El amotinamiento que se presentó desde el mediodía de este domingo, en la estación de policía de La Candelaria, en el Centro de Medellín, fue presuntamente motivada por las malas condiciones de alimentación y salubridad, que cerca de 400 reclusos enfrentan en el lugar.

Cerca de 50 personas participaron en el hecho, que dejó cuatro heridos, la Subsecretaría de Paz indicó que uno de los lesionados fue trasladado a la Policlínica, mientras los otros están siendo atendidos en la Clínica Piloto.

Algunas fuentes indican, de manera preliminar, que la cifra de lesionados podría llegar a ascender a cerca de 40 personas, la mayoría de ellos con lesiones menores y heridas abiertas.

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La Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), anteriormente conocido como ESMAD, acudió al lugar para controlar el motín, mientras que la Personería de Medellín, adelanta la verificación del respeto por los derechos humanos.

Es importante mencionar que la estación de policía tiene una capacidad para 80 prisioneros; sin embargo, en el lugar se encuentran cerca de 400 personas, provocando que el hacinamiento sea de más del 330 por ciento.

Jorge Carmona, defensor de derechos humanos de la población privada de la libertad, aseguró que “esto sigue siendo una problemática fuerte que genera este tipo de situaciones en estaciones de policía y cárceles de Medellín”.

El defensor también aseguró que la situación no es culpa de la Policía, “sino de un contratista de alimentación y de la dirección nacional de la Uspec que no han podido solucionar una crisis tan fuerte”.

"Yo me pregunto dónde está la Defensoría del Pueblo, los otros ministerios públicos, la única entidad que ha estado al frente de la situación es la Personería. Esto no funciona así, esto funciona con garantías para la dignidad, la vida y los derechos humanos. No podemos olvidar que también esos 400 detenidos son seres humanos", denunció Carmona tras la ausencia de otras entidades frente al motín.

El hacinamiento en Colombia siguen siendo un problema para el sistema penitenciario, un ejemplo de ello, fue la situación que se presentó hace cerca de un mes, cuando cerca de 1.300 reclusos denunciaron las condiciones de aglomeramiento y la mala alimentación, que enfrentaban en la cárcel El Pesebre de Puerto Triunfo, en el Magdalena.

Por otra parte, se puede recordar, el hecho vivido durante 2020 cuando una protesta por hambre terminó en motín, en la cárcel Modelo de Bogotá, dejando 22 muertos y 84 heridos. 

Estos antecedentes pueden llegar a generar preocupación, en un departamento en el que se han presentado dificultades alimenticias en diferentes estaciones de policía y centros penitenciarios.