En la noche del 29 de agosto, la comunidad indígena Uwa llevó a cabo una toma de las instalaciones de la planta de gas de Gibraltar, ubicada en la zona rural del municipio de Toledo, Norte de Santander. Este acto se enmarca en una serie de demandas que la comunidad presentó al Gobierno, exigiendo el cumplimiento de compromisos de inversión social que se habían acordado anteriormente.
La situación actual en la región parece ser crítica, ya que la comunidad enfrenta la falta de combustibles, la paralización de proyectos mineros, y la ausencia de exploración de hidrocarburos, lo que ha generado un profundo descontento con la gestión del gobierno actual.
Los integrantes de la comunidad Uwa han expresado su frustración, señalando que el gobierno de Gustavo Petro ha incumplido en varias ocasiones los acuerdos establecidos. En particular, manifestaron que no reciben la atención adecuada en las mesas de diálogo que han mantenido durante la última década.
A diferencia de administraciones anteriores, que sí cumplieron con los acuerdos,el actual Gobierno les ha dejado un sin sabor, lo que lleva a un empeoramiento de las condiciones en sus territorios y a un evidente abandono estatal.
Según los líderes de la comunidad, la toma de la planta de gas se realizó con todas las medidas de seguridad y protocolos pertinentes. Dejaron claro que no se retirarán del lugar hasta que haya una representación del Gobierno Nacional que escuche sus demandas. La comunidad U’wa, representada por sus tres organizaciones indígenas y apoyada por el movimiento ‘Política de Masas’, decidió tomar esta medida drástica como una forma de presión para que se atiendan sus derechos y necesidades.