Columnistas | El Nuevo Siglo

Des-oralizado

 

El gobierno Santos, tal como ha sido costumbre de todos los que en los últimos 20 o 30 años han tenido a cargo la dirección del Estado colombiano, también designa comisiones cuando no quiere resolver un problema. En esta ocasión se trata del Sistema Oral de Juzgamiento Penal.

Número 22

 

Con eufemismos y delicadezas el Gobierno ha hecho todo lo posible para no irritar a Cabello, Jaua y Maduro cuando la única verdad es la que dijo (en su trabalenguas) el presidente Santos hace pocos días: vamos a ingresar a la OTAN.

Petro está salado

 

La semana pasada Petro estuvo, como solíamos decir en el colegio, salado. No por mala suerte, sino por falta de cacumen. Aunque estaba advertido y sabiendo que todos los estudios técnicos le mostraban que su proyecto de POT era absurdo y que la ciudad no lo iba a soportar, insistió y amenazó, pero el Concejo se lo tumbó. Ahora dice que lo va a aprobar por decreto. Y si lo hace, el decreto se caerá en los tribunales.

Amarga tentación

 

Qué hace que los colombianos eventualmente se vean tentados nuevamente por ‘atractivas y tentadoras’ remuneraciones que ofrecen firmas o cooperativas no financieras captadoras de dinero? Sin duda, debe ser la expectativa de obtener mayores ganancias por fuera de la intermediación financiera institucional.

¡Cuidado con los enredos!

A  estas alturas no se sabe si fue bueno o inconveniente que el doctor Santos hubiera recibido en el despacho presidencial al señor Capriles. Unos dicen que sí y otros critican sin reservas. Lo cierto fue que se armó un problema tremendo y se pusieron en jaque las relaciones diplomáticas de Colombia y Venezuela, por la dura reacción del presidente Maduro y su gobierno. Las Farc también replicaron.

¿A qué jugamos?

Durante  la guerra fría el comunismo internacional jugó siempre a lo mismo: arrogancia palabrera, amenaza militar y recule diplomático. Kruschev no ahorró epítetos contra el imperialismo y se atrevió con los misiles en Cuba, para luego abrazarse con Kennedy.

Violencia de Estado

Es  preferible un culpable en libertad que un inocente tras las rejas. En Colombia caló la idea de que solo hay justicia cuando se condena, nos acostumbramos al morbo del linchamiento judicial, los jueces emiten sentencias para satisfacer el deseo de los medios de comunicación y los abogados acuden al reality mediático para que la opinión pública absuelva a sus defendidos.

Fuera Petro

Cuando  escribí  mi columna “Revocatoria para Petro”, publicada en este periódico el 29 de octubre de 2012, era remota la posibilidad de que alguien se pusiera la camiseta para emprender el proceso revocatorio.

El día de la publicación de la columna, muchas personas me comentaron que era muy poco probable que se lograra recoger las firmas y que en caso de que se venciera ese reto, sería imposible lograr la votación suficiente para revocarlo.