Ahora que se discute el futuro de la ciudad para los próximos 12 años, uno de los mayores debates es sobre el relleno Sanitario de Doña Juana. En la cumbre sobre Cambio Climático, COP26, en la que se encuentra participando la alcaldesa Claudia López, la mandataria resaltó los avances que ha tenido Bogotá con relación a la disposición de residuos.
Advirtió que la ciudad se trazó la meta de transformar el relleno de Doña Juana, con la intención de generar energía renovable desde la utilización de los residuos sólidos
“Bogotá es una vergüenza en el sentido de transformación de residuos sólidos en energía, la ciudad está muy atrasada todavía en tierra basura, pero nuestro plan de acción climática incluye la transformación de no enterrar más basura, que Doña Juana se convierta en un sitio de transformación de energía limpia a partir de residuos sólidos”, indicó la mandataria desde Glasgow.
Este sitio, que se traduce en un proyecto denominado, Parque de Innovación Doña Juana, también está contemplado en el Plan de Ordenamiento Territorial. “El Distrito Capital promoverá una propuesta integral de aprovechamiento de residuos orgánicos y plásticos a escala barrial, local, distrital y regional, con el fin de cerrar gradualmente la disposición final (entierro de residuos) en el Parque de Innovación”, establece la hoja de ruta.
Adicionalmente, en el Artículo 193 del Plan está claramente establecido que el prestador a cargo de la operación deberá adoptar un proyecto de clausura y posclausura para su habilitación a otros usos, conforme lo establece la normatividad, “y deberá incluir la estabilización morfológica de las zonas, la recuperación de cobertura vegetal y de la calidad paisajística”, añade el POT.
Una aclaración es pertinente: este parque no es sinónimo de un parque público para el goce de la gente. El proyecto de esta Alcaldía ha sido la de consolidar un espacio que contemple alternativas en el tratamiento y valoración de los residuos para dejar de enterrar basura, darle a los mismos un tratamiento distinto y transformarlos en energía.
De hecho, al interior de los predios de Doña Juana ya está funcionando la planta Biogás Colombia que extrae gas de la basura para convertirla en energía y estos han sido avances que la mandataria ha destacado en su paso por la cumbre sobre el Cambio Climático.
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Un parque para la ciudadanía
Ahora, la Administración de Enrique Peñalosa tenía otra proyección. “Bajo esta hierba hay basura. Es la parte del relleno Doña Juana ya clausurada. En el futuro, todo el relleno será un parque”, trinó el exalcalde Peñalosa el 17 de agosto de 2017.
Considerando lo que propone el mismo Plan de Ordenamiento Territorial, sobre una posclausura que deberá encargarse de la habilitación a otros usos, incluyendo la estabilización morfológica de las zonas y la recuperación de cobertura vegetal, ¿Sería posible crear un parque de recreación y goce en Doña Juana?
Para responderse esta pregunta EL NUEVO SIGLO auscultó el tema con tres expertos, quienes miraron la viabilidad de consolidar un eventual parque en esta zona y ven un inconveniente: la inestabilidad del suelo.
“Doña Juana nació como un parque y la idea era que después de la etapa de relleno se consolidaría una cobertura de suelo vegetal para que la gente pudiera disfrutar del relleno. Nació con esa idea. Lo que pasa hoy es que no se tiene claro, con toda la inestabilidad que ha tenido ese depósito, uno no sabe en cuánto tiempo podrá ser firme para soportar el peso de una comunidad”, dijo a este medio el geólogo y profesor de la Universidad Nacional, Juan Manuel Moreno, experto en geomorfología.
“Te pongo un ejemplo: el parque El Salitre puede tener un flujo de tres mil personas. Ese volumen de gente, sumado a un peso latente de vehículos, va a generar un peso que podría hacer que el material, si no está bien consolidado, pueda fallar. Ese es un riesgo”, agregó Moreno.
Qué es lo que pasa: convertir el relleno sanitario en un parque ciudadano es una práctica común tanto nacional como internacionalmente. Tan solo en Bogotá, lo que hoy es la ciudadela Colsubsidio fue un relleno sanitario de escombro y basura, lo mismo con el barrio Villa del Río.
“Pero la diferencia que hay es que esos eran terrenos planos que no se iban a derrumbar. En cambio, Doña Juana tuvo el error de consolidarse sobre una ladera, cuya pendiente facilitó, por décadas, los deslizamientos de basura por fuerza de gravedad”, añadió el geólogo Moreno.
Por último, el geólogo indicó que “cuando uno mira los documentos de su creación, estaba establecido que, una vez rellenado, se haría un parque. Hoy por hoy dicho relleno no solo está lleno, sino que está en riesgo de saturación. Debería haberse acabado hace muchos años en su modelo original y lo siguieron aumentando en área. Así que el mayor problema que yo le veo es la estabilidad del suelo”.
En esto coincidió el líder de Proceso Popular Asamblea Sur, Wilmer Albornoz, quien advirtió que por el pésimo manejo y el excesivo robo que se ha generado en el suelo del relleno sanitario de Doña Juana, se ha generado una inestabilidad en los terrenos que hoy soportan las basuras de Bogotá.
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“Por muchas Administraciones la Fiscalía y el ANLA han intentado hacerle seguimiento a la operación del botadero pero ninguno ha querido o podido afincar en temas legales y técnicos la obligatoriedad de darle un manejo más adecuado. Como no se ha dado se presenta inestabilidad y no solo en la superficie sino en los más de 2.800 metros para bajo que soporta el relleno, por temas de escorrentías y fallas técnicas”, sostuvo Albornoz.
También llamó la atención, al igual que Moreno, sobre cómo el acondicionamiento de esta zona tras su cierre, que inicialmente estaba previsto tras 10 años de su apertura, se convertiría en un parque para la ciudadanía de esa zona de la ciudad.
“Hace más de 30 años el basurero iba a tener una duración de 10 años y a las personas que les compraron las tierras les dijeron que tras esa década iban a poner un parque ecológico y que toda esa zona posterior al cierre se iba a condicionar para reconformación eco sistémica y recreación pasiva. Ese fue el compromiso”, añadió
No obstante, el líder comunitario manifestó que pensar hoy en un parque “es descabellado porque sigue atendiendo el efecto y no la causa real. Aunque hoy la causa no se puede atender de manera directa, la Administración sí tiene competencias técnicas y jurídicas que permitirían darle una viabilidad no a lo que necesitan las comunidades pero sí a algo cercano a la dignidad. Y si comenzaran ya, por la fragilidad de los suelos montar cualquier infraestructura, por leve que sea, no lo permitiría”.
Por el contrario, y refiriéndose más al componente político alrededor del relleno Sanitario, el doctor en planeación y política pública urbana y profesor de Gestión y desarrollo urbano de la Universidad del Rosario, Diego Silva, explicó que un parque es viable.
“La tecnología actual, y no solamente la que ya ha sido probada como en Sao Paulo e incluso en Bucaramanga, en donde encima de su relleno hay canchas de fútbol, parques y alamedas (el famoso Carrasco), te responde que es perfectamente posible. Lo único que se necesita, como para todas las políticas públicas, es transparencia, buena contratación, análisis y vigilancia tecnológica para importar la tecnología que más nos convenga y en donde no medie el primo de la tía”, indicó Silva.