manifiesta en Nasiriya (sur), “lo que pasó en la Embajada estadounidense es un intento de desviar las miradas de las manifestaciones populares que llevan ya tres meses”.

“Pero nosotros continuamos, manifestamos por el cambio y esperamos lograrlo”, agregó a la AFP.

En Diwaniya, una ciudad en el sur donde los manifestantes antipoder incendiaron de manera casi completa las sedes del Hashd y de los partidos gubernamentales, la protesta se mantenía y el movimiento de desobediencia civil bloqueaba las escuelas y la administración.

Aseguran Embajada

Unidades de élite iraquíes fueron desplegadas ayer para reforzar la seguridad de la Embajada.

Si bien hizo temer una eventual escalada entre los dos grandes aliados de Irak, Estados Unidos e Irán, el episodio de violencia en la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran la Embajada estadounidense y las principales instituciones del Estado iraquí, finalizó. Pero el daño sigue siendo visible.

Según periodistas de la AFP en el lugar, unos 10 vehículos blindados de las unidades de élite antiterroristas iraquíes tomaron posiciones en las carreteras que conducen a la Embajada y a la Cancillería.

El vestíbulo, donde la seguridad de la Embajada suele filtrar a los visitantes, está destrozado, sus paredes incendiadas y sus cristales blindados rotos en mil pedazos. En los muros de la representación de Estados Unidos, enemigo de Irán, siguen apareciendo grafitis pro-Irán.

Las grúas transportan los escombros, limpian las piedras y otros proyectiles que los combatientes y partidarios iraquíes pro-Irán lanzaron martes y miércoles contra la embajada, para denunciar ataques aéreos estadounidenses contra una facción armada iraquí pro-iraní, el domingo pasado.