A 13 días de llevarse a cabo las elecciones en las que los ciudadanos elegirán al nuevo alcalde de Bogotá, los candidatos continúan explicando sus propuestas para las diversas problemáticas que afronta la ciudad.
Una de ellas corresponde a la recuperación del espacio público, ocupado principalmente por vendedores ambulantes que, según afirman los ciudadanos, han quitado paulatinamente el derecho a transitar por los lugares destinados para tal fin.
A consecuencia de ello, recientemente el Distrito creó la Política Pública Distrital, aprobada por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), para que los vendedores informales se concentren geográficamente en 11 puntos denominados ‘zonas de colaboración popular’, como la carrera Séptima.
Este programa operará durante los próximos 13 años, es decir, hasta el 2035, y pretende garantizarles a los comerciantes informales condiciones dignas para el ejercicio de su labor.
De acuerdo con el Instituto para la Economía Social (IPES), los objetivos de esta política se centran en "mitigar la vulnerabilidad a la que están expuestos los vendedores informales y al mismo tiempo garantizar un uso adecuado del espacio público en Bogotá".
Los cobros a los comerciantes para acceder a la política pública oscilarán entre los $24.700 y los $65.800, un valor similar y no superior al pago que ya deben realizar para acceder a recursos como los quioscos o mobiliarios que han sido destinados a la economía popular.
Bajo esta premisa, EL NUEVO SIGLO habló con los candidatos Juan Daniel Oviedo, Carlos Fernando Galán, Rodrigo Lara, Gustavo Bolívar, Nicolás Ramos, Jorge Enrique Robledo y Rafael Quintero sobre sus propuestas para este tema. Los candidatos Jorge Luis Vargas y Diego Molano no respondieron.
Juan Daniel Oviedo
El comercio informal en el espacio público es uno de los asuntos neurálgicos de la ciudad que abordaremos desde la cultura ciudadana. En principio aprovecharemos las economías de aglomeración que brinda Bogotá para generar oportunidades económicas y sociales. Hemos identificado, por ejemplo, que alrededor de los sistemas de transporte se puede instalar una infraestructura para los vendedores adaptada al espacio público.
Sin embargo, el primer paso es identificar las motivaciones de los vendedores ambulantes, pues según la Encuesta de Micronegocios del DANE el 40,9 % nacieron como emprendimientos y el 59,1 % son producto del rebusque.
En el caso de que sean emprendimientos, la clave está en las ayudas que pueda dar el Distrito, como financiamiento, acceso a tecnologías, servicios especializados en materia contable o administrativa y habilidades gerenciales; en el caso de que hayan surgido del rebusque, es necesario acercar estas personas a formación para el trabajo, principalmente en oficios técnicos y tecnológicos, y ofertas laborales.
Carlos Fernando Galán
Debemos construir un nuevo modelo de ocupación y aprovechamiento del espacio público a partir de la apropiación social del espacio público. Debemos construir nuevos acuerdos alrededor del espacio público basados en la corresponsabilidad.
Frente a los vendedores ambulantes, vamos a apoyarlos para que quienes quieran puedan transitar hacia experiencias exitosas de emprendimiento, pero también vamos a trabajar con ellos para cualificar el aprovechamiento económico del espacio público de una manera organizada y respetando la accesibilidad en el mismo.
Rodrigo Lara
La propuesta de la Alcaldía de regularizar mediante un pago el comercio informal en las calles de Bogotá solo puede tener éxito si va debidamente concertada con el comercio formal. Hay que fortalecer las asociaciones de comerciantes informales y formales.
A los formales les vamos a entregar la administración, el manejo y el recaudo de las zonas azules de parqueo. Hay un gran déficit de zonas azules de parqueo.
Con esos recursos queremos que se pueda concertar básicamente la presencia de unos vendedores informales en las calles, de tal manera que eso se racionalice y que se mejoren las condiciones de la venta informal.
Pero solo mediante un diálogo entre esos dos sectores, el informal y el formal, se puede garantizar el éxito de esta medida.
Gustavo Bolívar
Ya hemos hecho un acuerdo, un pacto con los vendedores ambulantes, porque en una ciudad con tanta informalidad lo más importante es garantizar el derecho al trabajo mientras empezamos a formalizar ese trabajo y bajar los índices de informalidad.
¿Cómo los vamos a bajar? Tengo varias políticas, organizar las comunidades en torno a la economía solidaria para que a través de cooperativas le presten al Distrito muchos de los servicios que hoy contratan con megacontratistas.
Lo segundo, tenemos un plan que se llama 2x3 o 3x4, en el que las empresas que se formalicen, como sabemos que tienen un despegue lento y difícil, el Distrito les va a subsidiar por un año un empleado que tiene que ser una mujer o un joven. Entonces nosotros le pagamos a una empresa que ya tenga dos personas, una tercera, y a una que tenga tres, una cuarta, pero el requisito es que estén formalizados.
Nicolás Ramos
Política colaborativa, no represiva, dignificando el trabajo informal hacia una ciudad compacta e inteligente. Propongo que seis de los nueve portales de Transmilenio sean centros comerciales del Distrito, apoyando el comercio informal.
Propongo crear una marca ciudad real turística para Bogotá construyendo la “balsa musical” como atracción turística internacional para incrementar los ingresos y oportunidades en el comercio informal y poderlos dignificar, recuperando el espacio a través del rediseño urbano conciliado, creando rutas de comercio y turismo.
Propongo el fondo mixto de emprendimiento barrial para impulsar la formalización laboral en proyectos sostenibles para las finanzas del Distrito y para la economía de servicios.
Jorge Enrique Robledo
No comparto la decisión de la Alcaldía de cobrarles a los vendedores informales por el uso del espacio público. Ellos son compatriotas que no tienen ninguna opción porque Bogotá no produce la cantidad de empleos formales que requiere la ciudad, pues la economía funciona supremamente mal.
Entonces, sacarles del bolsillo a estos compatriotas unas sumas que para ellos son de bastante importancia, no tiene sentido. En Bogotá tenemos que caber todos, incluidos ellos. Organicemos las cosas para que se hagan de la mejor manera, pero que no se les cobre un impuesto a sus compatriotas.
Rafael Quintero
Los vendedores ambulantes deberán ser organizados de acuerdo con su producto de venta. Se organizarán y ubicarán por nichos en espacios previamente concertados entre el Distrito y los vendedores, para ello se procederá a la identificación y carnetización de cada uno de ellos.
No se permitirán vendedores ambulantes en las estaciones del Transmilenio. Se reubicarán todos los vendedores ambulantes que actualmente se encuentran en la carrera Séptima, de una manera ordenada y concertada con ellos, de tal manera que se garantice la seguridad del peatón, los vendedores y los compradores.