TRAS LAS últimas reuniones entre el Gobierno nacional y el Eln en Caracas, las partes acordaron retomar conversaciones en 2025 para reactivar las negociaciones de paz. No obstante, en estos encuentros no hubo acuerdo alguno referente a la continuidad de la implementación de la paz, siendo el cese al fuego uno de los principales acuerdos que se firmaron en 2023 que seguirá en vilo.
En conversación con EL NUEVO SIGLO, Luis Emil Sanabria, cofundador y actual director de Redepaz, y Víctor Guillermo Ricardo, ex alto comisionado para la Paz en Colombia durante la administración de Andrés Pastrana, destacaron por qué no han tenido el éxito deseado algunas iniciativas de cese al fuego, la efectividad que estos han tenido en el gobierno Petro y su importancia para la búsqueda de la paz.
Para Sanabria, “es muy difícil un cese al fuego donde no hay, por ejemplo, claridad de la ubicación del actor armado”. El experto señala esta como una de las principales diferencias entre pactar un cese al fuego al inicio de un diálogo de paz, lo que ha buscado este gobierno o hacerlo a final, cosa que sucedió en las negociaciones con el gobierno Santos y las Farc en 2022, siendo el cese al fuego de los últimos puntos en ser acordados.
De hecho, con el Eln la pausa de acciones militares fue pactada a nivel nacional, y a pesar de durar algo más de un año (entre 9 de junio de 2023 y el 3 de agosto de 2024) este finalizó sin contar con una segunda prórroga. Además, en medio de este acuerdo, las negociaciones quedaron congeladas y, por lo tanto, el proceso de paz entró en vilo hasta los recientes encuentros en Caracas.
Por su parte, el excomisionado Víctor G. Ricardo apunta que en estos casos es vital “tener dos características esenciales. La primera, una zona de concentración con quien se está decretando Y la segunda, un comité de verificación, ojalá con precedencia internacional, para que se cumplan las reglas pactadas. Si eso no es así, lo que usted lleva es a la inmovilidad de la Fuerza Pública”.
Asimismo, Ricardo agrega que en el marco de estas treguas y al momento de delimitar los territorios, “si estos son ocupados inmediatamente por otros estados en armas, quiere decir que usted simplemente les dio ‘papaya’, por decirlo de alguna manera, para que ocupen un territorio. Un territorio no puede ser ocupado por nadie, absolutamente por nadie distinto a las fuerzas del poder democrático”.
#Nacional | Desde el Gobierno decretaron la prórroga por 6 meses del cese al fuego con las disidencias de alias ‘Calarcá’. Va desde el 16 de octubre, hasta el 15 de abril de 2025 y aplica para los bloques Magdalena Medio, Gentil Duarte, Jorge Suarez y el frente Raúl Reyes pic.twitter.com/WMS5mo1CwM
— Doomo Editorial (@DoomoEditorial) October 16, 2024
Ceses el fuego activos
Actualmente, el Gobierno nacional tiene acuerdo con dos principales estructuras que se encuentran en procesos de paz. El primero, firme desde septiembre de 2024 y operando principalmente en el departamento de Nariño es con el Frente Comuneros Sur, célula disidente del Eln y que justamente ha sido motivo de discordia con este grupo durante los diálogos de paz.
Comuneros del Sur no solo tiene el cese al fuego bilateral, sino que también está colaborando con un bloque de localización de desaparecidos en ese departamento. Las acciones militares entre este grupo armado y las Fuerzas Armadas están prohibidas en los municipios de Andes Sotomayor, Barbacoas, Cumbal, Guachucal, La Llanada, Mallama, Providencia, Ricaurte, Samaniego y Santa Cruz de Guachaves.
Asimismo, el 16 de octubre el Gobierno también anunció el cese bilateral con los Bloques Magdalena Medio, Comandante Gentil Duarte, Comandante Jorge Suárez Briceño y Frente Raúl Reyes Farc-EP, todas disidencias de las Farc que están lideradas por alías ‘Calarcá’ que abandonaron en su momento los diálogos de La Habana. Este acuerdo se encuentra vigente en Bolívar, Putumayo, Antioquia, Cundinamarca, Meta, Huila, Caquetá.
Sanabria, desde Redepaz, también agregó que, además, de las grandes estructuras, en otros sectores del país han sido efectivos estos acuerdos. “En el caso de Buenaventura, por ejemplo, los ceses al fuego entre bandas criminales y de estas bandas con el Gobierno, pues ha sido efectivo, ha disminuido la criminalidad y los enfrentamientos, es una situación evidente. Lo mismo en Medellín con el proceso de paz urbano, en donde están algunas bandas y organizaciones armadas de Medellín y el área metropolitana”.