No violencia
Una cosa es verlo por televisión y otra muy distinta ser testigo de primera línea. Y puede que el susto vivido sea mínimo comparado con los graves daños que sufren las personas a lo largo y ancho de este país todos los días, pero lo cierto es que por casualidades de la vida el viernes pasado quedé atrapada en las manifestaciones del cierre de la Semana de la Indignación en la carrera décima con calle 28 en Bogotá.