Columnistas | El Nuevo Siglo

Pague primero

 

Tienen motivos de sobra los consumidores finales en Colombia cuando reclaman, denuncian y acuden a instancias legales para hacer valer derechos y obligar a que empresas de servicios públicos respeten al usuario.

La Superintendencia de Industria y Comercio redobló acciones contra amplia gama de establecimientos y negocios que burlan la ley de protección al consumidor.

El peor ambiente

 

Me temo que estamos improvisando en materia grave. El Gobierno tiene que saber a estas alturas del partido, que no basta con hacerles fuerza en el vacío a las locomotoras que nos anunció como los ejes claves de su programa de desarrollo. No, para empezar, se tienen que diseñar y construir los caminos, meterles plata, y poner los rieles, so pena de que todo se quede en filosofía.

Nada justifica el silencio

El estancamiento de la situación en Siria, el cual reseñó esta columna un par de semanas atrás, ha desembocado en una tragedia.

Bajar la acidez

 

Dicen los médicos holísticos y bionergéticos, que aunque no está demostrado científicamente, el origen del cáncer puede estar relacionado con las emociones y sentimientos negativos que golpean la materia desde los primeros años en la infancia. Mejor dicho que uno se va enfermando de cáncer desde niño y el desorden causado por las emociones negativas son el terreno fértil para el crecimiento anormal de las células.

¿Nigeria o Noruega?

 

No es únicamente la deflación europea el riesgo que se cierne sobre la economía colombiana, según lo ha advertido el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry. Hay peligros más próximos. La enfermedad holandesa puede terminar devastándonos sin misericordia, al lanzar nuestra economía en al anti-paradigma nigeriano de abundancia de ingresos petrolíferos y distorsiones en sus variables macroeconómicas.

Saber aprender

 

No puede haber aprendizajes sin diálogo, sin un intercambio de saberes que permita crecer individual y mutuamente. Uno de los objetivos de aprender es justamente compartir lo que se aprende, para favorecer en forma comunitaria el desarrollo de ideas y acciones que mejoren la vida.

Responsabilidad del personaje publico

 

Cuando una persona alcanza notoriedad, fama y se convierte en un personaje público su vida cambia por completo, primero porque sus actos tienen que reflejar su investidura y el prestigio adquirido. Segundo porque debe más respeto a las leyes y obediencia a las autoridades; tercero porque debe ser ejemplo ante la ciudadanía. Todo ello compromete al personaje público en su imagen y también la de su investidura o fama.